Llega a Filipinas la marea anticorrupción que barrió Nepal 

Domingo clave

 Más de 200 asociaciones y la Iglesia protestan por el fraude en los fondos de prevención de inundaciones

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El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos, escuchando al presidente del Congreso, su primo Martín Romuáldez, antes de que este dimitiera este miércoles

TED ALJIBE / AFP

El huracán anticorrupción que se desató en Indonesia, y que la semana pasada tumbó al gobierno de Nepal, se estrellará este domingo contra el malecón de Manila. Más de doscientas organizaciones de las Filipinas llaman a participar en la “marcha del billón de pesos”, con la Iglesia Católica y varios credos protestantes en primera fila, además de partidos de izquierda, sindicatos y asociaciones de estudiantes. Les une la indignación por el fraude masivo detectado en los fondos millonarios que debían paliar, precisamente, los efectos de los tifones y prevenir inundaciones.  

La tormenta para el presidente Ferdinand Marcos (hijo) empezó este verano, cuando las lluvias monzónicas provocaron casi medio centenar de muertos y desplazaron a cientos de miles de personas en el archipiélago. El verano anterior el balance fue aún peor. Todo ello a pesar de supuestas inversiones de 30.000 millones de euros en los últimos años en prevención de riadas. Algo no cuadraba y aquí y allí empezaron a aparecer evidencias de obras fantasmas, que solo existían sobre el papel. A veces, lo que debía ser un dique no era más que algunas descargas de tierra de un volquete.  

Finalmente, el 8 de septiembre, Greenpeace difundió un informe sobre obras fraudulentas, que también incluía el testimonio demoledor de un senador. Este había estimado, pocas semanas antes ante la Cámara, que “entre el 60% y el 70%” de estos fondos de prevención de catástrofes desaparecían por la corrupción. Ya fuera por apropiación indebida, por pago de comisiones o por fraudes en la calidad y precio de los materiales. 

arcos olió el peligro y tuvo la clarividencia de ponerse del lado de las investigaciones. La indignación ya hizo caer la semana pasada al presidente  del Senado y, este mismo miércoles, al presidente del Congreso, Martín Romuáldez, a la postre, primo del propio Ferdinand Marcos. Este último tiene motivos para cruzar los dedos. Su padre, el dictador homónimo, tuvo que huir a Hawai por las manifestaciones convocadas en 1986 contra su régimen represor y su saqueo sistemático de las arcas públicas. 

Además, el escenario escogido por el arzobispado, varios óbispos, Cáritas y diversas iglesias protestantes para su protesta es la avenida de Epifanio de los Santos (EDSA), en Quezón (ciudad pegada a Manila). Concretamente, el monumento al Poder Popular, que homenajea precisamente a los que derrocaron al dúo cleptómano formado por Marcos y su esposa Imelda. 

En paralelo -y de forma no excluyente- organizaciones estudiantiles y de izquierdas, como Akbayan y Anakbayan, convocan a sus seguidores bajo la bandera de “Levántate Filipinas”. Lo hacen cinco horas antes, a las 9 de la mañana, en la Luneta de Manila (donde España fusiló al héroe nacional José Rizal). En una fecha no  menos simbólica, ya que el 21 de diciembre es el aniversario de la imposición de la ley marcial por el padre de Ferdinand Marcos, en 1972. 

La destitución del presidente del Senado, Francis Escudero, fue producto de una moción imprevista, al trascender sus vínculos con contratistas bajo sospecha. 

Las pérdidas para el erario público, según el secretario de Finanzas, Ralph Recto, sumarían 1.771 millones de euros, solo en los últimos dos años. Todo ello somete a una enorme presión la presidencia de Ferdinand Marcos, que arrancó en 2022 con una victoria holgada, con su esposa Liza Araneta como copiloto de campaña. Aunque formara tándem con Sara Duterte, hija de su predecesor, Rodrigo Duterte. Posteriormente, el tándem se rompió (las ambiciones presidenciales de Sara Duterte son evidentes de cara a 2028). 

La vicepresidenta, por cierto, vio hace un mes y medio como el Senado daba carpetazo a su proceso de destitución. La Iglesia Ni Kristo (INK) -iglesia protestante conocida por su infantería política - había vuelto a manifestarse a favor de exonerar a Sara Duterte. No pudo evitar, en cambio, que Marcos entregara a Rodrigo Duterte al Tribunal de La Haya. Hoy la INK  no saldrá a la calle. 

Todas las partes involucradas han expresado por activa y por pasiva su apuesta pacífica para este domingo. La cultura política filipina no es la nepalí. Pero las autoridades dicen estar preparadas para cualquier eventualidad, a la luz de lo sucedido en otros países asiáticos y la posibilidad de infiltrados. El jefe del Ejército, general Romeo Saturnino Brawner Jr., ha tenido que salir al paso de los rumores de asonada en ciernes. 

De hecho, ninguna de las dos convocatorias complementarias dice querer tumbar la presidencia de Marcos. La Iglesia quiere, eso sí, “limpiar el templo de mercaderes”. Pero el escándalo de corrupción más grave de los últimos doce años en Filipinas podría servir para intentar ajustar cuentas. 

No hay que olvidar que el mar de la China Meridional, donde las reivindicaciones marítimas de China y Filipinas entran en conflicto, es un avispero. Y que la relación con el gigante asiático es lo que separa más nítidamente a Duterte de Marcos. Este último ha abierto cuatro nuevas bases a las tropas de EE.UU., al tiempo que sacaba a Filipinas de las Nuevas Rutas de la Seda, sin explicitarlo. Como consecuencia, las inversiones chinas han caído en picado y se han esfumado tres cuartas partes del turismo chino. 

El desempleo juvenil, la erosión del poder adquisitivo, la emigración como única alternativa y la corrupción desbocada ya demostraron ser un cóctel explosivo en Bangladesh y Nepal. Son ingredientes que también se dan en Filipinas, país no menos propenso a los desastres naturales. 

El detonante de las protestas en Indonesia fueron las ayudas para el alquiler para diputados, por valor de 2.500 euros mensuales, diez veces el salario mínimo en Yakarta y veinte veces en otras regiones. En Nepal, pudo más el resentimiento hacia la exhibición de dinero de los cachorros de supuestos camaradas marxistas-leninistas. 

Filipinas está tomando nota. Como lo está haciendo Timor Oriental, que esta misma semana ha eliminado la oferta de un coche oficial por diputado. El objetivo es cortar en seco protestas que se sabe cómo empiezan -y hasta quién las empieza- pero no cómo acaban. 

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