Tras un juicio de dos semanas, un jurado tardó solo dos horas el martes en condenar a Ryan Routh por intentar asesinar a Donald Trump en un campo de golf de Florida el año pasado, un plan que se frustró cuando un agente del Servicio Secreto detectó a Routh y disparó un tiro que lo hizo huir.
El caos estalló en la sala poco después de que un jurado federal compuesto por siete mujeres y cinco hombres declarara a Routh culpable de todos los cargos. Routh intentó apuñalarse en el cuello con un bolígrafo, y los agentes lo arrastraron rápidamente fuera de la sala. Mientras lo sacaban, su hija, Sara Routh, gritó: “Papá, te quiero, no hagas nada. Te sacaré de esta. Él no hizo daño a nadie”. Fue escoltada fuera de la sala y luego esperó fuera con su hermano, Adam Routh.
Trump había sobrevivido a otro intento de asesinato durante un mitin en Butler, Pensilvania, nueve semanas antes
El bolígrafo que usó Routh era flexible, diseñado para impedir que personas bajo custodia lo utilizaran como arma, según una persona familiarizada con el asunto que no podía divulgar detalles públicamente y habló con Associated Press bajo condición de anonimato. Routh no llegó a perforarse la piel ni a causarse daño alguno, dijo esta fuente.
Una vez restablecido el orden, Routh compareció ante la jueza de distrito Aileen Cannon. Estaba esposado y ya no vestía la chaqueta y la corbata con las que se había representado a sí mismo durante el juicio. Cannon anunció que Routh será sentenciado el 18 de diciembre a las 9.30 h. Se enfrenta a cadena perpetua. Los abogados defensores suplentes de Routh no hicieron comentarios tras el veredicto.
Tras la decisión, Trump declaró a los periodistas en Nueva York que el caso había sido “realmente bien llevado”. “Es muy importante. No se pueden permitir cosas así. No tiene que ver conmigo, pero a un presidente —o incluso a una persona— no se le puede permitir que le pase algo así”, dijo Trump. “Y se hizo justicia. Pero agradezco mucho a la jueza, al jurado y a todos los implicados”.
Los fiscales afirmaron que Routh, de 59 años, pasó semanas planeando matar a Trump antes de apuntar con un rifle a través de unos arbustos mientras el entonces candidato republicano jugaba al golf el 15 de septiembre de 2024 en su club de West Palm Beach. Apenas nueve semanas antes, Trump había sobrevivido a otro intento de asesinato durante un mitin en Butler, Pensilvania. Aquel tirador disparó ocho veces, una de las balas rozó la oreja de Trump, y luego fue abatido por un francotirador del Servicio Secreto.
La sentencia se dará a conocer el próximo 18 de diciembre a las 9.30 h
En su alegato final, Routh dijo a los jurados que no tenía intención de matar a nadie ese día. “Me cuesta creer que se cometiera un delito si nunca se apretó el gatillo”, declaró. Señaló que llegó a ver a Trump cuando este se dirigía al green del sexto hoyo, y destacó que también podría haber disparado a un agente del Servicio Secreto si hubiera querido hacer daño a alguien.
Routh era un obrero de la construcción de Carolina del Norte que en los últimos años se había mudado a Hawái. Autodenominado líder mercenario, hablaba con cualquiera que quisiera escucharlo sobre sus planes peligrosos y en ocasiones violentos para involucrarse en conflictos de todo el mundo. En los primeros meses de la guerra de Rusia en Ucrania, Routh intentó reclutar soldados de Afganistán, Moldavia y Taiwán para luchar contra los rusos.


