Miguel Becerro es un vecino de Noalejo, Jaén, que desde hace meses hace un uso mínimo de su patio debido a la desgastada relación de su vecina después de que esta arroje ácido clorhídrico a su casa, informa Jaén Hoy.
La señora, de unos 80 años, comenzó esta práctica hace dos años tras quejarse a Miguel Becerro del ruido de su calefacción. El hombre no quiso problemas y ante las quejas cambió el sistema por uno insonoro.

Guardia Civil.
No obstante, la relación continuó erosionándose y Miguel Becerro acudió a la Guardia Civil para denunciar la situación. Tras la celebración del juicio en el pasado mes de abril, la razón cayó del lado de Miguel Becerro, pero la multa de seis euros diarios durante un mes fue insuficiente para el propio denunciante.
La señora ha vuelto a las andadas, provocando que Miguel Becerro presentándose otra denuncia, aunque esta vez con menos frutos.
”Voy a la policía y me dicen que eso debe ir al juzgado. Voy al ayuntamiento y me dicen que ellos no pueden intervenir. Parece que uno está completamente indefenso”, cuenta.
Una situación que ha generado temor en Miguel Becerro por su familia y los suyos. “En cualquier momento va a pasar una tragedia. No quiero que ocurra, pero esta situación es insostenible”, se sincera.