El nivel de alerta por las recientes incursiones de drones y cazas rusos en el espacio aéreo de la OTAN es tan grande que algunos países aliados de Dinamarca –de momento, Francia, Alemania, Suecia y Noruega– se han ofrecido a reforzar la seguridad de la importante cumbre que arranca este miércoles en Copenhague. Preocupa especialmente a las autoridades danesas la presencia de drones que han obligado a cerrar seis de sus aeropuertos en los últimos días, incluyendo el de la capital, sede de la reunión de líderes de Estado y Gobierno.
Pese a que por el momento no hay una relación directa entre estos avistamientos y la cumbre, la primera ministra del país, Mette Frederiksen, ya los considera ataques híbridos. Aunque no ha acusado directamente a Rusia, sí ha sugerido que es el “país que representa una amenaza para la seguridad europea”. “La probabilidad de que Rusia quiera enviar un mensaje a los países que apoyan a Ucrania es bastante elevada”, dijo su homólogo sueco, Ulf Kristersonn.
En Copenhague, además del refuerzo de la seguridad danesa, habrá un importante contingente de policías suecos y noruegos. Suecia manda sistemas antidrones Counter UAS y varios equipos de radar. Francia aporta un helicóptero militar, así como 35 especialistas en combatir drones. Alemania, por su parte, desplegará unos 40 soldados que se ocuparán de detección, identificación y defensa.
La cita comenzará el miércoles mientras al día siguiente se celebrará una reunión más ampliada para los 47 miembros de la Comunidad Política Europea. Encima de la mesa se encuentra la posibilidad de usar los activos rusos congelados para Ucrania, la creciente amenaza rusa en el flanco este o los planes de la Comisión Europea para rearmar a Europa de cara al 2030, incluyendo el proyecto de levantar un muro de drones. Al principio estaba diseñado para proteger las fronteras, pero a la luz de estos sucesos podría también abordar riesgos como el de los aeropuertos .
