El Parlamento Europeo ha vuelto a reconocer la defensa de la democracia en los países de la esfera rusa otorgando el premio Sájarov a dos periodistas encarcelados, la georgiana Mzia Amaglobeli y el bielorruso Andrzej Poczobut.
El premio Sájarov es la máxima distinción que la Unión Europea tiene para reconocer la lucha a favor de los derechos humanos.
El grupo socialista había propuesto premiar a las agencias humanitarias a favor de Palestina
Roberta Metsola, presidenta de la Eurocámara, al anunciar el premio, elogió el coraje de ambos galardonados, “un coraje que brilla como un faro para todos los que se niegan a ser silenciados”. Luego añadió que los dos “han pagado un alto precio por decir la verdad” y que “son símbolos de la lucha a favor de la libertad y la democracia”.
Andrzej Poczobut, durante su comparecencia ante el juez que lo condenó a ocho años de cárcel
Pczobut pertenece a la minoría polaca de Bielorrusia y es una de las voces más criticas con el presidente Lukashenko, un mandamás soviético reciclado en dictador desde la disolución de la URSS y la independencia de Bielorrusia. Gobierna desde 1994 y lo hace a las órdenes del presidente ruso Vladímir Putin.
Desde muy joven, Poczobut hizo de la cultura y el periodismo un arma contra la dictadura. Con 20 años creó una banda de música punk y sus canciones reivindicativas pronto se trasladaron a la escritura. Ha colaborado con muchos medios. El diario polaco Gazeta Wyborcza contaba con él, aunque era difícil que mantuviera una cierta regularidad porque entraba y salía de prisión con frecuencia. El régimen lo encarceló diez veces antes de que en el 2021 fuera condenado a ocho años.
Las condiciones en la cárcel son tan malas que su salud es muy precaria. El régimen le niega el tratamiento médico que necesita y prohíbe que su familia lo visite.
El Parlamento Europeo otorgó el premio Sájarov del 2020 a la oposición bielorrusa, liderada por Svetlana Tsikhnovskaya, que ayer regresó emocionada al hemiciclo de Estrasburgo.
Amaglobeli es víctima de la deriva antidemocrática de Georgia. El triunfo del partido Sueño Georgiano en las elecciones de hace un año colocan al país en la órbita del Kremlin y lo alejan de la Unión Europea.
Amaglobeli, fundadora de dos medios digitales, “es el rostro de la resistencia georgiana, además de una luchadora por la democracia, el honor y el futuro europeo”, según la expresidenta Salomé Zurabishvili.
El 11 de enero fue detenida por abofetear al jefe de la policía de Batumi durante un mitin contra el Gobierno por haber suspendido las negociaciones para el ingreso en la UE.
Ella alude que el oficial la insultó, la escupió e intentó golpearla. La magistrada que la condenó a dos años de cárcel –podrían haber sido siete– le sugirió que pidiera un indulto al presidente, pero ella se negó e inició una huelga de hambre que duró 38 días. Su salud ha empeorado desde entonces.
La candidatura de Poczobut y Amaglobeli la ha propuesto el Partido Popular Europeo y el grupo de los conservadores y reformistas en la Eurocámara.
El grupo socialista había propuesto premiar a las agencias humanitarias a favor de Palestina
Los grupos socialistas y demócratas querían premiar no la resistencia contra Putin, sino contra Israel en Gaza. La agencia UNRWA, la Media Luna Roja Palestina y la Asociación de Prensa Palestina eran sus candidatos , definidos como “comunidad humanitaria en Gaza”.
El grupo de los liberales había propuesto premiar a los estudiantes serbios enfrentados al autoritarismo del presidente Vucic, también escorado a Moscú.
El Sájarov lo ganó el opositor ruso Alexey Navalny en 2021, tres años después de que lo hiciera la organización Memorial, azuce del Kremlin por su defensa de los derechos humanos.
