A primera hora de ayer, la Defensa Civil de Gaza hizo un “llamamiento al mundo”, alertando de que la capital de la Franja estaba siendo sometida a “violentos bombardeos”, que a lo largo de la jornada se cobraron la vida de unas 61 personas, en una de las más violentas desde que Israel dio comienzo a su operación terrestre el martes.
El recuento de los periodistas gazatíes desde las morgues, que unifican y difunden los datos recabados en una plataforma conjunta, publicado por última vez ayer tarde, elevaba a 61 los muertos en Ciudad de Gaza. De ellos 33 llegaron al hospital Al Shifa, el más importante de la Franja, y 28 al Baptista Al Ahli, el último operativo al este de la capital, el área más vulnerable a la ofensiva terrestre israelí. El recuento registró también tres muertos en el centro de Gaza y 11 en el sur, dando un total de 75 en toda la Franja.
El director del hospital Al Shifa recibe los cadáveres de su hermano y tres sobrinos
Entre los cadáveres recogidos en el Shifa se contaban los del hermano y los tres sobrinos de su director, Mohamed Abu Salmiya. El ejército bombardeó la vivienda de la familia en el campo de refugiados de Shati, junto a la playa, cuando el médico estaba en el hospital. Preguntado por Efe sobre el caso, el ejército pidió las coordenadas y hora del ataque contra la vivienda de Abu Salmiya, pero después no ofreció ninguna respuesta.
Entre los muertos en la ciudad se encuentra la familia Al Jamlah, de nueve miembros, que pereció en un ataque aéreo contra su casa en el barrio de Daraj. Toda la unidad familiar desapareció, siendo borrada del registro civil gazatí, dijeron a Efe fuentes locales.
El fuego sobre la capital combinó ayer artillería, robots equipados con explosivos en barrios residenciales, bombardeos en alfombra y disparos desde helicópteros Apache y drones. Estos últimos, según la Defensa Civil gazatí, se dieron de manera “indiscriminada” contra viviendas. En conversaciones con Efe, una portavoz castrense aseguró que el ejército puede considerar “infraestructuras terroristas” viviendas en las que sospechosos de ser de Hamas se han reunido. Según Al Yazira, las tropas también detonaban automóviles con explosivos.
Los bombardeos responden al intento israelí de expulsar a la población hacia la zona de Al Mawasi, en el sur, que el ejército calificó como “humanitaria”, a pesar de que la bombardea. En la playa de Al Mawasi y Jan Yunis podría haberse concentrado un millón de personas en condiciones de hacinamiento, falta de agua y alimentos, acumulación de residuos...
Hamas difundió ayer una imagen de propaganda psicológica en la que muestra a 46 de los 48 rehenes que quedan en Gaza (excluyendo a dos tailandeses) asegurando que es una “imagen de despedida mientras la operación militar en Ciudad de Gaza comienza”. De esos 48 Israel estima que solo 20 siguen vivos. En todas las fotos figura un solo nombre, el de Ron Arad, un piloto israelí que cayó en Líbano en 1986. Capturado por Hizbulah, las negociaciones fracasaron y de él nunca más se supo. Israel lo declaró en el 2016 “muerto en combate”.