El Gobierno de Alemania presentó este jueves su muy debatido plan para reactivar el servicio militar, destinado a incrementar el número de soldados en un momento de crecientes tensiones geopolíticas y demandas de rearme por la amenaza rusa y la guerra en Ucrania. Según el texto pactado por el bloque conservador CDU/CSU y el Partido Socialdemócrata (SPD) –pendiente de aprobación en el Parlamento–, la mili será voluntaria, y contará con incentivos económicos para fomentar el reclutamiento.
Soldados desfilando ante la Cancillería en Berlín, el 12 de noviembre en el acto de celebración del 70.º aniversario de las fuerzas armadas alemanas
Por lo pronto, quienes decidan servir en las fuerzas armadas (Bundeswehr) percibirán un salario de 2.600 euros brutos al mes, y si se comprometen por un año recibirán también una subvención para sacarse el carnet de conducir, a elegir entre coche o camión. También se les ofrecerá formación profesional en tecnología militar, tecnologías de la información (TI) y manejo de drones.
Objetivo y esperanza: que la mili sea una opción atractiva para no tener que recurrir a un servicio militar obligatorio parcial en caso de no alcanzarse el número necesario de militares. Con todo, cierto grado de obligatoriedad no se descarta para el futuro si las circunstancias de defensa lo exigen, pero eso sería solo previa nueva decisión del Bundestag (cámara baja del Parlamento). Alemania suspendió en el 2011 el servicio militar obligatorio de los varones; es decir, lo suspendió, no lo abolió, por lo que jurídicamente puede restablecerse.
Más uniformados
Con el nuevo plan, Alemania espera llegar a los 260.000 soldados antes del 2035
“Otros países europeos, especialmente los países nórdicos, demuestran que el principio del servicio voluntario combinado con incentivos funciona, y espero exactamente lo mismo aquí”, dijo el ministro de Defensa, el socialdemócrata Boris Pistorius, al presentar el acuerdo definitivo en Berlín junto a representantes de la CDU/CSU. El texto acordado debe ahora ser aprobado en el Bundestag y entrará así en vigor el 1 de enero del 2026.
A partir de ese día, los jóvenes alemanes recibirán al cumplir 18 años un cuestionario en línea para evaluar sus aptitudes, habilidades e interés en el servicio militar. Los hombres deberán responderlo obligatoriamente so pena de multa; las mujeres, de modo opcional, pues para que estuvieran obligadas a ello se necesitaría una reforma constitucional. Unos meses después, los potenciales soldados serán convocados a una revisión médica para evaluar sus aptitudes físicas y mentales para el servicio armado.
El ministro de Defensa, Boris Pistorius, en el acto en juramento de nuevos soldados el 12 de noviembre ante la Cancillería en Berlín, en el 70.º aniversario de la fundación de la Bundeswehr
Con el nuevo plan, Alemania espera llegar a los 260.000 soldados –entre profesionales y voluntarios- a más tardar en el 2035, en principio a un ritmo de unas 7.000 nuevas incorporaciones al año. En la actualidad, la Bundeswehr cuenta con cerca de 182.000 soldados activos y 100.000 reservistas, y con el nuevo plan se aspira también a duplicar el número de reservistas.
La coalición de la CDU/CSU y el SPD que gobierna Alemania con el canciller democristiano Friedrich Merz al frente ha necesitado semanas para ponerse de acuerdo en los detalles de este nuevo plan. Ambas formaciones mantenías fuertes discrepancias en torno a la forma en que el servicio militar debía pasar a ser parcialmente obligatorio en caso de que no hubiera suficientes reclutas para satisfacer las necesidades del ejército. Las diferencias se resolvieron finalmente en la noche del miércoles, en una reunión que sirvió para dar forma al documento conjunto presentado este jueves.
Había urgencia por cerrar el acuerdo para hacerlo coincidir con el 70.º aniversario de las fuerzas armadas, creadas en plena guerra fría. Las fuerzas armadas (Bundeswehr) se fundaron como tales el 12 de noviembre de 1955 en la entonces Alemania occidental, con un nombre ya indicativo, que buscaba diferenciarse del antiguo nombre del ejército en la época nazi, Wehrmacht. La joven República Federal de Alemania (RFA) había ingresado en la OTAN en mayo de ese mismo año.
La Bundeswehr se creó bajo el Gobierno del canciller democristiano Konrad Adenauer, quien ya entonces planteó la necesidad de contar con un servicio militar obligatorio para hacer frente a los retos de la guerra fría. Pese a la oposición del socialdemócrata SPD, un año después Adenauer vio cómo se hacía realidad su deseo.
En todo caso, el objetivo fijado por el ministro Pistorius –esto es, 260.000 soldados- es mucho menor a los 458.752 uniformados que tenían las fuerzas armadas germanas en 1990, año de la reunificación de Alemania. En el momento más álgido de la guerra fría, el ejército federal rondaba el medio millón de militar de hombres, además de 800.000 reservistas que hubieran podido ser llamados a filas en caso de guerra. En la actualidad, los servicios de inteligencia de Alemania advierten de la amenaza de un conflicto militar directo con la OTAN provocado por Rusia, que podría producirse antes del 2029.
Las nuevas necesidades de la Bundeswehr
Compra de más uniformes, calzado y equipos de protección para la tropa
Alemania planea destinar 18.700 millones de euros al equipamiento de sus soldados con uniformes de combate, calzado e impedimenta personal desde ahora hasta el año 2034, según indica un reciente documento del Ministerio de Finanzas que justifica este gasto citando una “mayor necesidad” ante el plan del Ministerio de Defensa de que las fuerzas armadas (Bundeswehr) sumen dentro de diez años 260.000 soldados –entre profesionales y voluntarios- y 200.000 reservistas, es decir, 460.000 personas en total.
Se trata del denominado proyecto FASER (siglas en alemán de las palabras Equipamiento de Campo Soldado Reserva Extendida), cuyo objetivo es disponer de mayor cantidad de ropa de combate y equipos de protección individual (casco, chaleco protector y sistemas de comunicación con protección auditiva) para proveer a 460.000 soldados, tanto hombres como mujeres, más una reserva de material del 40%. De la cantidad de inversión pública prevista se han incluido ya 4.000 millones de euros en los presupuestos generales del 2026. Este plan a largo plazo permitirá a la Bundeswehr ir haciendo compras y, según sus promotores, también proporcionará a los fabricantes de uniformes, botas y equipos una mayor certidumbre en la planificación, sabiendo que pueden contar con pedidos.
