Joan Delort se jubila mañana y deja atrás cuatro décadas dedicadas al sector público, en el que ha encadenado de forma ininterrumpida los principales cargos de responsabilidad en materia de seguridad y prevención tanto en la Generalitat como en el Ayuntamiento de Barcelona. Desde 1985 ha encontrado acomodo en gobiernos de distinto color político que han valorado su capacidad de gestión y su experiencia para confiarle la dirección de la policía, del tráfico, de los bomberos y de la protección civil.
A lo largo de su trayectoria ha desempeñado cargos de responsabilidad en gobiernos del PSC, CiU, ICV y ERC. La última ocupación que figurará en su dilatado currículum será la de director de Bombers, puesto para el que fue designado por el Govern de Pere Aragonès y que ha mantenido con el president Salvador Illa. “Creo que se valora mi experiencia y mi visión de lo que es el sector público”, comenta Delort en conversación con La Vanguardia .
Su primer contacto con la función pública se inició en 1979 cuando ingresó como agente de la Guardia Urbana de Barcelona y su última ocupación ha sido la de director de Bombers
Su primer contacto con la función pública se inició en 1979 cuando ingresó como agente de la Guardia Urbana de Barcelona. En apenas seis meses fue escogido como jefe de la policía local de Barberà del Vallès para luego desembarcar en 1983 en Sant Feliu de Llobregat de la mano del alcalde Francesc Baltasar, de ICV.
Con apenas 29 años fue propuesto para ejercer de jefe de la policía municipal de Girona a petición del alcalde Joaquim Nadal, del PSC. “Fue una época en la que estaba todo por hacer a nivel de modernización, de crecimiento de la plantilla y de impulso de la escuela de policía municipal de Girona”, recuerda.
Participó en el despliegue de los Mossos y ve al cuerpo “más consolidado y más maduro”
Su experiencia en el mundo de la coordinación de las policías locales fue valorado por el conseller de Governació Xavier Pomés, de CiU, que pensó en él como subdirector de las policías locales en un momento, en 1997, en el que se iniciaba el despliegue de los Mossos y requería coordinarse con los cuerpos municipales.
Aquel primer cambio de un ayuntamiento socialista a un Govern convergente levantó algunas críticas. “Recuerdo que algunos me dijeron que me vendía por un plato de lentejas. Después de tantos cambios no pueden existir tantas lentejas”, bromea.
El 155 y el mayor Trapero
Dice que “el 155 hizo mucho daño” y denuncia la imputación por sedición al mayor Trapero
Delort destaca que fue con los consellers Xavier Pomés y Montserrat Tura con quienes mejor trabajó sobre todo por el reto que tenían por delante de desplegar un cuerpo de policía. Echando la vista atrás se muestra orgulloso de haber contribuido al crecimiento de los Mossos, cuerpo al que ve “más que consolidado”. Ahora tiene todas las ventajas y problemas de cualquier policía madura”, sostiene.
Delort confía que con el Govern de Illa se entre en una etapa de “estabilidad” después de unos años en los que “se ha utilizado los Mossos políticamente”. Reprocha que se han cometido errores, “algunos relativos al jefe del cuerpo” al que se ha relevado cada vez que cambiaba el Govern, al tiempo que tampoco olvida que “el 155 hizo mucho daño ” y denuncia la imputación por sedición al mayor Trapero. “Lo que se le hizo con él no tiene nombre”, lamenta.
Hacia una etapa de “estabilidad”
Confía que con el Govern de Illa se entre en una etapa de “estabilidad” después de unos años en los que “se ha utilizado los Mossos políticamente”
Fue secretario de Seguridad Pública con Tura y también con el conseller Joan Saura, con quien vivió la etapa “más compleja y complicada”, con mucha conflictividad social y grupos antisistema muy activos, etapa en la que tuvo que afrontar algunas crisis como las cargas contra los estudiantes anti-Bolonia o el kubotán. “Ahora no hay tanta conflictividad y la policía puede centrarse en la cotidianidad”, reflexiona.
También ocupó durante cuatro años la gerencia de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona durante la alcaldía de Xavier Trias, cuando se logró bajar los datos delincuenciales y aumentar la percepción de seguridad de la ciudadanía.
Más disuadir que detener
Recuerda que “las estrategias dirigidas a disuadir y no tanto a detener son mucho más exitosas”
Ante la situación actual, en la que la ciudad trata de revertir la situación de inseguridad causada por los hurtos de los multirreincidentes, Delort recuerda que “las estrategias dirigidas a disuadir y no tanto a detener son mucho más exitosas. Hay determinados tipos de delitos que se tienen que perseguir y evitar que se cometan para que la gente pueda vivir de forma segura y sentirse segura”, remarca.