Donald Trump ha declarado que Estados Unidos responderá al ataque en Siria, el cual se atribuye al Estado Islámico y ha resultado en la muerte de tres ciudadanos estadounidenses, entre ellos dos militares.
“Tomaremos represalias”, ha declarado el presidente estadounidense a la prensa al salir de la Casa Blanca en helicóptero. “El presidente sirio, Ahmed al-Sharaa, está extremadamente enojado y preocupado por este ataque”, ha expresado Trump en una publicación en su plataforma Truth Social.
Dos soldados de EE. UU. Y un intérprete civil murieron en un ataque de francotirador cerca de Palmira, según declaraciones del secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth. El Pentágono, que inicialmente señaló al Estado Islámico como responsable del incidente, añadió que tres militares estadounidenses más sufrieron heridas.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido, detalló que el agresor pertenecía a las fuerzas de seguridad sirias. Asimismo, el incidente resultó en varios militares heridos del mismo ejército durante una inspección conjunta con las tropas de Estados Unidos. Posteriormente, el atacante fue neutralizado por fuerzas aliadas.
El atacante causó heridas a diversos militares de Estados Unidos y Siria, quienes ya se encuentran en un lugar seguro.
Los lesionados fueron trasladados en helicóptero a la base de Al-Tanf, situada en las proximidades de las fronteras con Irak y Jordania, al tiempo que el jefe de las fuerzas de seguridad sirias lamentó el suceso, solicitando una mayor firmeza y un esfuerzo coordinado a escala nacional en las acciones contra el terrorismo.
En Siria, Estados Unidos ha desplegado cientos de efectivos como parte de la coalición que combate al Estado Islámico. El pasado noviembre, Siria se integró a la coalición internacional contra el EI, al tiempo que Damasco fortalece sus vínculos con naciones occidentales tras el derrocamiento del presidente Bashar al-Asad.
A pesar de que el Estado Islámico ha experimentado una derrota, todavía lleva a cabo atentados en Siria y mantiene varios miles de combatientes activos.
Tras el cese del gobierno familiar, Estados Unidos, que previamente no tenía lazos diplomáticos con Siria bajo el mandato de Asad, ha intensificado sus conexiones con la nación, lo que resultó en la visita del líder provisional Ahmad al-Sharaa a Washington, donde sostuvo un encuentro con el mandatario estadounidense Donald Trump en la residencia presidencial.
Aunque el Estado Islámico fue vencido en Siria en 2019, sus remanentes inactivos siguen perpetrando asaltos letales en la nación. La ONU estima que la organización todavía posee entre 5.000 y 7.000 efectivos en Siria e Irak.

