El Àrea Metropolitana volverá a redactar su futuro plan urbanístico

El territorio de aquí al 2050

Los ayuntamientos plantean cambios sustanciales en el texto del PDUM aprobado inicialmente hace dos años

18 - 05 - 2018 / Barcelona / Vistas aereas zona garraf - desde avion / foto: Llibert Teixido - Vista de Barcelona desde el Valles - Collserola en primer termino

Vista aérea de Collserora, el gran pulmón verde metropolitano, y al fondo, la ciudad de Barcelona y parte del Baix Llobregat

Llibert Teixidó

El Plan Director Urbanístico Metropolitano (PDUM) vuelve a atascarse. El texto, que sienta las bases de cómo debe ordenarse el territorio conformado por Barcelona y los 35 municipios de su entorno hasta el 2050 –los espacios naturales, los edificables, la vivienda, las infraestructuras, las vías para la movilidad, los corredores verdes, las nuevas áreas de centralidad, las de actividad económica...–, aprobado inicialmente hace dos años por el Àrea Metropolitana (AMB), se volverá a redactar. Así lo ha comunicado el este ente a los ayuntamientos, a los que ha presentado un documento, al que ha tenido acceso La Vanguardia, donde se detallan los siguientes pasos a dar. La intención es incorporar buena parte de las propuestas que han hecho los gobiernos locales y que suponen cambios sustanciales por lo que debe darse este paso atrás.

Entre los aspectos más destacados de la propuesta de PDUM del 2023 figuran diez grandes avenidas metropolitanas pensadas principalmente para el transporte público en superficie (bus rápido o tranvía) y la movilidad activa (bicicleta y desplazamientos a pie), que con calles, conectores y caminos alcanzan 870 km de ejes verdes. También 15 nuevos ámbitos de centralidad que configuran una metrópolis policéntrica ( Quatre Camins, Porta Diagonal, Baricentro, Montcada Bifurcarció, El Prat Nord, Porta Delta, Porta Diagonal, Besòs Central..). El documento estima un aumento del 4,2% de suelo no urbanizable, hasta 32.000 hectáreas, el 51% del total. Para la planificación viaria y ferroviaria, prevé una reducción del 50% del uso del vehículo privado, que la mitad de los desplazamientos se hagan a pie o en bici y que al menos el 30% se efectúen en transporte público. Asimismo contempla la construccion de hasta 217.000 nuevas viviendas, 120.000 de las cuales de precio asequible y, de estas últimas, 62.000 de alquiler social.

La nueva hoja de ruta fija que la AMB celebre reuniones bilaterales con los ayuntamientos para abordar las cuestiones que han planteado y que este verano tenga listo un texto refundido que pueda recibir la segunda luz verde inicial en el primer trimestre del 2026. Después de un nuevo periodo de información pública, debería obtener el visto bueno provisional en marzo del 2027, justo antes del final del actual mandato municipal. Aquí acabaría el trabajo del ente metropolitano. Acto seguido, el documento pasará a las comisiones de urbanismo de Barcelona y metropolitana, dependientes de la Generalitat, para que les den el visto bueno y el PDUM quede aprobado definitivamente en el 2027 –difícil– o el 2028.

Una nueva propuesta de PDUM se llevará a una segunda aprobación inicial en el primer trimestre del 2026

La aprobación inicial del actual texto, en marzo del 2023, justo antes de las elecciones municipales, ralentizó los siguientes pasos a dar. El periodo de información pública, que debía acabar en octubre de ese año, se prolongó dos meses, y el de presentación de informes por parte de los ayuntamientos, que finalizaba en enero del 2024, se alargó hasta mayo para dar tiempo a los nuevos consistorios y a la propia AMB. Además de estudiar las peticiones, 5.498 en total, procedentes de las alegaciones de particulares (el 56%) y de las aportaciones de los municipios (el 39%) y sectoriales (el 5%), se llevaron a cabo conversaciones con la Generalitat y con el Ayuntamiento de Barcelona, dos actores clave en el proceso.

“Teniendo en cuenta que se plantean cambios sustanciales, hemos decidido evolucionar la propuesta”, confirma Damià Calvet, vicepresidente de Políticas Urbanísticas y Espacios Naturales de la AMB, el responsable político del PDUM. Pero precisa que la nueva redacción “no supondrá comenzarla desde cero ni rehacerla; buscamos mejorarla y facilitar que se apruebe, que el texto tenga casi carácter definitivo”. El también concejal de Junts en el Ayuntamiento de Barcelona, que conoce bien el asunto porque ya estuvo implicado en su etapa de conseller de Territori y en anteriores responsabilidades en ese departamento, no contempla más demoras. “Si no acabamos nuestro trabajo en el presente mandato –alerta– sería un fracaso para todos”.

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El 26% de las peticiones recibidas ha sido aceptado total o parcialmente y el 28% se está considerando. El 10% se ha rechazado, el 29% son aclaraciones y el 5% se ha desestimado porque no corresponde al PDUM. Las propuestas, 3.187 en total, afectan a elementos que tienen que ver con actuaciones de transformación de interés metropolitano y de generación de polaridad, como las nuevas centralidades (el 35%), la estructura urbana y social (12%), funciones y estructuras urbanísticas (11%), infraestructuras verdes (30%) y de movilidad (9%).

De cumplirse el nuevo calendario, la Generalitat daría luz verde definitiva al plan entre el 2027 y el 2028

Además de dar salida a las cuestiones planteadas por los ayuntamientos, con la nueva redacción se quiere, según consta en el documento que detalla los pasos a seguir, “reforzar la claridad y simplificar el relato metropolitano” del PDUM. Y se citan los ejes que componen el modelo territorial, como la infraestructura verde, la estructura urbana y social, el sistema policéntrico o el de infraestructuras de movilidad y de servicios ambientales. También cómo se define y construye ese modelo (elementos estructurantes y actuaciones de interés) y se regula (clasificación del suelo, principalmente). Se busca además que el despliegue el plan sea “flexible”, su aplicación “sencilla” así como “garantizar su seguridad jurídica”.

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