El casal de jóvenes Girapells, situado en el distrito de Horta-Guinardó, dejará de ser gestionado por el Consell de la Joventut d'Horta-Guinardó a partir del 30 de abril de 2025. En su lugar, la administración pasará a ser tramitada mediante un proceso de concurrencia pública. Los actuales gestores del casal desconocen qué entidad asumirá la gestión en el futuro. Hasta ahora, el centro ha funcionado bajo un modelo de gestión cívica con el apoyo del Consell de la Joventut d’Horta Guinardó.
El Ayuntamiento de Barcelona afirma haber detectado dinámicas poco efectivas en la gestión del Girapells. Por ello ha decidido implementar un nuevo modelo de administración que combina la participación de los colectivos implicados con una gestión técnica a cargo de profesionales. El objetivo, según el Consistorio, es garantizar un buen funcionamiento del centro y reconstruir la relación del casal con su entorno.
Un cambio de paradigma
La administración de este centro ha recaído siempre sobre el Consell de la Joventut, que delegaba las tareas en asambleas semanales. No obstante, con la entrada de una nueva directiva sobre gestión cívica en 2023, el Ayuntamiento estableció nuevos criterios para adjudicar espacios públicos a entidades sin ánimo de lucro a través de concursos abiertos. Esta medida afecta progresivamente a casales de jóvenes, centros cívicos y entidades culturales a medida que los convenios actuales vayan finalizando.
El secretario general de Casals de Joves de Catalunya , Josep Maria Ballesteros, critica la postura del Ayuntamiento y afirma que ha mostrado una doble cara en su postura sobre la gestión cívica de estos espacios. Según Martí, uno de los usuarios y coordinadores de las asambleas del casal, han actuando de forma “paternalista e infantilizando a los implicados”,
Falta de transparencia
Los voluntarios del casal y los jóvenes que participan en sus actividades han expresado su malestar por la gestión de este proceso, debido a una falta de transparencia sobre el futuro del centro. “Llevamos entre ocho y nueve años gestionando este espacio, y de repente dejaremos de hacerlo sin saber cuáles serán las nuevas medidas”, denuncia Martí.
Según las bases del procedimiento de concurrencia pública para adjudicar la gestión cívica del Casal de Jóvenes Girapells, la entidad gestora debe ser una organización sin ánimo de lucro con al menos cinco años de trayectoria y arraigo en el distrito. El convenio vigente, cuenta con una subvención anual de 106.034,62 euros para cubrir gastos operativos. Entre las responsabilidades y los objetivos de la futura entidad pública figuran la transparencia económica, el mantenimiento del equipamiento, el cumplimiento normativo y la promoción de la participación juvenil, colaborando con redes comunitarias para asegurar la participación y la sostenibilidad interna del centro.
Inquietud entre los usuarios
Uno de los principales temores entre los usuarios del centro es que el cambio de gestión afecte el acceso del tejido asociativo del barrio a este espacio.
Según ellos, la falta de claridad ha generado preocupación, sobre todo ante la posibilidad que el centro cierre temporalmente durante la transición.
En una reunión reciente entre la federación de los casales de jóvenes y el área de Joventut del Ayuntamiento se aseguró que la nueva administración no alteraría el funcionamiento del centro. Sin embargo, la falta de moderación y la presión del tiempo, con el concurso público todavía pendiente de publicación, ponen en riesgo la subrogación de las cuatro trabajadoras actuales del centro. Ante estas preocupaciones, el Ayuntamiento afirma que se están ultimando los trámites para publicar las bases de adjudicación, con la voluntad de mantener el centro abierto durante el cambio.
Lluís Rabell, concejal del distrito de Horta-Guinardó, y la administración del distrito han sido criticados por su falta de mediación en el proceso. Amenazados por la situación, los voluntarios han iniciado una campaña de defensa bajo el lema “no ens apagaran”.

Frase y hashtag reivindicativos del centro
Modelo educativo
Una organización con 19 centros federados
Desde hace años, Barcelona promueve una lucha firme por la integración de los casales de jóvenes como espacios de educación social entre los jóvenes y participación ciudadana. Pretenden educar en la participación y crear un espacio de unión y ocio donde los jóvenes se sientan libres de prejuicios. En el territorio barcelonés, se encuentran 19 casales federados, 18 de ellos distribuidos en seis distritos de la ciudad y uno en Badalona. A través de la federación Casals de Joves de Catalunya, estos centros se reúnen una vez al mes con el ánimo de consolidar una fuerte sociedad civil e implementar un funcionamiento fresco e innovador para que los jóvenes realicen actividades. La filosofía tanto del Plano de Adolescencia y Juventud como del Plano de Equipamientos y Servicios Juveniles es dar soporte a estos proyectos autogestionados para fomentar la participación, la autonomía y el empoderamiento juvenil