El Govern ultima su gran estocada a los competidores de los taxistas de Barcelona

La guerra del taxi

Arrancan los trámites de una ley que pretende acabar con los VTC por todo el área metropolitana

Un Uber recogiendo a unos turistas en Plaza Cataluña

Un coche de alquiler con conductor y varios taxis al fondo en la plaza Catalunya, una imagen que podría dejar de ser cotidiana

Ana Jiménez

El Govern de la Generalitat ultima su estocada definitiva a los principales competidores de los taxistas catalanes. Arrancó este mismo martes la tramitación de la próxima ley de transporte de pasajeros en vehículos de hasta nueve plazas, de una nueva ley del taxi llamada principalmente a barrer del área metropolitana de Barcelona el sistema que Uber, Bolt Cabify otras multinacionales vienen aplicando en tantas otras grandes ciudades del planeta.

Si todo sale adelante tal y como en estos momentos tiene previsto el Govern, tal y como adelantaron este martes representantes del departament de Territori, los vehículos de alquiler con conductor también conocidos como VTC dejarán de funcionar a efectos prácticos como taxis por las calles de la capital catalana y únicamente podrán contratarse como servicios especiales con al menos un par de horas de antelación. Su papel será entonces el de llevar a la gente a una boda, un bautizo o una feria comercial.

Si la propuesta sale adelante Uber, Cabify y Bolt no tendrán más remedio que operar mediante taxis

De manera que Uber, Cabify y Bolt tendrán que cambiar su modelo de negocio por estas latitudes, operar principalmente a través de taxistas que accedan a trabajar con sus aplicaciones a cambio de pagarles una comisión y asumir las tarifas oficiales dictadas por las administraciones públicas. El precio de la carrera no podrá fluctuar entonces en función de las leyes de la oferta y de la demanda.

Los taxistas, por su parte, se verán obligados a realizar una catarsis. No podrán rechazar ningún servicio, cualquier trapicheo les saldrá muy caro, las multas por engañar a los usuarios se verán multiplicadas, algunos hasta tendrán que estudiar catalán y obtener como poco el nivel B1... y si la flota actual no es capaz de asumir la demanda ciudadana tendrán que aceptar que se habiliten nuevas licencias de taxi y repartir el pastel entre más gente. Taxis y coches de alquiler con conductor incorporarán una especie de caja negra que permitirá controlar sus movimientos.

Un taxi y un coche de alquiler con conductor en el centro de Barcelona

Un taxi y un coche de alquiler con conductor en el centro de Barcelona

ANA JIMENEZ

La renovación de la ley del taxi se fragua desde hace un lustro. La vigente data del 2003, cuatro años antes de la aparición del primer iphone. Y Barcelona se pone al día emprendiendo un camino hacia un futuro alternativo a los escenarios de las principales urbes del mundo. Como en Regreso al futuro II . Pero no lo hace a bordo de un Delorean plateado con Michel J. Fox al volante, sino en el asiento de atrás un taxi amarillo y negro conducido por Alberto Álvarez, alías Tito . El fundador de Élite Taxi se reveló como todo un Maquiavelo con aires de boix noi . Nadie le paró los pies a tantas multinacionales.

El Govern prevé que su nueva norma entre en vigor a finales del año que viene. Este martes por la tarde los representantes del departamento de Territori dieron cuenta de su hoja de ruta a los principales representantes de los taxistas. En los próximos días tendrán otros encuentros a buen seguro menos plácidos con el resto de los sectores implicados. La guerra del taxi está aún muy lejos de su armisticio.

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A los propietarios de las licencias VTC nada de esto les coge por sorpresa. Hace mucho tiempo que empezaron a verlas venir y a preparar multimillonarias reclamaciones a la Generalitat. Las patronales de este sector también subrayarán que la nueva normativa dejará sin empleo a cerca de 4.000 personas. La guerra judicial que se avecina tendrá unos cuantos escenarios. El Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ya advirtió en el 2023 que no se puede limitar la actividad de los coches de alquiler con conductor para proteger al taxi, que las restricciones siempre han de fundamentarse en criterios de interés general, como la protección del medio ambiente.

En estos momentos en las calles de Barcelona prestan servicio mediante alguna aplicación entre 2.500 y 3.000 coches de alquiler con conductor. Se trata de una estimación. Buena parte de ellos lo hacen de manera irregular porque no cuentan con el doble permiso pertinente para realizar trayectos dentro del área metropolitana. Este proyecto de ley comporta la desaparición de 600 de los cerca de mil vehículos VTC autorizados. Las otras 300 se encuentran respaldadas por diversas sentencias judiciales, e irán desapareciendo a medida que caduquen las prórrogas estipuladas.

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