Trump inicia las obras de demolición en la Casa Blanca para construir su salón de baile

Reforma en un espacio emblemático

Las excavadoras ya han derruido parte del ala este, a pesar de que el proyecto no cuenta con la autorización pertinente

Trump inicia las obras de demolición en la Casa Blanca para construir su salón de baile
Video

“Tenemos mucha construcción en marcha, como podrán oír”, dijo el republicano mientras saludaba a un equipo de béisbol.

Donald Trump, el presidente que aplicó la motosierra a la burocracia de Estados Unidos, ha comenzado a pasar la excavadora para demoler una parte de la fachada del ala este de la Casa Blanca, donde construirá un salón de baile parecido al Grand Ballroom de su club privado Mar-a-Lago, en Palm Beach (Florida). El salón, que se ubicará en un lugar que tradicionalmente ha sido usado por la primera dama y su equipo, medirá unos 8.400 metros cuadrados, un tamaño que casi duplicará la superficie del edificio principal y de sus alas este y oeste.

“Tenemos mucha construcción en marcha, como podrán oír”, reconoció el republicano durante un acto en la residencia presidencial. “Durante más de 150 años, todos los presidentes han soñado con tener un salón de baile en la Casa Blanca para acoger grandes fiestas y visitas de Estado”, escribió después en sus redes sociales, defendiendo un proyecto “muy necesario” que costará 250 millones de dólares y que asegura que será íntegramente financiado con fondos privados de empresas como Apple, Amazon, Lockheed Martin y Coinbase.

Una excavadora demoliendo parte del Ala Este de la Casa Blanca, donde se se ubicará el salón de baile de Donald Trump (Evan Vucci / Ap-LaPresse)

Una excavadora demoliendo parte del ala este de la Casa Blanca, donde se se ubicará el salón de baile de Donald Trump (Evan Vucci / Ap-LaPresse)

Cuando anunció los planes para su construcción, en febrero, el mandatario respondió a las críticas diciendo que no iba a “interferir en el edificio actual”. “Estará cerca de él, pero sin tocarlo. Y rinde un homenaje total al edificio existente, del que soy un gran admirador. Es mi favorito”, insistió en julio. Pero, sin la aprobación de la agencia federal pertinente, Trump finalmente ha dado luz verde al proyecto, que representará el mayor cambio estructural en la Casa Blanca desde la adición en 1948 del Balcón Truman.

El objetivo de esta adición a la Casa Blanca es ampliar el espacio para recibir a grupos numerosos de invitados, pues tendrá capacidad para 650 personas. Trump aseguró que, como promotor inmobiliario, ofreció en repetidas ocasiones construir un salón de baile, pero las administraciones de Barack Obama y Joe Biden rechazaron su oferta. “Iba a construir un salón de baile hermoso, hermoso, como el que tengo en Mar-a-Lago”, dijo en febrero. “Iba a costar unos 100 millones de dólares. Me ofrecí a hacerlo, y nunca recibí respuesta”, afirmó. Su plan original para este nuevo proyecto iba a costar 200 millones de dólares, pero en la actualidad ha aumentado a 250 millones.

Recreación virtual del nuevo salón de baile de Donald Trump para la Casa Blanca

Aspecto que tendrá el nuevo salón de baile proyectado por Trump

White House Press Office

Trump quiere dejar huella, no solo en la política y la historia de Estados Unidos, también en el que quizás sea el mayor símbolo del poder en el mundo: la Casa Blanca. Comenzó por el despacho oval, donde su ebanista de confianza, John Icart, que ya trabajó para él en Mar-a-Lago, es el principal responsable de los acabados dorados en las paredes, la chimenea, las mesas, las sillas, los marcos y demás objetos decorativos de la oficina del presidente.

Ahora dos enormes banderas americanas ondean a lado y lado del edificio sobre dos mástiles de más de 30 metros de altura, el retrato de su intento de asesinato en Butler (Pensilvania) ha reemplazado el del expresidente Barack Obama y el césped del Jardín Rosado, que se instaló hace más de un siglo, ha sido reemplazado por un pavimento de piedra blanca de Indiana, donde ha colocado mesas y sombrillas idénticas a las que utiliza en el patio de su resort privado de Palm Beach.

En septiembre, inauguró el patio con una cena para personas influyentes en Washington, en lo que bautizó como el Club del Jardín Rosado. Fue la primera velada de decenas que han llegado después, incluido este martes, en las que admite a congresistas, senadores y “personas que puedan traer paz y éxito a nuestro país”. Es decir, políticos, empresarios y dignatarios que se alineen con su radical transformación política. Trump está replicando así las cenas que organiza en su mansión de Mar-a-Lago, donde a menudo pasa las noches con socios del club y otras personas VIP, que se acercan a su mesa y le rinden pleitesía.

Lee también

Pero, de todos los cambios, Trump considera el salón de baile su adición estrella y justifica su construcción por su trayectoria como promotor, que lo convierte en “una de las personas que más sabe de edificios en el mundo”. El mandatario ha dicho que pretende terminar el salón de baile antes de finalizar su mandato, en enero del 2029. 

El gobernador de California, Gavin Newsom, que se proyecta como el principal candidato demócrata en las próximas elecciones presidenciales, cree que todas estas renovaciones reflejan la intención del presidente de perpetuarse en el cargo: “¿Quién se gasta 200 millones en una sala de baile y después se larga?”, se preguntó. “No creo que esté bromeando sobre el 2028”, afirmó, en referencia a su voluntad de presentarse a los comicios a pesar de que la Constitución le prohíbe un tercer mandato.

Además, fuera de la Casa Blanca, Trump también planea otro proyecto polémico: un arco del triunfo dedicado a él en una rotonda frente al monumento Lincoln, cerca del cementerio de Arlington.

En la actualidad, el ala este alberga varias oficinas, incluidas las de la primera dama. Fue construida en 1902, durante el mandato de Theodore Roosevelt, y ha sido renovada a lo largo de los años. Una de las reformas más importantes tuvo lugar en 1942, cuando adquirió su configuración actual con la adición de una segunda planta, a manos de Franklin Delano Roosevelt.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...