Es evidente que hombres y mujeres necesitan comer bien para mantener la salud. Ahora bien, comer bien no es exactamente lo mismo para ambos. Las diferencias fisiológicas y de composición corporal hacen que los requerimientos nutricionales sean algo distintos. De entrada, las mujeres necesitan, a igual edad y características físicas, menos energía. Esto quiere decir que, comiendo igual, ellas tendrán mayor tendencia a engordar. También que con la misma dieta adelgazante probablemente ellos perderán más peso. De la misma manera a igualdad de peso y actividad física, la mujer tolera menos cantidad de alcohol. Y necesita menos agua.
En cambio las mujeres, a lo largo de su vida reproductiva, necesitarán más cantidad de hierro, su carencia más frecuente en esta etapa. Por tanto, los alimentos que lo aportan como la carne, los huevos, el marisco o las legumbres son importantes. A veces el tiempo nos iguala. Esto es lo que pasa entre los 45 y los 50 años. La disminución de la actividad hormonal hace a la mujer tan vulnerable frente a la enfermedad cardiovascular como a ellos. Por tanto su dieta deberá cuidar mucho este aspecto. En fin, sea por más o por menos , no necesitamos exactamente lo mismo.