Si un litigio en Pensilvania u otro estado se mantiene vivo a mediados de diciembre y de su resolución depende el resultado final de las elecciones, entonces el Tribunal Supremo de EE.UU. podría intervenir, como ya hizo en el 2000. Entonces, George W. Bush ganó Florida por 537 votos, un margen del 0’009% sobre Al Gore. Este triunfo le dio la presidencia.
Trump puede pedir recuentos allí donde haya perdido por poco. Ya lo ha hecho, por ejemplo, en Wisconsin. Sus opciones de revertir el resultado, sin embargo, también son mínimas. Gore no lo consiguió cuando solicitó el recuento en el condado de Palm Beach. Y es que según un estudio de la organización Fairvote, la media de votos que cambia de manos en un recuento es de apenas 282 o el equivalente al 0,016% en unas elecciones con dos millones de sufragios emitidos.
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