Para Giorgia Meloni era una prueba importante y la ha superado. En Las Marcas, la primera región italiana gobernada por Hermanos de Italia, el partido de la primera ministra, la derecha revalidó el poder. El actual presidente, Francesco Acquaroli, un fiel histórico de Meloni, ha ganado las elecciones regionales derrotando con claridad a su rival Matteo Ricci, con alrededor del 52% de los votos, apoyado por una amplia coalición de centroizquierda, desde los centristas de Matteo Renzi hasta la izquierda del Partido Democrático y la alianza Verde e Izquierda, pasando por el Movimiento Cinco Estrellas.
En Italia, en las regiones se vota en una sola vuelta, a diferencia de las municipales, que prevén una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados.
Era un resultado previsto, pero no seguro. Las Marcas, en el centro de Italia, fue durante muchos años una región gobernada por el centroizquierda y, tras una durísima crisis de su sector industrial, la derecha logró imponerse en el 2020. Para Meloni era fundamental evitar perder lo que se ha convertido en un bastión de su partido, que por lo demás tiene muy poca representación en los cargos de poder local: poquísimos alcaldes y solo otras dos regiones, Abruzzo y Lacio.
En apuros por Gaza, la primera ministra celebra la victoria y la unidad de la coalición de gobierno
Para ganar estas elecciones, el Gobierno invirtió tiempo y dinero: los ministros participaron en decenas de actos electorales, prometiendo obras públicas y ventajas fiscales similares a las de las zonas menos desarrolladas. Y también por eso Ricci, reconociendo ahora la derrota con una llamada telefónica al presidente, calificó esta contienda de “desigual”: “Sabíamos que las fuerzas en el campo estaban desequilibradas: por cada cartel nuestro había seis de los otros. Ha sido una contienda claramente desigual en términos de recursos». La carrera de Ricci, eurodiputado y barón del Partido Democrático, fue difícil desde el inicio: en vísperas del anuncio de su candidatura llegó la noticia de una investigación en su contra por un asunto relacionado con los eventos culturales en Pesaro, la ciudad que dirigió durante seis años, de la cual siempre se ha declarado ajeno: “Hay amargura por lo que me ha pasado, recibir una notificación judicial en plena campaña electoral me ha golpeado”.
Meloni respira aliviada en un momento complicado de su gestión, aunque su popularidad personal sigue siendo alta, pero con evidentes dificultades en la gestión de la crisis de Gaza (sobre la cual habían puesto el acento sus adversarios): “Los electores han premiado a una persona que en estos años ha trabajado sin descanso por su región y sus ciudadanos. Estoy segura de que continuará con su compromiso con la misma pasión y determinación”, dice. En el comité electoral de Acquaroli, en la capital, Ancona, se presentó Arianna Meloni, hermana de la primera ministra, que celebró con los militantes el excelente resultado de Hermanos de Italia y subrayó la unidad de la coalición de la derecha, con la Liga y Forza Italia.
La cita de Las Marcas era la primera de una serie de elecciones autonómicas. El próximo domingo y lunes se votará en Calabria y en las semanas siguientes en Toscana, Campania, Puglia y Véneto. Los pronósticos están mucho menos abiertos que en Las Marcas: el centroizquierda en cabeza en Puglia, Campania y Toscana, y el centroderecha con clara ventaja en Calabria y Véneto.
En el Valle de Aosta, los autonomistas duplican votos y el domingo será el turno de Calabria
El domingo pasado también se votó en el Valle de Aosta, la pequeña región del noroeste con estatuto especial, en la frontera con Francia, donde se confirmó el claro dominio de los autonomistas de la Union Valdôtaine, que han reunido todas sus corrientes, duplicando los votos y superando el 50%. En esta región la ley electoral es diferente (exclusivamente proporcional) y la Union debería seguir en el Gobierno en coalición con el Partido Democrático (centroizquierda) y otras fuerzas progresistas.
