La divulgación de cientos de miles de documentos legales, fotografías y otras pruebas de las pesquisas sobre Jeffrey Epstein, efectuada anoche por la administración de Donald Trump, no arroja luz sobre ningún vínculo nuevo entre el depredador sexual y el mandatario. De hecho, su nombre figura escasamente en los expedientes recientes, y cuando surge es en fotografías ya conocidas o en la lista de contactos y los itinerarios de vuelo de Epstein. Asimismo, se le alude en las declaraciones tomadas por el Departamento de Justicia a Ghislaine Maxwell, excompañera del financiero, quien cumple una sentencia de 20 años de cárcel por su participación en la red de explotación sexual de menores.
The newly released documents, which due to their substantial volume will require days for thorough examination, reinforce the evidence of the wide circle of acquaintances Epstein maintained with prominent figures prior to his incarceration, initially in 2008 and subsequently in 2019, the year he passed away in a Manhattan cell (ruled a suicide by the FBI, though evidence for this is also lacking).
El gobierno de Trump dio a conocer estos expedientes justo cuando expiraba el plazo establecido por la legislación promulgada hace un mes por el Congreso, pero solo divulgó una porción, a pesar de que la ley requería la publicación de “todos” todos ellos. Además, numerosos documentos presentan extensas secciones y nombres censurados. Siguiendo la pauta de los cientos de miles de documentos revelados este año por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, los expedientes judiciales divulgados, que constituyen una fracción del total en posesión del Departamento de Justicia, demuestran que Epstein organizaba eventos con individuos prominentes y también con menores de edad a quienes explotaba sexualmente.
Aparte de Trump en raras ocasiones, entre las celebridades que figuran en las nuevas instantáneas se encuentran el exmandatario Bill Clinton; el príncipe Andrés del Reino Unido; el antiguo secretario del Tesoro de Barack Obama, Larry Summers; el exasesor y estratega de Trump, Steve Bannon; el magnate tecnológico Bill Gates; el director de cine Woody Allen; el pensador Noam Chomsky o los artistas musicales Michael Jackson, Mick Jagger y Diana Ross. No obstante, en la mayoría de las veces las fotografías se presentan sin una situación definida, como por ejemplo, si fueron capturadas en alguna de las fincas de Epstein.
De entre todas las personas, cuya conexión con Epstein ya se conocía, el político demócrata Clinton es una de las figuras que más se presenta, en numerosas imágenes, incluyendo una en un jacuzzi donde se aprecian los pies de una mujer, otra en la que se le observa nadando en una piscina junto a Maxwell, la intermediaria de Epstein, y una más que ilustra a una chica joven sentada sobre el regazo del exmandatario en lo que aparenta ser un avión.
Una de las fotografías compartidas por el Departamento de Justicia muestra a Bill Clinton relajándose en un jacuzzi, sin especificar la ubicación ni las condiciones.
Clinton admitió previamente haber utilizado el avión privado de Epstein con frecuencia, pero sostuvo que desconocía las actividades ilícitas del financiero y jamás ha sido imputado por ellas. La Administración Trump, que ha lanzado una pesquisa sobre las conexiones de Epstein con figuras demócratas como Clinton o Summers, ha destacado en sus plataformas de redes sociales la recurrente aparición de Clinton en los documentos recientemente desclasificados.
Los expedientes también demuestran que la conducta abusiva de Epstein se inició considerablemente antes de su primera sentencia condenatoria. Por ejemplo, el Departamento de Justicia ha publicado una denuncia interpuesta en 1996 contra el FBI por una fémina que describía la fijación del pedófilo por la “pornografía infantil”. A pesar de que la mujer, Maria Farmer, ha estado exponiendo públicamente al magnate durante treinta años, el FBI nunca lo había admitido.
En aquel entonces, Epstein ya era amigo de Trump, tal como el propio mandatario ha declarado, quien supuestamente cortó lazos con él en 2004, cuatro años antes de su primera sentencia. El miembro del Partido Republicano, quien se abstuvo de divulgar los documentos por varios meses, sostiene que, de haber estado verdaderamente involucrado en la red de tráfico sexual, los demócratas habrían hecho pública esa prueba durante su mandato en los últimos cuatro años.
En esta imagen compartida por el Departamento de Justicia, aparece el expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, acompañado por Michael Jackson y Diana Ross.
La procuradora general, Pam Bondi, ha contado con una amplia libertad para suprimir nombres y vedar la divulgación completa de documentos que incidan en la “seguridad nacional” o “pongan en peligro una investigación federal activa”, entre otras exenciones. La normativa igualmente exige que Bondi divulgue un extracto no confidencial detallando cada dato suprimido o reservado. Los demócratas albergan la preocupación de que el Ejecutivo oculte aquellos expedientes que pudieran ser perjudiciales para el mandatario.
Entre los materiales divulgados, se hallan aproximadamente 4.000 documentos, en su mayoría instantáneas, capturadas en gran parte por el FBI durante las inspecciones en las propiedades de Epstein en Nueva York y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos. Asimismo, se incluyen representaciones gráficas de envoltorios, expedientes y contenedores con elementos de las diversas pesquisas relacionadas con Epstein.
Los defensores de la legislación cuestionan la exhibición incompleta de expedientes: “incumple de manera flagrante tanto el espíritu como la letra de la ley”
No obstante, las presencias de Trump son escasas, particularmente al contrastarlas con los expedientes divulgados este año por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, en los cuales su nombre figuraba en incontables cadenas de correos de Epstein. En dos de dichas comunicaciones electrónicas, el financiero señaló que el presidente “sabía lo de las chicas” y “pasó horas” con una de sus afectadas.
Los legisladores Ro Khanna y Thomas Massie, un demócrata y un republicano respectivamente, quienes impulsaron la solicitud de votación para hacer públicos los archivos de Epstein, han expresado en plataformas sociales su desaprobación por la opacidad de la Casa Blanca. Massie afirmó que la difusión incompleta de documentos “incumple de manera flagrante tanto el espíritu como la letra de la ley”. Khanna describió la publicación como “decepcionante” y manifestó que procederán a “presionar para obtener los documentos reales”.


