Segunda comparecencia en una semana en el Congreso de los Diputados del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente. En esta ocasión para responder en el pleno de la Cámara baja a las preguntas de la oposición sobre el estado su negociado. Con dos frentes muy definidos: aviones y trenes. Sobre los primeros, ha blandido datos de récord de viajeros y de vuelos. Sobre lo segundo, entre otras cosas, ha vuelto a descartar, como le ha pedido Junts, que FGC substituya a Renfe como operador en Catalunya. “La red de Ferrocarrils es de juguete al lado de la de Rodalies”, ha sostenido.
El diputado Isidre Gavín, como ya hiciera la semana pasada, ha reclamado que la empresa pública de raíz catalana sea la que se haga cargo de la red ferroviaria. Lo ha justificado por el buen funcionamiento y la puntualidad de los trenes que van hacia el Vallès, Igualada o Manresa y ha recordado que para Ferrocarrils, el retraso ya se admite cuando el tren llega tres minutos tarde, algo, ha lamentado, que en el caso de Renfe sucede a los 15 minutos. Puente le ha recordado al aforado de Junts que la red de Rodalies es “la más extensa y antigua” de España. Un malla en la que, además, los trenes de cercanías comparten espacio con los de media y larga distancia y con los de mercancías. Un maridaje de difícil encaje que casa mal con una infraestructura vulnerable y unos convoyes anticuados. “Ferrocarrils funciona casi como una red de metro, y les felicito por cómo funcionan si se compara con el suburbano de Madrid”, ha aprovechado el ministro. También ha dicho que la red de Ferrocarrils no llega al 10% de la extensión de Rodalies, cosa que no es del todo cierta porque Renfe tiene por delante 1.200 kilómetros en Catalunya, por casi 300 kilómetros de vías para FGC.

Pasajeros, en el aeropuerto de El Prat
Puente también ha dado cuenta sobre la situación aeroportuaria española. Lejos de responder a las críticas de la oposición, que le ha afeado problemas en algunos aeropuertos durante el verano, sobre todo en el control de pasaportes, amén de las huelgas de personal de tierra, se ha entregado en cuerpo y alma a los datos positivos registrados en el presente año. Entre el 1 de enero y el 31 de julio, siempre según datos del ministerio, el tráfico de pasajeros en los aeródromos de Aena creció un 4,1% respecto al mismo periodo del 2024. Fueron 183,4 millones de viajeros y 1,55 millones de vuelos, un 4,5% más. Julio fue, además, el mes de la historia con más trajín en los aeropuertos.
Datos de Aena
Los aeropuertos han superado este año en 32 ocasiones el récord de vuelos en un día registrad en 2024
Si se echa la mirada a los datos anteriores a la pandemia, el incremento total de vuelos está por encima del 13%, unos números, ha indicado Puente, “únicos en el mundo”. También en el presente ejercicios se ha superado en 32 ocasiones el registro máximo de vuelos del 2024. El techo de ese año se alcanzó el 10 de julio, con 7.886 operaciones. En 2025 se ha vapuleado esa marca, y el nuevo tope ha quedado establecido en los 8.103 vuelos (empate entre el 5 de julio y 9 de agosto). El debate ha terminado como de costumbre: lluvia de datos optimistas por parte del Gobierno y reproches de la oposición con ejemplos concretos sobre el terreno.