Habilitarán cajeros automáticos móviles en pueblos pequeños sin oficina bancaria
Contra la exclusión financiera
La Diputación de Barcelona pondrá en marcha este servicio con un autobús en aquellos municipios de la provincia huérfanos de puntos para extraer dinero en efectivo
Una persona extrae dinero de un cajero automático
Se calcula que solo en la demarcación de Barcelona hay un centenar de municipios con menos de 5.000 habitantes sin cajero automático o entidad bancaria y algunas áreas son especialmente críticas, en zonas menos metropolitanas del Berguedà, Osona, Moianès o Anoia.
El reordenamiento del sistema bancario con el cierre masivo de sucursales ha acentuado un problema que denuncian desde hace tiempo distintos colectivos, sobre todo las personas mayores ante la brecha digital. En España hay 1,3 millones de ciudadanos que se encuentran en una situación vulnerable para acceder a dinero en efectivo, según un informe del Banco de España.
Nueva iniciativa
Los cajeros portátiles se integrarán en un autobús y darán servicio a un centenar de poblaciones de la provincia de Barcelona
Si en grandes ciudades ya supone un quebradero de cabeza para muchos usuarios, este déficit se agrava en las zonas más despobladas que no disponen ni siquiera de una oficina bancaria. Para revertir esta situación, la Diputación de Barcelona pondrá en marcha cajeros móviles en un centenar de municipios huérfanos hoy en día de este servicio. El ente provincial trabaja para que un dispositivo o dos se integren en autobuses cumpliendo con la normativa aplicable de seguridad y resolviendo aquellos problemas de conectividad que se dan todavía en algunas partes del territorio.
La iniciativa, con una inversión estimada de unos 250.000 euros, se encuentra en proceso de elaboración con la previsión de que se haga un concurso público a finales de este año o principios del 2023 al que podrán presentarse bancos o entidades proveedoras de efectivo.
La idea es adjudicar el contrato antes de que finalice la legislatura de la Diputación de Barcelona en mayo para que el cajero portátil ya sea una realidad este verano. Para ello, se realizarán diferentes rutas en función de las distancias y dimensiones de la localidad una vez o dos veces a la semana en unas horas prefijadas. Así que si algunos residentes de pueblos en los que no hay ambulatorio fijan en el calendario la visita semanal del médico, también empezarán a hacerlo con el cajero móvil en un futuro no muy lejano. Además, habrá personal para atender las dudas de los usuarios y facilitar las gestiones de este sistema, bautizado como ofibus. La Diputación de Barcelona se ha inspirado en otros entes provinciales, como el de Valladolid, que ha impulsado una iniciativa de similares características.
En el fondo, se trata de una medida de urgencia y provisional a la espera de que se materialice el reciente pacto entre el Gobierno y las patronales bancarias para la instalación de al menos de un cajero automático en aquellos municipios de más de 500 habitantes sin sucursal bancaria. Una medida que llega después de que el Parlament aprobase una proposición de ley para elevar a las Cortes Generales y el Senado instara al Estado a actuar en este sentido.
En este proceso, la institución provincial planteó hace unos meses instalar cajeros fijos en 60 municipios en dependencias municipales por lo que tras estas novedades ha optado ahora por esta nueva iniciativa que se aplicará en un centenar de poblaciones. “Hasta que la medida estatal no se haga efectiva y alcance a todo el territorio que hemos determinado buscamos esta solución para gestionar el mientras tanto tal como nos piden muchos ayuntamientos”, destaca Marc Verdaguer, diputado del área d’Innovació, Governs Locals i Cohesió Territorial de la Diputación de Barcelona. Por este motivo, el servicio se plantea por un periodo inicial de unos dos años para luego realizar un primer análisis de su funcionamiento.
Cajeros en quioscos, centros cívicos o en el metro
Ante la reducción de sucursales, el Ayuntamiento de Barcelona prepara una iniciativa para que se habiliten cajeros automáticos en equipamientos municipales, especialmente en aquellos emplazamientos más frecuentados por personas mayores, como centros cívicos o casals d’avis. No son las únicas ubicaciones previstas para extraer dinero en efectivo en la capital catalana. Un acuerdo entre el Consistorio y las organizaciones de quiosqueros contempla la instalación de 125 cajeros automáticos, entre otros servicios. La red de metro de la ciudad también prevé reforzar este tipo de máquinas.
Los técnicos también señalan que este proyecto permite reducir costes al ser un dispositivo móvil y no fijo. “Hay que tener en cuenta que la dificultad de acceder a dinero en efectivo afecta sobre todo a una población envejecida y en algunos casos más extremos, como en el Berguedà, han de desplazarse en coche media hora o 45 minutos”, remarca Verdaguer.