Cuando el viernes Hamas emitió su comunicado aceptando parcialmente el plan de paz, el presidente Donald Trump llamó a Benjamin Netanyahu, el primer ministro israelí le expresó sus reticencias -“no hay nada que celebrar” le dijo. A lo que Trump le respondió: “Siempre eres jodidamente negativo. Esto es una victoria”. La conversación la desveló el domingo el portal Axios citando fuentes oficiales de la Casa Blanca.
“Es un gran acuerdo y las negociaciones van muy bien”, reiteró Trump el domingo. Pero aprovechó para recordarle a Hamas que, si no hay pacto, sufrirá “una aniquilación completa”. Luego, en su red social repitió su amenaza en caso de que esto falle. “El tiempo es esencial o un habrá un masivo baño de sangre, algo que nadie quiere ver”, perseveró.
Ese es el estilo de Trump en general (acuerdos arancelarios con la Unión Europea, inversiones de empresas) y en concreto con la guerra de Gaza. Primero anuncia el acuerdo y los detalles ya llegarán cuando sea.
El secretario de Estado reconoce que se requiere “más de 72 horas” para crear un gobierno en Gaza
Marco Rubio, secretario de Estado, detalló algunos de los pormenores del plan de Gaza al reconocer que las negociaciones entre Israel y Hamas, con la intermediación de Washington, no son todavía el final del conflicto bélico y que establecer un gobierno en Gaza llevará “un cierto tiempo”. Pero hizo énfasis en que el plan para lograrlo existe y está ahí, ya preparado.
“Todos han estado de acuerdo, incluso Israel, en que finalmente, en algún momento del desarrollo de este proceso, Gaza será gobernado por un grupo de tecnócratas palestinos entre los que no estará Hamas, que es un grupo terrorista, y que lo harán con la ayuda, asistencia y guía de un consorcio internacional establecido como una junta de paz”, explicó el jefe de la diplomacia estadounidense en una entrevista con la NBC.

Beniamin Netanyahu, durante su llamada del lunes en el despacho oval, mientras Donald Trump le sujeta el teléfono
Rubio enumeró el plan de paz de 20 puntos detallado por Trump la semana pasada al lado de Netanyahu, pero fue más cauteloso. “No se puede establecer una estructura de gobierno en Gaza en tres días”, señaló. “Quiero decir, esto requiere de un tiempo”, reconoció Rubio.
Al preguntarle si esta negociación marca el final de la guerra en la franja, el secretario de Estado contestó con un “no, todavía”. Según Rubio, “aún falta trabajo por hacer”, insistió. Aludió sobre todo a todas la logística necesaria para implementar el acuerdo de paz.
Este martes se cumplen dos años del ataque de Hamas en suelo israelí
Steve Witkoff, enviado especial para la zona, y Jared Kushner, yerno de Trump y fuerza impulsora de los Acuerdos de Abraham (que implican la integración económica entre Israel y los países árabes de Oriente Medio), viajaron el sábado a El Cairo, la capital de Egipto, para iniciar unas reuniones que deben ir más allá del fin de los bombardes y la liberación de los rehenes. Este martes se cumplen dos años del ataque de Hamas en suelo israelí (más de 1.200 muertos y 250 secuestrados), motivo por el que Netanyahu ordenó una vengaza desproporcionada (67.000 difuntos palestinos), que algunos han calificado de genocidio.
“¿Cómo creas un liderazgo de tecnócratas palestinos, sin Hamas, y con la ayuda de la comunidad internacional?” se preguntó Rubio para evidenciar la dificultad de los tiempos que vienen. “¿Cómo desarmas a un grupo terrorista que va construyendo túneles y realiza ataques contra Israel?”, añadió.
Rubió indicó que también queda por determinar cómo se procede con la liberación de los rehenes, por un lado, y de los presos, por otro. “Tenemos que asegurarnos que la Cruz Roja pueda llegar allí, cuándo y dónde van a estar. Se ha de trabajar sobre todo esto”, subrayó el diplomático estadounidense.
Sobre la liberación de los rehenes, Rubio resaltó el deseo de que esta situación se produzca esta misma semana, “queremos que sea lo antes posible”.
¿Y la retirada militar del ejército israelí? “Cuando le digamos a Israel, ‘está bien, estás en la línea amarilla, ahora todo lo que está detrás de ella tiene que tener a alguien a quién entregárselo’”, indicó. “Pero seamos realistas, no se puede establecer una especie de nueva estructura de gobierno dentro de Gaza en 72 horas”, apostilló.
Todas estas respuestas a la NBC configuran la letra pequeña para resolver una crisis que se prolonga desde hace décadas, y a la que Trump prefiere obviar con tal de colgarse las medallas lo antes posible. Pese a las predicciones negativas, el presidente estadounidense sueña con que el próximo viernes se lleve el Nobel de la Paz.
Trump no se fija en la letra pequeña, si bien cualquier detalle puede hacer descarrilar un acuerdo. A su favor juega que existe un consenso general de que ésta es la gran ocasión y no se puede desaprovechar.