Dry Martini & Speakeasy
Entro en Palo Alto (su estudio en el Poblenou) y exclama: “¡Qué guapo, qué elegante!”. Mariscal suelta lo que le viene al corazón y es siempre cariñoso. Mariscal es alegre y poético, transparente y jovial, creativo siempre. A su alrededor orbitan colores y formas, y crea dibujos a tinta, botijos de barro coloreado, volúmenes arrobadores, platos metalizados, vasijas soñadoras, esculturas líricas entre taburete raro y bicicleta onírica. El cerebro de Mariscal es un terrado con muchas lucecitas, y hay fiesta y puedes entrar. Mariscal embellece el mundo, ahora –desde este jueves–, en la coctelería Dry Martini (Aribau-Còrsega, Barcelona) y su restaurante Speakeasy (¡gracias, Javier de las Muelas!): servirán combinados en botijo azul y ensaladas en sus boles de cerámica de Manises.
Qué bonito botijo.
Una nevera sin pilas.
¿Hace botijos ahora?
Sí. Y decoro platos y jarrones y tarros de farmacia y bandejitas y boles, de cerámica.
¡Maravillosas!
De Arturo Mora, alfarero de Manises, mago que moldea barro desde los cuatro años. Me entrega sus piezas para que yo las ensucie con mis dibujos y mis colores.
¡Siga usted “ensuciando”, siga!
Dibujo aquí mujeres que pasean, cogidas de la mano, por un jardín entre palmeras y naranjos y flores, ¿ves?
Las veo, ¡qué bonito!
Tarros medievales valencianos moriscos eran así, con sus brillos metalizados, y yo recupero hoy aquella tradición.
¡Qué bien lucirían en un bar!
A un bar irán: ve al Dry Martini y a su restaurante, el Speakeasy, que las usarán. ¡Yo adoro los bares! Y a Javier de las Muelas, que en el Gimlet nos enseñó a beber buenos alcoholes, no aquel garrafón del Zeleste.
Ha dibujado muchos bares, barras...
El bar es el lugar donde te encuentras con otros, en el bar hablas, en el bar cantas, ¡cuánto hemos cantado en los bares! Y en el bar ríes, eres feliz, y comes y bebes, en el bar besas... ¡En el bar vives!
¿Es feliz?
Sí. Hoy vivo en el campo con mis acelgas, guisantes y calabacines. Y viene mi nieta y me dice frases deliciosas. Y yo dibujo.
¿Qué le dice su nieta?
La cogí para acostarla y me dijo, muy seria: “Tú no eres dueño de mi cuerpo”, ja, ja... Y me dijo: “Xavi, hazme un dibujo, però no la palmereta de sempre”, ja, ja...
¿Desde cuándo dibuja usted?
Dibujar me salvó de la camisa de fuerza.
¿En serio?
Me lo dijo un psiquiatra. Soy disléxico. ¡Yo aún no sé sumar! Mis neuronas solo dan para entender volúmenes... y dibujar.
¡Y qué bien para todos!
Una mujer que compró un cuadro mío me dijo: “Hay mañanas en que quiero quitarme la vida, veo tu cuadro... ¡y sonrío!”.
¿Cuál fue su primera inspiración?
Revistas de principios de los años sesenta, Paris Match, Elle, imágenes de Picassos, Cézanne... Y una riada en la València de 1957.
¿Una riada?
Asoló los bajos de muchos locales. Al rehacerlos, metieron formas redondeadas y arriñonadas, colores, fórmica, acero inox , sky , vasos irrompibles de plástico ¡y neones! “Es un gas venido de Marte”, decíamos... ¡Quedé cautivado, alelado!
¡Mariscal nace ahí, ya entiendo! Y ahora veo sobre esta mesa un dibujo enorme.
De tres metros de longitud: mis garriris juegan a naipes como en Los jugadores de cartas de Cézanne, pintura que amo.
En blanco y negro: parece un Gernika, pero alegre.
¡Alto, un respeto al gran maestro! Gitano ladrón de ideas, listo y trabajador como nadie, creador de mundos. Pero todo empieza en el blanco y negro, desde luego.
Sus maestros son los niños, dice.
Los niños son las personas más inteligentes del planeta. Los niños viven siempre en el ahora y son mi modelo para vivir.
Mencionaba a sus garriris , sus personajes de cómic... ¿Cómo nacieron?
De niño yo disfrutaba con los cómics y sus personajes, que a veces decían “grrrrr”...
¡Es verdad!
Eché en falta vocales. Y se las puse: garriris. Las correrías de los garriris eran las que vivíamos con mi amigo Sefer, que ya murió y que siempre añoro mucho.
¿Y cómo anda de amor?
Vivo con una encantadora mujer que me ama muchísimo. Y me siento inmensamente querido por mis hijos y más personas, sin yo hacer nada. Lo mejor es estar con ellos sin necesidad ni de hablar.
¿Y como anda de dinero?
Trabajo para pagarme el alquiler.
¿Está usted al día de las noticias?
No me importan nada. Los periodistas se ponen muy serios para decir chorradas de Puigdemont y otros, pero a mí, lo que me importa de verdad es mi nieta cuando dice: “Avi Xavi, tú y yo somos pintadores”.
¿Execra la política?
Y el nacionalismo. Un día hablé a solas con Pujol y Ferrusola: “Ustedes no son catalanes”, les solté. ¡Se pasmaron! Y yo toqué un pino: “Él sí es catalán, con sus raíces fijadas en tierra catalana”, les dije.
Indiscutible.
La tierra no es de nadie y todos estamos de alquiler. Y añadí: “¡Las personas nos movemos de una tierra a otra, sin raíces!”.
¡Artista! No hay fronteras para el arte.
Somos simios sociales y el arte nos ayuda a no sentirnos solos. A mí me han reñido mucho por no ser serio, por jugar a divertirme con mi arte. Y hoy me reafirmo: ¡yo me divierto, yo estoy vivo! ¡Viva la vida!