Netanyahu y Trump exhiben sintonía en su encuentro en Mar-a-Lago

El conflicto de Oriente Medio

El republicano busca desatascar el camino a la segunda fase del acuerdo de Gaza y no descarta bombardear de nuevo Irán

TOPSHOT - US President Donald Trump (center R) meets with Israeli Prime Minister Benjamin Netanyahu (center L) during a bilateral meeting at Trump#{emoji}146;s Mar-a-Lago residence in Palm Beach, Florida, on December 29, 2025. (Photo by Jim WATSON / AFP)

Netanyahu y Trump junto a sus respectivos equipos negociadores en Mar-a-Lago

JIM WATSON / AFP

Este lunes, con el asiento de Volodímir Zelenski aún caliente en Mar-a-Lago, Donald Trump recibió en su resort de Florida a Beniamin Netanyahu. Tanto en Washington como en Tel Aviv, esta reunión se presentaba como una prueba de fuego de las relaciones entre ambos países. En Israel, los asesores del primer ministro israelí confiaban que el presidente estadounidense renovara su respaldo a Netanyahu y le diera su consentimiento para llevar a cabo una nueva oleada de ataques contra Irán. En la otra orilla del Atlántico, los burócratas de la Casa Blanca esperaban que el encuentro sirviera para reforzar el compromiso de Israel con el alto el fuego en Gaza.

Trump impuso su agenda. “Tenemos cinco grandes cuestiones de las que hablar” declaró a los medios antes de iniciar la reunión. El estadounidense, que el pasado mes de octubre se atribuyó el mérito de diseñar un alto el fuego en Gaza aprobado tanto por Hamas como por Israel, pretende abordar a principios de 2026 la segunda fase del acuerdo. Según dijo el republicano a principios de diciembre, durante los primeros días del año se anunciarán los integrantes de los dos organismos previstos en su plan de 20 puntos: la Fuerza Internacional de Estabilización y la Junta de Paz de Gaza, esta última encargada de supervisar la reconstrucción de la franja durante un mandato de dos años renovable aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Aunque la primera fase del alto el fuego en Gaza no ha sido satisfactoria -Israel ha matado a al menos 400 personas desde octubre y aún queda por devolver de la franja el cadáver de un rehén israelí—, el gobierno de Netanyahu ha accedido a negociar los siguientes puntos del acuerdo. Entre ellos está la retirada militar de Israel —que sigue ocupando más de la mitad del territorio—, el desarme de Hamas y la reconstrucción del enclave palestino. En las últimas semanas, una delegación israelí se ha reunido con sus homólogos egipcios, cataríes y turcos —tres países garantes del alto el fuego de Trump—. A los encuentros han acudido también Jared Kushner, yerno del presidente, y Steve Witkoff, su enviado en Oriente Medio.

Trump dijo ayer que Netanyahu “puede ser un hombre difícil en ocasiones”, pero añadió que “en cinco minutos ya hemos alcanzado tres acuerdos [sobre el plan de paz de Gaza]”. Y tanto el uno como el otro coincidieron en que la cuestión clave es el desarme de Hamas.

Las relaciones con Siria y Turquía en el menú del encuentro entre los dos equipos

De hecho, todas las partes presentes en la negociación habían reconocido horas antes del encuentro a la prensa la frustración generalizada entre los diplomáticos por los retrasos de la delegación israelí. Y nada ha generado más desconfianza que las declaraciones del ministro de Defensa, Israel Katz, la semana pasada. El jueves, después de haber propuesto colonizar Gaza y haberse retractado más tarde por presiones de EEUU, Katz aseguró: “Israel nunca se retirará por completo [de la franja]. Habrá una importante zona de seguridad incluso después de que pasemos a la segunda fase [del alto el fuego] si Hamas se desarma”.

Según adelantó Kan, la televisión pública israelí, Netanyahu aprovechó el encuentro de este lunes con Trump para proponer un nuevo plan de ataque sobre Irán. El gobierno israelí ha aseverado en las últimas semanas que Teherán está reconstruyendo con rapidez sus capacidades militares después de la guerra de junio, en la que, en apenas 12 días, murieron 610 iraníes y 28 israelíes. El sábado, de cara a la reunión de Netanyahu y Trump en Mar-a-Lago, el presidente iraní Masoud Pezeshkian afirmó que su país está en una “guerra a gran escala con EEUU, Israel y Europa [...] Más complicada y difícil” aún que el conflicto con Irak que dejó un millón de muertos en los 80.

Este es un punto de fricción entre Netanyahu y su aliado. A pesar de la insistencia israelí, Trump reitera que las instalaciones nucleares de Irán fueron “completamente destruidas” en la guerra de junio. Durante aquellos 12 días, EEUU también lanzó, por primera vez en su historia, ataques militares directos contra plantas de enriquecimiento de uranio de la república islámica. Según cuentan algunos funcionarios israelíes a Associated Press, es improbable que Trump autorice otra operación militar israelí de gran envergadura contra Irán. Improbable, pero no imposible. De hecho, Trump declaró antes del encuentro: “He oído que Irán está tratando de construir de nuevo, y si lo están haciendo, tenemos que impedirlo” declaró. El presidente estadounidense le reclamó a Israel que colabore con el nuevo régimen sirio y trató de vencer las reticencias de Tel Aviv a la presencia de Turquía entre las fuerzas de paz en Gaza.

Los aparentes desencuentros entre Tel Aviv y Washington no impidieron que el primer ministro israelí sacara rédito político de su reunión con Trump. Netanyahu aprovechó el personalismo del encuentro, celebrado en el famoso resort costero del presidente, para mostrarse de cara a la galería como el candidato favorecido por el magnate estadounidense ante las elecciones legislativas del próximo octubre en Israel.

El presidente de EE.UU. Pide el indulto para el israelí, al que califica de “héroe de guerra”

El líder del partido derechista Likud, que aspira a un séptimo mandato, se ha promocionado a sí mismo en anteriores campañas como el mejor aliado de Trump en Tierra Santa. Aunque el republicano reconociera en octubre que trabajar con Netanyahu es “duro”, pidió personalmente a su homólogo israelí, Isaac Herzog, que concediera un indulto a Netanyahu por los casos de corrupción que lo envuelven. Ayer Trump volvió a pedir el indulto para el primer ministro israelí. “Es un héroe de guerra”, dijo. No obstante, reconoció no haber hablado con Herzog desde su viaje a Israel.

Trump, que disfruta de un 76% de popularidad dentro de Israel, frente al 40% del propio gobierno— es su mejor baza para volver a ganar la confianza de los israelíes, y, según muchos, ayer el primer ministro quiso dar el pistoletazo de salida a la campaña por una octava legislatura.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...