Un taller mecánico de Sant Gervasi se convierte en un inmenso pesebre, Tramvia Blau incluido

Barcelona

Lis Fonts, la propietaria del negocio, empezó a decorar el local como homenaje a su padre y un amigo fallecidos, pero con los años añadió réplicas de las tiendas del barrio y un árbol hecho con palés y mil luces

Lis Fonts, su Tramvia Blau y una esquina del enorme pesebre instalado en Pelayo Motor, el taller mecánico que su padre abrió en 1956

Lis Fonts, su Tramvia Blau y una esquina del enorme pesebre instalado en Pelayo Motor, el taller mecánico que su padre abrió en 1956

Miquel Gonzalez / Shooting

Volquetes de cámaras se arremolinan frente al domicilio del president Jordi Pujol en la avenida General Mitre. Es lunes y a escasos 150 metros del foco mediático, Lis Fonts, en su taller mecánico (Ravella, 12), ultima los detalles de algo que también merece atención: un pesebre que cumple cinco años y que cada Navidad se convierte en una de las principales atracciones del barrio de Sant Gervasi-Galvany. Empezó en el 2020, cuando vio que la gente tenía pocas ganas de fiesta. Con el tiempo se ha convertido en un homenaje múltiple: a un buen amigo fallecido, a los comercios de proximidad de la zona, a sus clientes y, por encima de todo, a su padre, don Pelayo, el hombre que en 1956 levantó por primera vez la persiana de este negocio en el que parece que el tiempo se detuvo mucho tiempo atrás. 

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Lis es de lágrima fácil. Se emociona al recordar a su padre (falta desde el 2015) y a Lluís, el amigo de la infancia que murió el 20 de noviembre del 2020. “Habíamos hablado pocos días antes, me dijo que le parecía muy buena idea lo del pesebre, que me ayudaría”. Una prima le dio la noticia: “Se ha muerto el Lluís”. Primero pensó en un familiar mayor que llevara ese nombre. Luego cayó; pero a su Lluís “no le tocaba todavía”. Cerró la persiana del taller, se derrumbó..., y el cabreo la empujó a volverla a subir. Se pasó horas y horas desmembrando palés para construir ese primer belén, que entonces era un rally en cuesta con coches de madera hechos por ella y otros metálicos construidos por Dani, uno de los mecánicos. 

La carrera en cuesta y el homenaje a las tiendas del barrio, en el pesebre del taller de Lis Fonts

La carrera en cuesta y el homenaje a las tiendas del barrio, en el pesebre del taller de Lis Fonts

Miquel Gonzalez / Shooting

A principios de octubre ya se pone a trabajar en las piezas nuevas. Para esta edición lo tuvo muy claro: el Tramvia Blau. Lis forma parte del trío de mujeres conocidas como las señoras del Tramvia Blau, célebres porque en el último día de circulación del ferrocarril de la avenida del Tibidabo se pusieron a correr al lado -salían de tomarse algo en el Merbeyé- y a pedir a grito pelado que no lo cerraran. Era el 28 de enero del 2018 y desde entonces, estas tres damas no han parado de reclamar su regreso junto a la asociación de vecinos de esta hermosa arteria de la zona alta. La semana pasada tuvieron buenas noticias: el Ayuntamiento ha anunciado que su voluntad es iniciar las obras a finales del 2027. 

Figuritas hechas por los niños del barrio que participaron en un taller organizado por Lis

Figuritas hechas por los niños del barrio que participaron en un taller organizado por Lis

Miquel Gonzalez / Shooting

En el 2021, lejos de amilanarse con el proyecto, Lis lo hizo crecer con una oda al comercio de proximidad. Construyó réplicas en miniatura de una docena de tiendas. La pescadería, la pastelería, las de ropa, el centro de atención primaria, la farmacia, la floristería. Algún botiguer que ha cerrado ha venido expresamente a pedirle por favor que no lo elimine del portal. Encima de los coches mantuvo el tributo a su padre y a Lluís que también instaló en la Navidad del 2020, con una reproducción de su infancia y adolescencia en el Papiol, donde solían pasar los fines de semana, incluida una cabaña que fue una mina de pequeñas aventuras. Entrando a la derecha, también añadió un aeródromo (Pelayo volaba en ultraligero y era un gran aficionado a la aeronáutica) y un enorme árbol hecho de maderas e iluminado con mil pequeños puntos de luz. 

Lis, en el centro, con Tina y Angie: las señoras del Tramvia Blau, el pasado febrero, en la plaza del Doctor Andreu

Lis, en el centro, con Tina (izquierda) y Angie: las señoras del Tramvia Blau, el pasado febrero, en la plaza del Doctor Andreu

Carlos Márquez Daniel

Al Tramvia Blau hecho a mano (también con palés) Lis le ha reservado la pared que da a su despacho, donde también ha reproducido el funicular del Tibidabo y el templo expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús que corona Collserola. Casi no le queda espacio por llenar, y Lis tiene a sus tres mecánicos hasta el gorro porque se quedan sin espacio para trabajar. 

El pesebre de la plaza Sant Jaume genera bronca política cada año. Este, el de Pelayo Motor, no lo discute nadie. El viernes, a las 19 horas, se inaugura; cava, piscolabis compartido y música en vivo (villancicos con guitarra y un senegalés, Ibrahim, cliente de Lis, que canta canciones catalanas al estilo reggae). Cuentan las malas lenguas que terminan bajando la persiana y alargando hasta la madrugada. No se invita personalmente.

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