Unos cuantos agentes de la Guardia Urbana se plantaron ayer en el solar del Ayuntamiento de Barcelona ubicado entre el pasaje Boné y la calle Lepant. El que fuera profesor de expresión corporal y baile de la primera edición del programa de televisión Operación Triunfo y coreógrafo de la segunda montó su hogar en este rincón del barrio del Baix Guinardó durante los últimos años. Aquí Lawrence De Maeyer y su esposa Tatiana Kovshova levantaron un dormitorio y una cocina, instalaron placas fotovoltaicas y un retrete portátil, plantaron macetas y unos cuantos bancos, como en los anuncios de las grandes cadenas dedicas al bricolaje. Kovshova asegura que no tenía ni idea de que la fecha de su desalojo ya estuviera fijada, que los policías sacaron algunos de sus enseres, que no le permitieron volver a entrar en el solar...
“Unos técnicos nos ofrecieron una noche de alojamiento., pero preferimos acercanos a casa de unos amigos –prosigue la mujer–. Afortunadamente ya estaba guardando nuestras cosas en un trastero. Sabíamos que estaban preparando nuestro desalojo, pero pensábamos que nos avisarían con más tiempo, que nos darían un poco de margen”.
Tatiana y Lawrence, en el solar donde se instalaron hace unos cuantos años
El bailarín y su esposa recompusieron su vida en un espacio que el Ayuntamiento dedicará a un nuevo CAP
El Consistorio tiene previsto ceder este solar y otras fincas adyacentes a la Generalitat a fin de que construya aquí el nuevo CAP del barrio. Ya hace tiempo que el ambulatorio de toda la vida se quedó muy pequeño. Fuentes municipales explican que el Ayuntamiento guardará las pertenencias de la pareja en un almacén municipal y que le ofrecerá todo el asesoramiento y acompañamiento que corresponde.
Momentos previos al desalojo producido este jueves
De Maeyer viene a decir que no está pidiendo que le regalen nada, que después de unos cuantos años muy oscuros azarosos y turbios al final consiguieron levantar la cabeza, que a cambio de un alquiler asequible estaría dispuesto a reformar lo que fuera con sus propias manos... “Ahora estoy trabajando como jardinero –detalla De Maeyer–. Voy y vengo por diversas localidades del área metropolitana. Hice una formación. Pero mis contratos son temporales. Tengo muchas dificultades para alquilar un piso de una manera convencional. Pero cuando Tatiana se opere el tobillo podrá volver a trabajar con regularidad. Ahora es que no puede estar de pie muchas horas...”. La verdad es que lo de la vivienda está cada día peor por esta latitudes.
El antiguo profesor de danza de Operación Triunfo, Lawrence de Maeyer
¿Y de veras que usted fue profesor de expresión corporal y baile de la primera edición de Operación Triunfo? “Sí, claro –responde De Maeyer pinchado un enlace de YouTube en la pantalla de su teléfono–. Aquí estoy en plena clase con Bisbal y Bustamante ¡hace más de veinte años! Tengo muy buenos recuerdos de todos aquellos muchachos, de todos. ¡Tenían tantas ganas de aprender! El ambiente era maravilloso. Y en la segunda edición trabajé como coreógrafo. Fue una gran experiencia. Pero allí lo que hacíamos era un programa de televisión, y yo era bailarín. En realidad no es lo mismo. Quizás debí haber sido más espabilado, quizás fui un poco ingenuo... pero quise continuar con mi carrera”.
La sonrisa de De Maeyer resplandece mientras recuerda los conservatorios en los que estudió, las giras que emprendió, sus viajes por Europa, Sudamérica, África... ¿Y qué diantres pasó? ¿cómo acabó en un solar? “Bueno, la crisis me cogió de nuevo en Barcelona, impartiendo clases en varios lugares –continúa, ahora con el rictus más serio–... y de repente la gente dejó de pagar para aprender a bailar, y las academias comenzaron a cerrar, y dejaron de contratarme... Aquello fue muy duro”. Y poco a poco todo se derrumbó, se descompuso, se vino abajo...
Y llegaron años oscuros, azarosos y turbios, cuesta abajo y sin frenos. De Maeyer y Kovshova prefieren no remover aquellos recuerdos. “Ahora estamos bien, de verdad –subraya el bailarín, recuperando su sonrisa–. Estuvimos muy mal, me costó mucho asumir todo lo que me estaba pasando ¡dejé de salir en el New York Times ! Me había hecho mayor, todo el mundo me decía que no me podía pagar, hace cinco años nos quedamos en la calle... pero descubrí las plantas, estudié durante tres años, acepté que tenía que iniciar una nueva vida, me hice jardinero, empecé a trabajar de esto en el 2023... ¡Adoro las plantas!, son mi nueva pasión. Yo creo que podremos salir adelante”.

