Jair Bolsonaro adelanta su propio encarcelamiento al intentar fugarse

Secuelas del intento de golpe en Brasil

Una manfestación convocada por el hijo del ex presidente motiva la decisión del juez Alexandre de Moraes

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Flavio Bolsonaro detrás de su padre en el Congreso  en 2018 durante la presidencia de  Jair Bolsonaro  photo

Reuters

Finalmente, al cabo de meses de tensa espera, Jair Bolsonaro ha ingresado en la cárcel, condenado por un intento de golpe realizado tras perder las elecciones presidenciales de octubre de 2022. 

Pero el motivo concreto de su confinamiento ayer en un calabozo de la comisaria central de Brasilia fue otro. Un aviso de la policía convenció al poderoso juez Alexandre de Moraes de que el ex presidente albergaba planes de fugarse. Según el informe policial, había intentado librarse del grillete electrónico que lleva durante su arresto domiciliario.

La entrada en la cárcel del expresidente era inevitable, aunque solo por un período corto y simbólico. El recurso de sus abogados ante el Tribunal Supremo Federal aún no ha sido atendido, pero el clan Bolsonaro sabía que quedaba poco. De ahi, las sospechas de Moraes sobre una posible fuga.

Fueron respaldadas por la decisión de Flavio Bolsonaro, el mayor de los cuatro hijos del expresidente, de convocar una protesta-vigilia frente al chalé de su padre, en el centro de Brasilia. Flavio, y senador por el Partido Liberal, animó a las bases bolsonaristas a acudir a la manifestación con lenguaje que recordaba las convocatorias antes del intento de golpe en el 2023: “¿Van a luchar por su país o van a verlo todo desde su casa?”, pregunta Flavio

Moraes —calificado como dictador y tirano no solo por el bolsonarismo sino por Donald Trump y su secretario de Estado, Marco Rubio— sospechaba que la multitud sirviera como obstáculo a la policía en caso de que Bolsonaro intentase evadirse. La convocatoria de Flavio “fue el empujón que faltaba para que el supremo cerrase la puerta de la celda”, resumió la editorial en la revista Veja.

“Flavio dio el empujón que faltaba para que el Supremo cerrase la puerta de la celda”

El expresidente fue trasladado a la superintendencia de la Policía Federal en la capital brasileña a las seis de la mañana e ingresó en una celda equipada con aire acondicionado y televisión.

Eso si el precario estado de salud -que sufre las secuelas de un intento de asesinato con arma bance en 2019- dramatiza el encarcelamiento. “El señor Moraes: ¿quiere usted matar a mi padre?”, afirmó Flavio.

En una ironía de la turbulenta historia reciente de Brasil, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, que habría sido asesinado de haberse prosperado la intentona bolsonarista, fue encarcelado en 2018 en otra superintendencia —esta en la ciudad de Curitiba— durante más de un año y también se le inculpó por delitos de corrupción.

La condonación a Lula bajo órdenes del Tribunal Supremo sembró la semilla de sospecha en los redes conspiratorias del bolsonarismo de que Moraes y Lula forman parte de un complot para excluir a Bolsonaro del poder.

Moraes citó circunstancias anteriores en las que los líderes de la extrema derecha brasileña se habían movilizado para evitar la cárcel, entre ellos la diputada Carla Zambelli, actualmente encarcelada en Italia, para justificar la prisión preventiva de Bolsonaro.

La proximidad de las embajadas de Estados Unidos y Argentina, prosbleses refugios para el expresidente, fue otro factor de sospecha. “El modus operandi (...) De generar disturbios (...) Y la posibilidad de un intento de fuga a una de las embajadas cercanas a la residencia del acusado” justificaron la decisión, afirmó el juez.

Moraes hizo referencia también a la huida del otro hijo de Bolsonaro, Eduardo, actualmente afincado en Texas, desde donde ha movilizado apoyo a su padre en circuitos trumpistas.

Donald Trump calificó la noticia del encarcelamiento de su aliado como “una lástima”, una selección palabras mucho más suave que las reacciones a la condena en septiembre cuando Trump y Rubio arremetieron contra la “dictadura judicial”.

Trump se limitó a calificar el encarcelamiento como “una lástima”

El abogado de Trump, Martin De Luca, calificó el encarcelamiento como “un insulto” a EE.UU. Por la mención de Moraes de que Bolsonaro podría refugiarse en la embajada estadounidense.

El papel de Flávio, antes y después del ingreso de su padre en la cárcel, puede ser clave para entender los planes políticos de la familia Bolsonaro. Tras la detención de su padre, el hijo mayor circuló por redes sociales un discurso de indignación que parecía preparado, en el que atacó no solo a la tiranía de Moraes y Lula sino también la cumbre del clima en COP30 en Belém.

Con Eduardo Bolsonaro ya descalificado como candidato, Flávio es favorito para representar a la famila en las elecciones presidenciales de octubre de 2026. Otro posible presidenciable, la ex primera dama Michelle Bolsonaro, de fe evangélica, pidió “la justicia de Dios ya que la justicia brasileña no funcionó” en otro discurso apasionado.

El favorito para liderar la derecha en las elecciones el año que viene, Tarcisio de Freitas, gobernador de São Paulo,  calificó el encarcelamiento como una “injusticia”. De Freitas es muy  consciente de la importancia del voto bolsonarista y de no perder terreno ante Flavio.

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