La eclosión de los patinetes vivida tras la pandemia ha tocado techo en Barcelona. Los vehículos de movilidad personal siguen muy presentes en las calles de la capital catalana, pero no parecen ir a más. Según las observaciones realizadas por el RACC en la quinta edición del barómetro sobre la movilidad en este medio de transporte, los desplazamientos en patinete se han reducido un 4% respecto del año pasado.
Lo que no ha cambiado con el paso del tiempo es el incivismo, que persiste entre muchos usuarios de patinetes e incluso en algunos aspectos va a más. Uno de cada cuatro no respeta los semáforos ni los pasos de peatones. Este último comportamiento ha empeorado un 12% en la nueva edición del estudio. También sigue uno de cada diez circulando por la acera aunque esté prohibido y un 13% circula contra dirección.
Con todo, y aunque pueda cundir la sensación generalizada de que los patinetes hacen lo que quieren en la ciudad, dos de cada diez han sido multados en algún momento. El motivo principal es un exceso de velocidad, un aspecto que en los carriles bici en calzada es respetado en su gran mayoría, pero que se incumple de manera flagrante en los paseos compartidos con peatones y en los carriles bici que aún quedan en acera, donde la limitación es de 10 km/hora y es casi imposible de cumplir.
“Prácticamente solo con ponerlo en marcha ya se superan los 10 km/h”, reconoce el director del área de movilidad del RACC, Cristian Bardají, que apuesta por hacer bajar a los usuarios del patinete en esos puntos de convivencia con peatones como posible solución.
Mientras que las conductas negativas persisten, la incorporación del casco, en cambio, ha sido mayoritaria. Desde que se aprobó la nueva ordenanza municipal que obliga a llevarlo, su uso se ha disparado y ha alcanzado el 91% frente al 40% del año pasado, cuando muchos creían que la dirección general de Tráfico les obligaba a ello aunque aún no se hubiese desarrollado el reglamento municipal.
El año que viene será obligatorio tener un seguro para patinetes, pero el 93% de los usuarios lo desconocen
El RACC confía en que suceda lo mismo con la obligatoriedad de contratar un seguro específico. El Gobierno ha aprobado una nueva regulación que entrará en vigor en el 2026 y establecerá la obligatoriedad de tener todos los patinetes registrados y con un seguro de responsabilidad civil, pero falta por desarrollar la letra pequeña, que defina si se puede incorporar al seguro del domicilio, como se puede hacer con las bicis.
En todo caso, el presidente del RACC, Josep Mateu, remarca que “por atropellar a una persona pueden pedir 20.000 euros, y la mayoría de gente que va en patinete no es consciente”. De hecho, según el informe elaborado por el club de movilidad, el 93% desconoce la futura obligación del seguro y solo uno de cada nueve ya lo tiene contratado.
La incógnita es si la obligatoriedad del seguro repercutirá en el uso del patinete y reducirá su peso en la movilidad urbana. A día de hoy, representan el 0,8% de los desplazamientos en la capital catalana, según los datos de la encuesta de movilidad en día laborable de la Autoritat del Transport Metropolità (ATM).
El perfil más habitual del usuario es un joven de entre 18 y 35 años que realiza más de dos viajes diarios de menos de cinco kilómetros y que ya se ha habituado a este medio de transporte porque viene usándolo desde hace más de dos años. El 70% de ellos tienen carnet de conducir, e incluso la mayoría dispone de vehículo propio, pero apuestan por el patinete.
La prohibición de estos vehículos a bordo del transporte público ha alterado la movilidad al 40% de los encuestados
Los viajes que ahora hace subido en su patinete, antes los hacía en transporte público. La principal diferencia se da entre los desplazamientos dentro de la capital catalana y los que son de ámbito metropolitano. Mientras que a nivel urbano son mayoritariamente por ocio, en los que entran y salen de Barcelona se atribuyen en su gran mayoría a trabajo o estudios. Muchos de ellos seguramente podrían combinar una parte del viaje en patinete y otra en transporte público.
De hecho, cuatro de cada diez encuestados declaran que sus desplazamientos habituales se han visto afectados por la prohibición. Aun así, solo un 20% ve interesante que puedan volver a subirse estos artilugios a buses, metros y trenes, en donde la ATM los prohibió tras la explosión de uno de ellos en un vagón de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC).
Un 20% menos de accidentes
El número de accidentes en patinete se ha reducido de manera importante por segundo año consecutivo. Hubo 606 durante el 2024, un 8% del total de siniestros registrados en Barcelona. Esta cifra es un 20% inferior a la del 2023, consolidando una tendencia a la baja ya iniciada el año anterior. La perspectiva es positiva también para este 2025. Hasta el día de hoy no se ha producido ningún accidente mortal en patinete en la capital catalana, mientras que desde el 2022 había dos fallecidos cada año.
Los heridos graves se han estancado, igual que el uso del patinete, con 19 durante el 2024, de los cuales 14 fueron los propios conductores y cinco, peatones atropellados. La colisión es el accidente más habitual, representa dos de cada tres siniestros. Le siguen los atropellos. En ese sentido, el 55% de los encuestados por el RACC se declara vulnerable cuando circula en patinete por la ciudad, siendo los autobuses y los vehículos mal aparcados los principales culpables, y los cruces y las rotondas los lugares que consideran peor diseñados.
