Bolivia vota entre dos candidatos de derechas y pone fin a dos décadas de gobiernos progresistas

Segunda vuelta presidencial

El expresidente Jorge ‘Tuto’ Quiroga lidera los sondeos ante el senador Rodrigo Paz, ganador de la primera vuelta

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Una mujer aymara camina por una calle del centro de La Paz, este viernes 

GABRIEL MARQUEZ / EFE

No se sabe quién ganará la segunda vuelta presidencial de este domingo en Bolivia, pero sí hay certeza de una cosa: el país pondrá fin a casi dos décadas de gobiernos progresistas, pues los dos candidatos en liza proponen un modelo económico liberal, a diferencia del desprestigiado partido gobernante, el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales y del actual presidente, Luis Arce.

El último sondeo publicado otorga el 44,9% a Quiroga frente al 38,5% de Paz, que ya advierte de un posible fraude

El favorito en las encuestas es Jorge Tuto Quiroga, de 65 años, un ingeniero industrial que fue presidente de Bolivia durante apenas un año (2001-2002) cuando, siendo vicepresidente, asumió el cargo tras la dimisión de Hugo Bánzer, el exdictador que luego asumió el cargo democráticamente. Es la cuarta vez que se postula a la presidencia y en esta ocasión tiene más números que nunca de conseguirla pues el último sondeo, difundido esta semana por el canal de televisión Red Uno, le otorga una intención de voto del 44,9%, frente a Rodrigo Paz, que obtendría el 38,5%. Con la alianza Libre, Quiroga, que quedó segundo en la primera vuelta del 14 de agosto con el 26,7%, propone un programa neoliberal y es partidario de volver a pedir dinero al FMI ante la caída de reservas del Banco Central y la escasez de dólares.

Por su parte, el senador Rodrigo Paz, que ganó la primera vuelta con el 32% por el Partido Demócrata Cristiano, no conseguiría sumar tantos votos de otros candidatos como Quiroga. No obstante, en Bolivia siempre hay que tomar con pinzas los sondeos. De 58 años, Paz es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993) y nieto de otro exmandatario, Víctor Paz Estenssoro (1985-1989). Nació en Santiago de Compostela, donde su padre estaba exiliado y dispone también de la nacionalidad española. Exalcalde de Tarija, Paz se define como centrista y propone un programa social liberal que resume con el lema “capitalismo para todos”, con un aire populista, como cuando rehúsa decantarse ideológicamente porque la izquierda y la derecha “roban por igual”, o cuando amenaza con encarcelar al presidente Arce si gana los comicios.

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Jorge Quiroga (izquierda) y Rodrigo Paz (derecha) 

Claudia Morales / Reuters

Como ya es una constante en muchas elecciones latinoamericanas, Paz insinúa previamente un posible fraude. “Confío en el Tribunal Supremo Electoral, pero hay fuerzas que no quieren que haya un cambio en Bolivia”, dijo Paz en su feudo de Tarija el miércoles, día en que se cerró la campaña electoral. “Hay un peligro real” de fraude, agregó sin aportar ninguna prueba.

En recesión y con una inflación del 18% -más del doble de la prevista para este año-, los bolivianos coinciden en estar hartos del MAS. Arce, un economista que despertó la esperanza de enderezar el rumbo económico, se enzarzó en una pelea con su mentor, el expresidente Evo Morales (2006-2019), que ha acabado desilusionando a las clases populares que hace veinte años votaron por llevar al poder a una formación de izquierda por primera vez en la historia del país.

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Morales, presidente entre el 2006 y el 2019, que intentó volver a postularse a la presidencia a pesar de la prohibición constitucional y su inhabilitación, vive desde el año pasado atrincherado y protegido por sus seguidores en su feudo cocalero de Cochabamba, ya que es reclamado por la justicia por delitos de abuso, lo que él considera una persecución política. Morales ha llamado al voto nulo y amenaza con protestas tras las elecciones. No obstante, su apoyo popular es mínimo: el candidato del MAS, Eduardo del Castillo, obtuvo el 3% de los votos en la primera vuelta.

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