Las Claves
- La Universitat de Barcelona y la Fundació Tot Raval crean una cátedra para combatir la deserción escolar y las desigualdades educativas en el Raval.
- El proyecto
La Universitat de Barcelona y la Fundació Tot Raval han formalizado un convenio clave para hacer frente a las disparidades formativas y mitigar la deserción académica temprana en una de las zonas de la urbe con mayor fragilidad social.
Esta alianza se materializa mediante la instauración de la Càtedra UB Fundació Tot Raval d’Acció Comunitària per a l’Equitat Educativa al Raval, vinculada a la Facultad de Educación, que surge con el propósito de transformar el saber universitario en un instrumento de cambio social inmediato.
Esta iniciativa dispone del respaldo de la Fundación SEAT-CUPRA y se enfoca en impulsar el paso hacia la formación postobligatoria.
Esta reciente cátedra consolida una relación anterior entre los dos organismos y representa un avance en la cooperación entre el ámbito académico y el entorno social. En el transcurso del evento inaugural, el rector de la UB, Joan Guàrdia, enfatizó que este proyecto es una propuesta “imprescindible para mantener vivo el compromiso con la igualdad de oportunidades”, al tiempo que el responsable de la Fundació Tot Raval, Òscar Esteban, resaltó la naturaleza pionera del convenio, algo infrecuente entre un centro universitario público de gran tamaño y una organización muy vinculada al sector formativo de una zona urbana.
La finalidad de esta cátedra resulta exigente: disminuir en un 25 % la deserción estudiantil temprana y acortar en un 5 % la diferencia actual entre los registros del vecindario y el promedio de Barcelona, favoreciendo igualmente un tránsito más estable hacia la formación postobligatoria.
El objetivo es disminuir en un 25 % la deserción académica temprana en una de las zonas con mayor fragilidad social de Barcelona.
Las estadísticas subrayan la dimensión del desafío. Si bien Catalunya ha disminuido paulatinamente la deserción académica, registrando un 13,7 % en 2024, continúa excediendo significativamente el promedio de Europa. En distritos con gran fragilidad social, tales como el Raval, el panorama resulta todavía más alarmante: apenas tres de cada cuatro adolescentes consiguen titularse en la ESO y el índice de deserción temprana sobrepasa el 26 %, prácticamente duplicando el registro global de la urbe. Tales indicadores demuestran que se requieren actuaciones concretas y duraderas a largo plazo.
La cátedra estructurará sus actividades en torno a cuatro pilares fundamentales. Para comenzar, desarrollará un diagnóstico detallado de los elementos que provocan el bajo rendimiento escolar y las brechas de aprendizaje en el vecindario. Tomando como base estos hallazgos, fomentará planes de instrucción constante destinados a expertos socioeducativos, representantes vecinales y componentes del sector educativo. La difusión del saber representará otro aspecto esencial, con la finalidad de consolidar la labor comunitaria e incrementar la efectividad de las medidas adoptadas.
Para concluir, la totalidad de las acciones pasará por un examen metódico, con el fin de cuantificar los logros y perfeccionar permanentemente el esquema de intervención.
