¿A la tercera irá la vencida?. Esta es la pregunta se harán los vecinos de Molins de Rei al conocer que el ministerio de Transportes lleva a licitación, por tercera vez, las obras para convertir la estación de tren de esta localidad en accesible para personas con movilidad reducida a través de ascensores para cruzar de un andén a otro. El equipamiento sale así de un limbo en el que entró en el año 2023, cuando las obras se pararon y la reforma se quedó a medio hacer. Se exploró que una empresa pública se hiciera cargo de los trabajos, pero finalmente esta opción se ha descartado y la eterna actuación saldrá de nuevo a concurso público esta vez por valor de 13,16 millones de euros, según han confirmado fuentes de Transportes a La Vanguardia.
Este es un episodio aciago dentro del sistema de obras públicas que arrancó mucho antes. Fue en el año 2019 cuando por primera vez se anunció la instalación de los ascensores, entre otras mejoras en la estación. El concurso público, con un valor estimado de siete millones de euros, lo ganó una empresa presentando una oferta por dos millones menos. Estaba previsto que los trabajos se iniciaran en marzo del 2020, pero coincidió con la pandemia de la covid. Cuando los empleados pisaron el terreno, la firma ganadora de la licitación renunció al proyecto. No le salían los números.
El proyecto sale a licitación por tercera vez después del fracaso de los dos primeros concursos públicos
La segunda licitación pública, ganada por otra empresa por 6,2 millones, completó la primera fase del proyecto en el año 2022. Se renovó el vestíbulo de la estación y se instaló un ascensor para acceder a ella, que no cumple el cometido de convertir el equipamiento en totalmente accesible porque no sirve para ir de un andén a otro pero sí facilita la entrada al recinto. Por ejemplo, cuando se llega a Molins de Rei procedente de Barcelona, hay que atravesar escaleras o un paso a nivel.
Pero la segunda fase de esta reforma necesitó una modificación del proyecto inicial, entre otros motivos para adecuarse a los nuevos estándares de seguridad. También se incluyó un segundo acceso por el otro lado de la estación, al estilo Cornellà de Llobregat, y se modificaron algunos métodos constructivos para limitar la afectación a los vecinos de la zona. Pero con esta modificación, a la segunda empresa ejecutora tampoco le salían los números y renunció al proyecto. Así, las obras llevan paradas desde Semana Santa del año 2023.
Y ahora, tras descartar la ejecución directa a través de una empresa pública, la reforma de la estación vuelve a salir a licitación para buscar la firma que la ejecute, por un valor que escala a 13,16 millones de euros, entre la escalada de precios producida a lo largo de estos años y las mejoras incorporadas en el proyecto.
De hecho, si a la tercera va la vencida y no surgen nuevos problemas, la reforma será más ambiciosa que la planteada inicialmente. Concreta el ministerio que se prolongarán los andenes a 200 metros útiles “adaptándolos a los nuevos sistemas de señalización de Adif”, que se emplearán “nuevos métodos constructivos diseñados para ejecutar las actuaciones con la mínima afectación posible al vecindario” aunque algunos trabajos deberán ejecutarse en horario nocturno, y que se llevará a cabo un “nuevo edificio de acceso en el lado montaña de las vías, manteniendo el compromiso con una reclamación histórica del Ayuntamiento”.
Las obras tienen un plazo de ejecución de 16 meses y arrancarán el año que viene
Además de los nuevos ascensores, entre otras mejoras también se renovará el paso inferior bajo vías de accesos a unos andenes que tendrán nuevo pavimento y configuración del bordillo para adaptarse a la “normativa de accesibilidad” y se instalarán “nuevas marquesinas de 75 metros de largo”.
Todo esto tendrá un plazo de ejecución de 16 meses. ¿Pero cuándo se retomarán las obras?. Desde el ministerio no se da una fecha concreta, pero si la licitación sale ahora, con agosto de por medio, reconocen que los obreros volverán a trabajar en la estación de Molins de Rei el año que viene.