La inteligencia artificial no está sustituyendo a los científicos, sino redefiniendo su papel. Así lo defiende Oriol Vinyals, uno de los investigadores más influyentes del mundo en aprendizaje profundo, que considera que la gran transformación que vive hoy la ciencia no tiene que ver solo con la automatización de procesos, sino con un cambio profundo en la manera de pensar, investigar y formular conocimiento.
Vicepresidente de Investigación en Google DeepMind y referente mundial en el desarrollo de modelos de inteligencia artificial, Vinyals sostiene que herramientas como los grandes modelos de lenguaje están rompiendo cuellos de botella históricos en la investigación científica.
La inteligencia artificial nos libera de ejecutar cada experimento para concentrarnos en lo esencial”
“Nuestra tarea como científicos está cambiando: pasamos de hacer cada uno de los experimentos a centrarnos en formular las preguntas adecuadas para hacer avanzar la ciencia y beneficiar a la humanidad”, afirma.
Según el investigador, la IA permite acelerar procesos que durante décadas han limitado el progreso científico, desde la simulación hasta el análisis masivo de datos, liberando tiempo y energía para el pensamiento conceptual, la creatividad y la intuición humana. Un ejemplo paradigmático es AlphaFold, el sistema que revolucionó el estudio del plegamiento de proteínas y que ha tenido un impacto directo en la biología, la medicina y el desarrollo de nuevos fármacos.
Pero este avance tecnológico también plantea dilemas de fondo. Vinyals habla del llamado “dilema del constructor”: la pregunta de si, al crear sistemas cada vez más inteligentes, los humanos están diseñando su propia obsolescencia. Frente a esta visión, propone una lectura más optimista y transformadora: la IA como una aliada que amplifica las capacidades humanas y permite explorar territorios científicos hasta ahora inaccesibles.
La IA ya está rompiendo cuellos de botella científicos históricos y acelerando descubrimientos que antes requerían décadas
Desde su experiencia en Google DeepMind, donde ha participado en desarrollos clave como Gemini, Vinyals defiende una ciencia impulsada por la curiosidad colectiva y por la colaboración entre disciplinas. Considera que los grandes avances surgen precisamente en los cruces entre campos distintos, una idea que conecta con su propia trayectoria formativa, marcada por la combinación de matemáticas, telecomunicaciones e inteligencia artificial.
Doctor honoris causa por la UPC
En este contexto, la Universitat Politècnica de Catalunya reconoció la trayectoria de Oriol Vinyals con el doctorado honoris causa en un acto celebrado el 26 de noviembre en el Auditori del Vèrtex del Campus Diagonal Nord. El reconocimiento fue apadrinado por el profesor Eduard Alarcón, de la ETSETB y adjunto a la dirección del CFIS, que destacó el perfil interdisciplinar, pionero y humanista del investigador. Durante la ceremonia, el rector de la UPC, Francesc Torres, subrayó que la investidura simboliza el talento, el rigor científico y la capacidad de transformación que nace de las aulas de la universidad, así como la responsabilidad de formar líderes en inteligencia artificial con una mirada ética y social. En el acto también participaron el vicerrector de Política Universitaria, Santiago Silvestre, y la secretaria general, Neus Cónsul, además de representantes académicos e institucionales.
Mirando al futuro, Vinyals cree que la clave no estará únicamente en desarrollar sistemas más potentes, sino en hacerlo de manera responsable, con una reflexión profunda sobre su impacto social y humano. “A través de nuestras preguntas, nuestras ideas y nuestra creatividad colectiva, trazaremos el rumbo de una nueva era de descubrimientos”, afirma.
La curiosidad humana, las ideas creativas y las grandes preguntas marcarán el rumbo de la próxima era de descubrimientos”
En definitiva, para Oriol Vinyals, el verdadero potencial de la inteligencia artificial no reside solo en su capacidad de automatizar tareas, sino en cómo redefine el papel de los científicos. En su opinión, la IA libera tiempo y recursos para lo esencial: la curiosidad, la creatividad y la reflexión crítica.

