Los autocares turísticos se rebelan contra el nuevo sistema de control en Barcelona

Movilidad

Los vehículos deberán reservar plaza previamente a través de una aplicación y dispondrán de un tiempo muy limitado para dejar y recoger a los clientes

FOTO MARTI GELABERT 09/10/2023 LOS AUTOCARES ESTACIONAN EN LA NUEVA ZONA HABILITADA DE LA CALLE MARINA, JUSTO DELANTE DE LA PLAZA DE TOROS LA MONUMENTAL

Autocares estacionados junto a la Monumental para recoger turistas tras visitar la Sagrada Família

Marti Gelabert / Archivo

El nuevo servicio de control del estacionamiento de los autocares turísticos en el centro de Barcelona ha puesto en pie de guerra al sector. La zona bus 4.0, que entrará en servicio a principios del año que viene, limita las operaciones por hora en las plazas de aparcamiento para autocares cerca de los puntos más turísticos como la Sagrada Família y obliga a reservar previamente mediante un sistema digital similar al que se usa en las zonas de carga y descarga.

Lo que el Ayuntamiento presentó en su momento como un cambio de modelo para facilitar la gestión y mejorar la convivencia entre turistas y vecinos, ha acabado siendo visto por las empresas implicadas como un ataque directo que les impide llevar a cabo su actividad con normalidad. En el encuentro anual de la Federación Empresarial Catalana de Autotransporte de Viajeros (Fecav) estaban este martes las principales compañías que se dedican al transporte discrecional y ninguna de ellas se mostraba satisfecha con el nuevo sistema, que será gestionado por la empresa municipal BSM y que ha sido ideado como parte de un abordaje global más grande en las zonas turísticas más tensionadas.

El Ayuntamiento busca “reducir circulaciones innecesarias y evitar saturación, pero no restringir la actividad”

La subida del precio por estacionar diez minutos, que puede llegar a multiplicarse por cuatro, parece ser el menor de los problemas. Los afectados tienen la sensación de que la medida se ha pensado desde los despachos de la concejalía de Turismo sin coordinarse con el departamento de Movilidad. Que será un fracaso es lo más suave que han dicho los directivos de las empresas presentes en el auditorio. 

Todo su malestar se ha dirigido contra la directora de servicios de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Lidia Torres, que ha constatado como “todos los cambios tienen resistencias” y ha defendido como ha podido que el objetivo de la iniciativa es “reducir circulaciones innecesarias y evitar saturación, pero en ningún caso restringir su actividad”.

Parte del plan municipal pasa por sacar los autocares del centro de la ciudad y derivarlos a zonas más alejadas. “Los vecinos pasarán de convivir con unos turistas que llegan subidos a un autocar por la carretera a encontrárselos subidos en el metro, lo que generará más turismofobia”, ha alertado Miquel Àngel Díez, vicepresidente de la asociación profesional de guías de turismo de Catalunya. 

Para este buen conocedor del sector, “los días con problemas son 40 como mucho”, lo que le lleva a solicitar al Ayuntamiento que no aplique las regulaciones de estacionamiento más restrictivas durante todo el año ya que, a su parecer, “empobrecen el producto y menguan el negocio”. De hecho, ha acusado de “competencia desleal” al bus turístico de TMB, que tiene una parada justo delante de la Sagrada Família. Según sus cálculos, puede captar un 20% de viajeros que hasta ahora optaban por excursiones organizadas por compañías privadas.

Petición de que los buses de línea puedan llegar al centro de Barcelona

La disparidad de opiniones es bien visible también en el diseño de la estrategia de nuevas estaciones de bus. El Consistorio sigue firme en su idea de que estos hercúleos vehículos entren lo menos posible en Barcelona (ya se está redactando el proyecto de una terminal prevista bajo la plaza Espanya). 

El presidente de la Fecav, José María Chavarría, durante su intervención en la jornada celebrada en el recinto modernista de Sant Pau

El presidente de la Fecav, José María Chavarría, durante su intervención en la jornada celebrada en el recinto modernista de Sant Pau

Fecav

Los operadores, en cambio, “quieren poder desencochar en el centro”, defiende el presidente de la Fecav, José María Chavarría, que reivindica el derecho a seguir haciéndolo como siempre para que los viajeros puedan combinar el trayecto en bus con el desplazamiento final a pie, sin necesidad de tener que recurrir al metro.

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