L’Hospitalet y Esplugues ganan una isla verde con el estreno de la renovada plaza de la Bòbila
Transformación urbana
El proyecto metropolitano cose el espacio público en la frontera entre los dos municipios con más verde y espacios para organizar actividades
La renovada plaza de la Bòbila, que une los límites entre l'Hospitalet y Esplugues
El espacio que durante los últimos diez años ha acogido el mercado provisional de Can Vidalet vuelve a ser una gran plaza ciudadana, que ahora renace como isla verde. Los ayuntamientos de l'Hospitalet y Esplugues de Llobregat, junto al Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB), han presentado la nueva plaza de la Bòbila este sábado. Con estas obras, que han durado 12 meses y han tenido un coste de más de tres millones de euros, la imagen de este lugar da un giro importante.
La plaza de la Bòbila se trata de un centro neurálgico donde se encuentran los límites municipales de ambas ciudades y donde confluyen varias calles en un espacio común que reúne gran parte de los equipamientos de la zona: el nuevo mercado de Can Vidalet, el centro cultural La Bòbila, la biblioteca municipal y el CAP.
La renovada plaza, de unos 11.000 m² de superficie, se trata de un espacio público renaturalizado, que cohesionará los límites entre los dos municipios y en la que se ha incrementado el verde urbano, con nuevos espacios más amplios y accesibles.
Espacios para realizar actividades y con menos coches
La estrategia de remodelación se ha basado en la necesidad de contar con espacios de poca pendiente, de modo que se puedan realizar cómodamente diversas actividades, como ferias, espectáculos o juegos infantiles.
La plaza se organiza ahora en tres niveles diferenciados. En el más bajo, vinculado a la biblioteca La Bòbila, se ha construido una pérgola cubierta con placas fotovoltaicas que generarán sombra y suministrarán energía eléctrica a la biblioteca y al centro cultural. En el nivel intermedio, entre el paso diagonal que cruza la calle de la Maladeta (situada al sureste de la plaza) con el nuevo mercado de Can Vidalet, ahora se ubica la principal zona de estancia de la plaza y una gran área de juegos infantiles. Y en el nivel más alto, totalmente pavimentado, se encuentran los accesos al CAP.
Uno de los accesos al mercado de Can Vidalet
El proyecto ha implicado también la urbanización de un tramo de la avenida de Severo Ochoa (en Esplugues recibe el nombre de avenida del Torrent) que antes era básicamente un aparcamiento y que ahora se transforma en una rambla con la acera lateral ampliada y nuevo arbolado.
Más sombra y mejor gestión del agua
En tiempos de emergencia climática y de búsqueda de refugios climáticos, especialmente en verano, uno de los objetivos principales de la renovación ha sido reducir el efecto de la isla de calor urbana. La vegetación y el arbolado permitirá disminuir hasta 2 °C la temperatura respecto al pavimento de asfalto.
En caso de fuertes lluvias, también se ha pretendido favorecer el ciclo natural del agua, con pavimentos blandos y permeables que han de actuar como esponjas al absorber el agua y permitir que se infiltre lentamente en el terreno. Así, en caso de tormentas, se evitan acumulaciones de agua en la calzada o el subsuelo.