El gobierno del alcalde Jaume Collboni está pergeñando la reforma de las calles Princesa, Jaume I y Ferran a fin de que constituyan de verdad todo un eje entre el parque de la Ciutadella y la Rambla. La iniciativa todavía se encuentra en sus primeros pasos, pero el distrito de Ciutat Vella ya publicó estos días la licitación de los trabajos previos y de la redacción del anteproyecto de la reforma de Princesa, y también de los estudios técnicos de Jaume I y de Ferran “de cara a abordar una futura conexión entre las tres calles y crear así un eje con continuidad”.
“Esta actuación es un primer paso clave para ganar espacio de paseo en una de las calles principales en el barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera –subraya Albert Batlle, teniente de alcalde y también concejal responsable del distrito de Ciutat Vella–. Nuestro objetivo es impulsar el comercio de la zona y mejorar la conexión con la futura Via Laietana y, más adelante, con la Rambla, y de este modo también poner en valor el patrimonio arquitectónico de este punto tan céntrico”. Únicamente el presupuesto de esta licitación sumará unos 353.000 euros. De esta manera el ejecutivo municipal confía en contar muy pronto con un buen torrente de ideas.
“Queremos fomentar los usos vecinales y comerciales de barrio”, dice el concejal de Ciutat Vella
El punto de partida del gobierno del alcalde Collboni es que tan significativos viales ofrezcan cierta solución de continuidad. “Se trata de una manera de religar el corazón del distrito y aprovechar las mejoras que se están llevando a cabo en la Via Laietana y en la Rambla –abunda el teniente de alcalde Batlle–. De este modo queremos repensar este espacio central de Ciutat Vella para fomentar usos vecinales y comerciales, de ciudad pero también y principalmente de barrio”. Además, aquí todo se antoja muy duro y agreste, y el Ayuntamiento quiere aprovechar el tercio para incorporar el verde en la medida de lo posible. Hablamos de unos viales muy principales que se encuentran en una situación muy delicada. De todas formas las obras no empezarán en ningún caso antes del 2026.

A veces la convivencia entre peatones, ciclistas y transportistas se complica en la calle Ferran
La pandemia se ensañó especialmente con las calles Ferran y Jaume I. Entonces cerraron muchos negocios, y ante aquella inquietante sucesión de persianas metálicas muchos rebautizaron estas calles como la milla de plomo . Y luego, encima, tomaron el relevo un montón de tiendas especializadas en camisetas con mensajes muy groseros. ¿Y recuerdan la farmacia emblemática La Estrella? En su lugar abrió una tienda de productos relacionados con el cannabis que hace meses cerró debido a las desavenencias de sus responsables. El histórico lugar no hace otra cosa que acumular pintadas desde entonces. Además, la mala convivencia entre vehículos de carga y descarga, bicicletas y peatones dificulta el paseo.

La calle Jaume I ha de hacer de enlace entre los barrios del Gòtic y de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
La situación en Princesa es menos grave. A este lado de la Via Laietana funcionan comercios muy reconocidos como El Rei de la Màgia o la pastelería Brunells, y entre las también abundantes tiendas de souvenirs encubiertas también encontramos lampisterías, bares de barrio y otros comercios de proximidad. Además, en los alrededores abundan los negocios artesanales. Pero el paseo también se antoja muy incómodo. Hace mucho que los comerciantes reclaman unas aceras mucho más anchas, y también una nueva iluminación que también mejore la seguridad. Aquí muchos delincuentes se pasan la tarde calle arriba y calle abajo.
El teniente de alcalde también subraya que las diferentes propuestas también han de potenciar los elementos patrimoniales y emplear materiales que respeten el entorno. Los arquitectos también deberá prestar especial atención a los cruces y espacios adyacentes. El Ayuntamiento confía en adjudicar esta licitación en febrero del año que viene.
Crisis de limpieza
Guerra por las basuras en el Raval
Pese a que en el último Consell del Raval el edil Batlle dijera que el barrio “está limpio como una patena” y cuestionara la información de La Vanguardia sobre cómo el incivismo está generando grandes acumulaciones de basuras por las calles, el Ayuntamiento instaló en los últimos días numerosos carteles para pedir a la ciudadanía que no abandone sus bolsas en el espacio público. Entretanto la Xarxa Veïnal del Raval y otras entidades denuncian que el Ayuntamiento retira de tanto en tanto las pancartas que cuelgan a modo de protesta precisamente para reclamar a los vecinos que echen sus desperdicios a los contenedores. “Retiran las que se ven más, las que están más escondidas no las ven....”.