Para el Centro Cultural Nacional de Washington, conocido como el emblemático Kennedy Center, el segundo mandato de Trump ha pasado como un huracán.
Tras remover a la presidenta del consejo de administración y asumir el cargo, la salida de 13 directivos para dar cabida a allegados suyos —incluida la cónyuge del vicepresidente JD Vance— y la supresión de ciertos programas por considerarlos excesivamente “woke”, el político republicano ha avanzado un paso más al renombrar la organización con su propio apellido: el Trump Kennedy Center es ahora una realidad.
El dirigente modificó la composición del consejo de administración de la institución, tomando las riendas.
La resistencia de los demócratas, quienes por años han visto la institución como un tributo viviente al exmandatario John F. Kennedy —abatido en Dallas en 1963— no ha bastado para detener una acción que tildan de ilícita por no haber sido aprobada por el Congreso.
“La junta de fideicomisarios del Kennedy Center votó hoy por unanimidad nombrar a la institución The Donald J. Trump and The John F. Kennedy Memorial Center for the Performing Arts”, declaró la portavoz del centro, Roma Daravi, en un comunicado. “El nuevo Trump Kennedy Center refleja el inequívoco apoyo bipartidista al centro cultural de Estados Unidos para las generaciones venideras”.
Imagen de la fachada del inmueble, exhibiendo el rótulo “El Centro Memorial John F. Kennedy para las artes escénicas”
El mandatario de Estados Unidos busca, durante su segundo periodo presidencial, dejar una marca indeleble de su gestión en la capital del país. En consecuencia, esta iniciativa forma parte de otras acciones donde también ha renombrado edificaciones de la urbe con su apellido. Un ejemplo de esto es el Instituto de la Paz de Estados Unidos, el cual, desde hace escasas dos semanas, ahora lleva el nombre de “Instituto de la Paz Donald J. Trump”, tal como comunicó la cuenta oficial del Departamento de Estado. “Lo mejor está por llegar”, rezaba el comunicado, anticipando lo que más tarde se daría a conocer respecto al reconocido centro cultural de Washington.
Varios congresistas demócratas manifestaron que se les negó la oportunidad de participar en la asamblea, específicamente a los miembros ex officio, quienes forman parte de ella por sus funciones oficiales y por designación del Congreso. “Para que conste. Esto no fue unánime. Me silenciaron en la llamada y no se me permitió hablar ni expresar mi oposición a esta decisión”, publicó en su perfil de X la congresista Joyce Beatty, quien, junto al líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, y el líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, afirmaron no haber tenido influencia ni participación en una resolución que califican de ilegítima.
“Más allá de utilizar el Kennedy Center para recompensar a sus amigos y aliados políticos, el presidente Trump está intentando ahora colocar su nombre en otra institución pública sin autoridad legal”, señalaron los afectados en un comunicado, asegurando que al tener la categoría de memorial por la ley federal, la institución no puede ser rebautizada sin una acción del Congreso.
Trump afirma que su administración "salva" Kennedy C
Por su parte, Trump se ha manifestado sorprendido y halagado ante la resolución del consejo, a pesar de que a comienzos de este mes, el mandatario aludió a la organización como Trump Kennedy Center desde el propio estrado, al presentar la principal gala de reconocimientos artísticos del centro. Adicionalmente, el dirigente estadounidense señaló que su gobierno está “salvando” el inmueble a través de labores de rehabilitación.
“Felicidades al presidente Donald J. Trump, y asimismo, felicidades al presidente Kennedy”, stated White House spokesperson Karoline Leavitt, “porque este será un equipo verdaderamente grandioso durante mucho tiempo”.
