Hipnosis conversacional
Baró inclina hace adelante su cuerpo sobre la mesa. Es mi postura: está acoplándose a mí gestualidad y tono. Me enseña esta y otras técnicas para sembrar confianza en mis interlocutores: “hipnosis conversacional”, le llama. Nos será útil en el trabajo, en la calle, con los amigos, en casa, con la pareja. Le avala un premio Nacional de Mentalismo y, este fin de semana, el Lmental (premio iberoamericano de Mentalismo), al demostrar que ha memorizado 1.152 páginas. Colabora con el doctor Roldán, director del servicio de anestesiología del hospital General de Catalunya, imparte clases a vendedores (Cambra de Comerç de Sabadell) y atiende adictos en su consulta (www.davidbaro.es): Baró es socio de la Scatt (Societat Catalana d’Atenció al Tractament del Tabaquisme).
Su padre era mago.
Sí. Con mi madre. De niño, yo viví en nuestro pequeño circo: girábamos por toda España.
¿Actuaba usted?
A los nueve años fui ventrílocuo.
¿Y luego?
Mago, ¡ya hace 40 años! Mago y mentalista: mi maestro fue el gran Anthony Blake.
¿Y su padre?
Murió de tabacosis . Y mi madre.
¿Fumar les mató a los dos?
Sí, por eso digo que al EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) le llamemos tabacosis . Mi madre se asfixió en mis brazos, la vi morir, siendo yo adolescente.
¡Eso marca!
Por eso aplico hipnosis para dejar de fumar: hoy consigo que un 80% de mis pacientes fumadores deje de fumar.
¿Quién le enseñó hipnosis?
Leí a Fassman, me adiestró Jeff Toussaint.
¿Con quién la aplicó?
Me autohipnoticé y mi dentista me operó.
¿Me puede hipnotizar a mí?
Depende de lo hipnotizable que sea.
¿De qué depende?
Pregunto al paciente: ¿te gusta el cine?
¿Por qué?
El cine es un trance natural. ¿Te emocionas en el cine, te metes fácilmente en la película? ¿Sí? ¡Eres sugestionable! O sea, fácilmente hipnotizable. Como yo mismo.
¿Y los demás?
El que analiza el encuadre, iluminación, vestuario y cómo está hecha la película, el que ve a Tom Hanks y no a Forrest Gump... ¡será muy difícil de hipnotizar! A esa persona le cuesta entrar en la película.
¿Hipnotizar es entrar en una película?
Exactamente eso. Y yo te meto en una película en la que el tabaco te provocará asco. Es una técnica de raíz neuronal.
Y usted es sugestionable, dice.
Y, por eso, proclive a fobias: agorafobia, amaxofobia, selacofobia...
¿Miedo a...?
Al exterior, a conducir, a los tiburones... ¡Por Tiburón ! No ves el tiburón: tu mente lo crea. Solo al final vemos el muñecote.
¿Spielberg nos hipnotizó a todos?
Sí. ¡Conseguí nadar en el tanque de los tiburones del Maremagnum! Me creé una alucinación negativa y no veía los enormes escualos. Sí me vi con ellos luego en la filmación que me hicieron nadando.
¿Qué mañas tiene en cuenta al empezar a hipnotizar a alguien?
La lengua materna, la lengua en la que tú piensas: la lengua de tu inconsciente es la única eficaz para hipnotizarte.
Defina hipnosis .
Un estado de conciencia alterada, modificada, ampliada, de concentración mental: es una meditación guiada.
¿Nada esotérico?
Nada.
¿Me dormirá usted?
No, eso ya lo hará por la noche.
¿Qué me hará, pues?
Solo le induciré a un estado de meditación guiada.
¿Con qué objetivo?
Servirá para combatir un dolor agudo o crónico; también contra las fobias, ansiedad y estrés; y contra las adicciones que nos asesinan: tabaco, alcohol ¡y azúcar!
Vamos con el dolor agudo.
Como el de mi operación odontológica.
¿Y el dolor crónico?
Fibromialgias, sobre todo. Y dolor de espalda, lumbalgia, hernia discal, ciáticas...: mejoraré su calidad de vida.
¿Y es útil la hipnosis... para seducir?
Para persuadir, con técnicas útiles para vendedores: doy clases para vendedores de la Cambra de Comerç de Sabadell.
¿Persuadir no es manipular?
Manipula el que busca su propio beneficio a costa de perjudicar a otro. Pero persuadir es en beneficio mutuo, de todos.
Deme algún ejemplo de sus técnicas persuasivas.
Diga “una de las muchas cosas que le gustará de este coche...” y añada lo que sea. ¡Eso es hipnosis conversacional!
¿Otro ejemplo de hipnosis conversacional?
En vez de “esta paella está buenísima, pero algo salada”, diga mejor: “algo salada, pero buenísima”. El pero es un borrador universal y la segunda parte es la que queda.
Otro ejemplo.
“El hecho de que estemos aquí...” y añada lo que quiera: la mente lee que es verdad que estamos aquí, y por eso entiende que será verdad lo que acto seguido añada.
Qué manipulable es nuestro cerebro...
Efecto espejo, se llama: si el otro cruza los brazos o se inclina, o habla flojo o fuerte, imítele... ¡y al acto se sentirá cómodo!
¿Para qué más sirve la hipnosis?
Para infundir autoestima. O concentrarse mejor en el estudio: tengo memorizadas 1.152 páginas de cinco novelas.