Un total de 16 documentos se esfumaron del portal web del Departamento de Justicia, el cual detallaba información sobre Jeffrey Epstein, incluyendo una imagen del presidente Donald Trump, menos de 24 horas después de su divulgación, sin que el gobierno ofreciera explicaciones ni notificara al público. Los materiales ausentes, accesibles el viernes pero inaccesibles el sábado, comprendían representaciones de desnudos femeninos y una escena con varias fotos dispuestas sobre un mueble y dentro de compartimentos. En dicha escena, una de las fotos mostraba a Trump flanqueado por Epstein, Melania Trump y la asociada de larga data de Epstein, Ghislaine Maxwell, dentro de un cajón entre otras imágenes.
El Departamento de Justicia no respondió el sábado a las consultas sobre el motivo de la desaparición de los archivos, pero declaró en una publicación en X que “las fotos y otros materiales seguirán siendo revisados y censurados conforme a la ley, por exceso de cautela, a medida que recibamos información adicional”. En línea, la ausencia inexplicable de los documentos impulsó conjeturas sobre lo que fue eliminado y por qué no se notificó al público, reavivando el persistente interés en Epstein y las personalidades influyentes vinculadas a él.
Los demócratas del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes destacaron la imagen que faltaba en una publicación de X con Trump, escribiendo: “¿Qué más se está encubriendo? Necesitamos transparencia para el pueblo estadounidense”. Este incidente intensificó las inquietudes que ya se habían manifestado tras la muy esperada divulgación de documentos por parte del Departamento de Justicia.
Las decenas de miles de páginas de documentos revelados proporcionaron escasa información novedosa acerca de las fechorías de Epstein o de las determinaciones de los fiscales que le permitieron eludir durante años acusaciones federales significativas, al tiempo que excluyeron ciertos materiales muy esperados, como interrogatorios del FBI a las víctimas y notas internas del Departamento de Justicia relativas a resoluciones sobre imputaciones.
En las declaraciones iniciales, se ofreció poca información nueva.
Varios de los documentos más significativos que se anticipaban sobre Epstein no se encuentran en las divulgaciones iniciales del Departamento de Justicia, las cuales comprenden decenas de miles de páginas. No se incluyen las entrevistas del FBI con víctimas ni los memorandos internos del Departamento de Justicia que analizaban las decisiones sobre la presentación de cargos, papeles que podrían haber arrojado luz sobre cómo los investigadores valoraron el caso y la razón por la que a Epstein se le permitió declararse culpable en 2008 de un delito estatal de prostitución de menor gravedad.
Las deficiencias se extienden aún más. Los documentos, que una nueva ley del Congreso exige publicar, ofrecen escasa información sobre varias personalidades influyentes vinculadas desde hace mucho tiempo a Epstein, como el exmiembro de la realeza británica el príncipe Andrés, lo que reaviva las dudas sobre quién fue objeto de investigación, quién no, y hasta qué punto estas revelaciones contribuyen a la transparencia pública.
Entre la escasa información nueva se encuentra el detalle de la resolución del Departamento de Justicia de archivar una pesquisa sobre Epstein en la década de 2000, lo que le permitió declararse culpable de un cargo estatal, y una denuncia de 1996, hasta ahora desconocida, que imputaba a Epstein el robo de fotografías de menores. Las publicaciones hasta la fecha se han concentrado en imágenes de las fincas de Epstein en Nueva York y las Islas Vírgenes de EE. UU., incluyendo algunas instantáneas de personalidades famosas y figuras políticas. Se presentó una colección de fotografías inéditas del exmandatario Bill Clinton, pero muy pocas de Trump. Ambos han sido relacionados con Epstein, si bien posteriormente negaron dichas conexiones. Ninguno ha sido imputado por mala conducta en relación con Epstein, y no hubo indicios de que las fotografías tuvieran relevancia en los procesos judiciales iniciados en su contra.
Tengo la sensación de que, una vez más, el Departamento de Justicia y el sistema judicial nos están fallando.
A pesar de que el Congreso estableció un plazo para el viernes para la divulgación de todo el material, el Departamento de Justicia indicó que tiene la intención de divulgar los expedientes de manera escalonada. Señaló que el proceso de enmascarar los nombres de los sobrevivientes y otros datos de identificación es arduo. El departamento no ha proporcionado información sobre cuándo se podrían hacer públicos más expedientes.
Esta estrategia enfureció a algunos de los que acusaban a Epstein y a legisladores que se esforzaron por aprobar la legislación que forzó al departamento a tomar medidas. En lugar de significar el fin de una prolongada disputa por la transparencia, la divulgación de documentos del viernes marcó el inicio de una espera indefinida para obtener una comprensión completa de las fechorías de Epstein y de las acciones tomadas para investigarlas. “Siento que, una vez más, el DOJ, el sistema de justicia, nos está fallando”, declaró Marina Lacerda, quien afirma que Epstein empezó a abusar sexualmente de ella en su residencia de Nueva York cuando contaba 14 años.
Marina Lacerda, who escaped the sex trafficking operation run by the deceased financier Jeffrey Epstein, is shown in the middle-left during a press briefing conducted in front of the Capitol.
Numerosos expedientes con una parte considerable de sus datos ocultos o carentes de detalles contextuales.
En 2019, los fiscales federales de Nueva York imputaron a Epstein por tráfico sexual; sin embargo, él se quitó la vida en la cárcel después de ser detenido. Los documentos divulgados recientemente constituyen apenas una porción mínima de los posibles millones de páginas de expedientes que posee el departamento. Como muestra, el fiscal general adjunto Todd Blanche declaró que los fiscales federales de Manhattan contaban con más de 3,6 millones de documentos provenientes de las pesquisas sobre tráfico sexual contra Epstein y Maxwell, si bien una gran cantidad repetía información ya proporcionada por el FBI.
Gran parte de la documentación divulgada hasta la fecha ya había sido accesible previamente a través de expedientes judiciales, publicaciones del Congreso o peticiones de libertad de información, si bien, por primera vez, toda se encontraba reunida en un único sitio y de acceso libre para la consulta pública. Aquellos documentos que sí representaban novedades frecuentemente carecían del contexto pertinente o presentaban una censura considerable. Un expediente de 119 páginas identificado como “Gran Jurado–NY”, presumiblemente originado en alguna de las pesquisas federales sobre trata sexual que derivaron en las imputaciones contra Epstein en 2019 o contra Maxwell en 2021, aparecía íntegramente tachado.
Los partidarios republicanos de Trump se enfocaron en las fotografías de Clinton, incluyendo imágenes del demócrata junto a los artistas Michael Jackson y Diana Ross. Asimismo, se exhibieron fotos de Epstein con los actores Chris Tucker y Kevin Spacey, e incluso de Epstein con el periodista Walter Cronkite. Sin embargo, ninguna de las fotografías incluía descripciones ni se ofrecía una razón de su compañía. Los expedientes más significativos revelados hasta la fecha indicaban que los fiscales federales poseían pruebas contundentes contra Epstein en 2007, pero aun así nunca presentaron cargos en su contra.
Las transcripciones de las actuaciones del gran jurado, publicadas públicamente por primera vez, incluían el testimonio de agentes del FBI que describieron entrevistas con varias niñas y mujeres jóvenes que relataron haber sido pagadas para realizar actos sexuales para Epstein. La más joven tenía 14 años y cursaba noveno grado. Una contó a los investigadores que fue agredida sexualmente por Epstein cuando inicialmente se resistió a sus avances durante un masaje.
Por joven que traía, me daba $200.
Otra, quien en ese momento tenía 21 años, declaró ante el gran jurado que Epstein la había contratado a los 16 para ofrecer masajes sexuales y que posteriormente se dedicó a reclutar a otras jóvenes para realizar la misma actividad. “Por cada chica que yo traía, él me daba 200 dólares”, afirmó. La mayoría eran conocidas del colegio. “También les decía que, si eran menores de edad, simplemente mintieran y le dijeran que tenían 18”. Los expedientes también incluyen la transcripción de una entrevista realizada más de diez años después por abogados del Departamento de Justicia al fiscal federal que supervisó el asunto, Alexander Acosta, acerca de su determinación final de no presentar acusaciones federales.
Acosta, quien se desempeñó como secretario de Trabajo durante el primer período presidencial de Trump, expresó reservas sobre si un jurado daría crédito a las acusadoras de Epstein. Señaló además que el Departamento de Justicia podría haber sido más cauteloso al iniciar un proceso judicial federal en un asunto que se encontraba en la zona gris legal entre la explotación sexual y la solicitud de servicios sexuales, competencias que generalmente recaen en los fiscales estatales. “No digo que fuera la visión correcta”, agregó. También manifestó que la percepción pública actual de las sobrevivientes sería probablemente diferente. “Ha habido muchos cambios en la culpabilización de las víctimas”, declaró Acosta.
En esta imagen, que pertenece a la colección del fallecido financiero Jeffrey Epstein, quien fue declarado culpable de delitos sexuales, se aprecian inscripciones sobre la piel de una fémina.
Jennifer Freeman, the attorney representing Epstein accuser Maria Farmer and other survivors, stated on Saturday that her client feels vindicated following the release of the documents. Farmer had sought documents for years to support her assertion that Epstein and Maxwell possessed child sexual abuse imagery. “Es un triunfo y una tragedia”, she declared. “Parece que el gobierno no hizo absolutamente nada. Han ocurrido cosas horribles y, si hubieran investigado siquiera mínimamente, podrían haberlo detenido”.



