Una pareja ha sido testigo de cómo el mejor día de sus vidas se torcía hasta convertirse en una pesadilla. Según ha informado Diario de Mallorca, los recién casados han demandado a la empresa que organizó su boda en una finca mallorquina, tras considerar que el servicio no cumplió con lo acordado en el contrato.
La Audiencia ha dado la razón, aunque solo en parte, al matrimonio, sentenciando que la empresa organizadora de eventos debe abonar a sus clientes 2.500 euros por los perjuicios que sufrieron en un día tan importante para ellos.
El DJ de la boda no llegó a reproducir la canción acordada para el baile nupcial
Tal y como destaca el diario mallorquín, la joven pareja contrató los servicios de una empresa para que se encargara de todos los detalles de la organización del evento. En las conversaciones previas ambos acordaron colocar unas sillas para los testigos durante la ceremonia, una mesa de dulces, entrega de regalos para los niños y la coordinación de un DJ.
Cuando llegó el gran momento, los novios observaron que en el espacio dónde iban a casarse la empresa no había colocado las sillas para los padrinos, que debido a ello no pudieron participar en la boda. Asimismo, denunciaron que el banquete fue muy desorganizado y que el calor era insoportable porque se rompió el aire acondicionado. La comida no era la que habían contratado y consideraron que las cantidades servidas “eran ridículas”.
La empresa que organizó el evento no instaló la mesa de dulces y no hizo entrega de los regalos a los invitados
Tras la cena, la joven pareja comenzó la fiesta, pero no pudieron protagonizar el baile inicial, ya que no el DJ no reprodujo la canción acordada. Pero esto no fue todo: la tarta nupcial se colocó ya cortada en una mesa de la sala, no se entregaron regalos, no se instaló la mesa de dulces y la boda terminó antes de la hora acordada.
La situación le generó un ataque de ansiedad a la novia durante el día de su boda, llegando a tener una discusión con la organizadora del evento sobre la hora en la que tenía que terminar la fiesta. Los novios habían pedido que continuara hasta las tres de la mañana, pero una hora antes ya se puso fin a la celebración.
Los recién casados, que pagaron más de 9.000 euros por la boda, se sintieron engañados por la organizadora del evento por lo que decidieron demandarla. La petición de ser indemnizados fue rechazada por el juez, considerando que no se había producido un incumplimiento grave del contrato.
La Audiencia considera que el hecho de que no hubiera aire acondicionado en la sala y se tuvieran que utilizar ventiladores, teniendo en cuenta el fuerte calor, sí supuso una incomodidad para los novios y los invitados. Por este motivo, merecen una indemnización de 2.500 euros.

