Siete estaciones separan el metro de Barcelona de la plena accesibilidad
Infraestructuras
Las obras en marcha acabarán con un punto negro para las personas con movilidad reducida como el de plaza Espanya
La estación de plaza Espanya acaba de estrenar unos ascensores de acceso al vestíbulo de la L3
El centenario del metro es una cifra redonda que cuando quedaba todavía lejana se puso como meta para que el 100% de las estaciones fuese accesible. A las puertas de una celebración que arrancará el 30 de diciembre, el hito de la plena accesibilidad aún no se ha conseguido del todo.
Siete instalaciones son las que faltan para considerar adaptadas todas y cada una de las 165 estaciones de la red de metro de Barcelona. De esas siete, cuatro están en obras (Espanya, Clot, Ciutadella Vila Olímpica y La Pau) y está previsto que cuando acabe el centenario se hayan finalizado los trabajos.
Se resolverán así puntos negros de accesibilidad como el de plaza Espanya, que en los últimos años ha dejado imágenes de personas en silla de ruedas siendo sacadas en brazos por otros viajeros. Hasta ocho ascensores en distintos puntos se están instalando desde hace más de tres años, en un proyecto que está en la fase final y que ha incluido también otras mejoras.
Las escaleras de salida de metro son una barrera infranqueable para personas con movilidad reducida cuando no hay un ascensor
Para más allá del 2025 quedarán tres estaciones –Urquinaona, Plaça de Sants y Verdaguer–, que son tan complejas por su arquitectura interior como importantes por el papel de intercambiadores centrales que juegan. En estos casos los proyectos no tienen fecha de finalización clara, aunque fuentes del departamento de Territori aseguran que esperan tener “en el 2028 el 97% de las estaciones adaptadas y el resto en ejecución”.
La primera en iniciar trabajos será Verdaguer, que empezarán en enero del 2025. El resto, no tienen un calendario concreto definido, se encuentran o en licitación o aún en tramitación inicial a cargo del departamento de Territori. Aunque el metro es gestionado por Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), es la Generalitat quien se encarga de obras de infraestructura como la adaptación a personas con movilidad reducida.
Obras de accesibilidadEn curso
-Espanya (L1 y L3)
-La Pau (L4)
-El Clot (L1 y L2)
-Ciutadella Vila Olímpica (L4)
Obras de accesibilidadPendientes
-Verdaguer (L4 y L5)
-Plaça de Sants (L1 y L5)
-Urquinaona (L1 y L4)
Esas siete estaciones son una barrera infranqueable para aquellas personas que se mueven en silla de ruedas o tienen problemas de visión, pero lo cierto es que representan una parte muy pequeña del conjunto de la red de metro si se compara con otras ciudades europeas. Por no hablar de las americanas o asiáticas. “Pese a ser una red centenaria, es de las más accesibles del mundo, pocos están a nuestro nivel”, celebra Xavier Flores, consejero delegado de TMB, que remarca la evolución desde los años 90, cuando se empezaron a instalar los primeros ascensores y escaleras mecánicas, y que permite situar a día de hoy la plena accesibilidad de la red en el 93%.
Un salto entre el tren y el andén en varias estaciones obliga a actuar en puntos que se daban por resueltos
Dicho porcentaje corresponde a 12 estaciones de las 165 existentes en lugar de las siete anteriormente citadas porque en algunas de ellas hay ascensores desde el exterior hasta el andén, pero en ese último lugar se produce un salto entre el tren y el andén. Es algo que anteriormente se consideraba aceptable pero los nuevos estándares de accesibilidad ya consideran desfasado.
Es el caso, por ejemplo, de Virrei Amat y Maragall, ambas en la L5, que formalmente constan como adaptadas con ascensores pero TMB no considera plenamente accesibles a día de hoy. La Generalitat y la operadora están buscando soluciones para resolver este aspecto también en los próximos años, en una evolución que probablemente lleve a tener que perfilar aspectos que se dan por buenos y que exigirán mejoras en el futuro.
Cupón especial de la ONCE en motivo del centenario
Todo ello va surgiendo del trabajo conjunto de TMB con el Institut Municipal de Persones amb Discapacitat y la ONCE, que en los últimos años ha dado pie a la instalación de unas etiquetas inteligentes que informan de las incidencias y de los horarios y que desde hace unos meses se han extendido en toda la red y para todos los usuarios.
Representantes de TMB y la ONCE muestran el cupón conmemorativo del centenario
La cooperación entre TMB y la ONCE también quedará reflejada en un cupón que se sacó del bolsillo ayer durante la presentación el delegado de la ONCE en Catalunya, Enric Botí. “Dos trozos de papel rectangular que llevo siempre en el bolsillo, el cupón de la ONCE y la T-Mobilitat”, bromeó Botí. El cupón del próximo sábado 28 de diciembre rendirá homenaje al centenario del metro con una imagen histórica de Josep Brangulí tomada en la antigua estación de Aragón, actual Passeig de Gràcia, donde también arrancará oficialmente el centenario el 30 de diciembre.