Un internado se derrumbó este lunes por la tarde en la provincia indonesia de Java Oriental mientras los estudiantes rezaban en la planta baja del edificio, dejando al menos tres muertos, más de ochenta heridos y docenas de desaparecidos, atrapados bajo los escombros. Los equipos de rescate dicen haber detectado por lo menos siete supervivientes, a los que han hecho llegar agua y oxígeno por las rendijas practicables. Sin embargo, a las diez de la mañana un nuevo crujido ha puesto en fuga a todos los congregados, padres y servicios de auxilio, ante el riesgo de un nuevo desmoronamiento.
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Inicialmente, dos equipos compuestos por 13 rescatistas se desplazaron hasta el internado islámico Al Khoziny, situado en Sidoarjo, en el este de la isla más poblada de Indonesia
El derrumbe se produjo a las 15:35 hora local y los equipos de rescate llevan trabajando desde entonces “para abrir el acceso al lugar donde se encuentran los estudiantes que quedaron sepultados bajo los escombros mientras rezaban en la planta baja”. El número de atrapados se eleva, como mínimo, a 38, aunque la agencia AP da la cifra de 65.
Rescatistas en acción
Las autoridades sostienen que el incidente, que deja más de un centenar de víctimas, se produjo mientras se levantaba de forma ilegal una cuarta planta en el edificio, que de hecho, no contaba con licencia alguna. “Después de nueve meses de obras, se estaba rellenando con cemento y parece que sencillamente, los pilares de hormigón no aguantaron”, afirma un testigo. La planta superior se hundió sobre la segunda planta y esta sobre la planta baja, donde estaban reunidos todos los niños -todos ellos varones- para la oración. Uno de los supervivientes relata como oyeron el estrépito del derrumbe, cada vez más cerca, hasta que lo tuvieron encima.
El responsable de la escuela ha dicho que se trata de “la voluntad divina” y ha dicho esperar “una recompensa aún mayor”, pidiendo a los padres que hagan lo mismo.
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