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Investigan a un profesor de Religión de Málaga por presuntos abusos a menores

En Cártama

Fueron algunos padres los que detectaron inicialmente el problema a finales de octubre a través del relato de sus hijos

Imagen de recurso de varios niños entrando en su centro educativo. 

Fernando Sánchez - Europa Press / Europa Press

Un profesor de Religión de un colegio público de Cártama está siendo investigado por presuntos abusos sexuales a varios menores de Infantil y Primaria. El docente, con más de 30 años de experiencia, fue detenido por la Guardia Civil y quedó en libertad provisional tras pasar a disposición judicial.

La voz de alarma la dieron inicialmente cuatro familias a finales de octubre, aunque el número de casos comunicados ha ido aumentando desde entonces, según ha avanzado Diario Sur. Los progenitores comenzaron a sospechar cuando una de las niñas pronunció una palabra de carácter sexual que no se utilizaba en casa y relató episodios vinculados a un peluche que, supuestamente, el profesor utilizaba para crear un personaje a través del cual se producían los abusos.

La menor mencionó al personaje del peluche en un contexto de juego, lo que llevó a sus padres a preguntar a otras familias, que también indagaron hasta llegar a la conclusión de que los niños podían haber sido víctimas de abusos.

El profesor, presuntamente, les daba regalos a los menores como recompensa tras los episodios de tocamientos

Tras las primeras investigaciones llevadas a cabo por los familiares directos de los alumnos, los pequeños describieron episodios de tocamientos a través de ese personaje ficticio del peluche y explicaron que el docente les daba regalos como pulseras o pequeños juguetes a modo de recompensa. En algunos casos, además, el profesor habría indicado a los menores que no debían contar nada porque “era un secreto”, tal y como detalla el medio local.

El centro no tomó medidas, según denuncian los padres

Antes de acudir a la Guardia Civil, las familias aseguraron que pusieron los hechos en conocimiento de la dirección del centro, sin embargo, según han argumentado, el colegio no activó los protocolos de protección a menores ni adoptó medidas inmediatas. Ante esta situación, se interpuso una denuncia en las instalaciones de la Benemérita.

Una vez que la Inspección confirmó que la denuncia había sido presentada, el “servicio arbitró las medidas necesarias para garantizar la seguridad de los menores, sin que llegasen a aplicarse en tanto que, al día siguiente y antes del comienzo de la jornada escolar, la Guardia Civil actuó de inmediato una vez efectuada la denuncia”. “Desde ese momento, la dirección del centro ha actuado conforme a las instrucciones dadas por los agentes de la Guardia Civil”, han indicado fuentes de caso.

Asimismo, han señalado que el Servicio de Inspección de la Delegación Territorial dio traslado a la Inspección General de la Consejería, encargada de comunicar el caso al Ministerio de Educación, “administración competente para el establecimiento de las medidas disciplinarias del profesorado de Religión de la etapa de Primaria”. El profesor ha sido apartado del centro de manera cautelar. 

El Obispado de Málaga reitera su respeto por la “presunción de inocencia”

Por su lado, el Obispado de Málaga emitió un comunicado tras conocer la investigación por la prensa. Según el texto, no consta ninguna denuncia previa en el expediente del profesor en más de 30 años de servicio docente, toda vez que señalan que el maestro sostiene su inocencia.

La diócesis subraya que, “desde el respeto a la presunción de inocencia”, condena cualquier abuso a menores o personas vulnerables y defiende la necesidad de denunciar estos casos. El Obispado manifestó también su confianza en un pronto esclarecimiento de los hechos “por el bien de todas las partes, especialmente de los alumnos y sus familias”, y aseguró estar a disposición de las autoridades para colaborar en lo necesario.

El documento aportado recoge además el testimonio publicado por Málaga Hoy, en el que un padre relata que la menor llegó a casa mencionando el nombre del peluche y terminó explicando, “jugando para no asustarla”, que el maestro supuestamente se bajaba los pantalones y les “decía a las niñas que le toquen” sus genitales y que “cuando los niños no son varones se enfada”, dice el rotativo. El escrito refleja que “después de tocarlo”, le entregaba, presuntamente, “regalitos”.