Los depósitos de las policías locales están llenos de bicicletas robadas que han sido recuperadas y no pueden ser devueltas a sus dueños porque no hay manera de localizarlos. Y las plataformas de productos de segunda mano ofrecen un catálogo bien abultado de bicis de dudosa procedencia. Si todas ellas estuviesen registradas con un identificador propio ligado a unos datos personales del propietario, otro gallo cantaría.
La Red de Ciudades por la Bicicleta (RedBici) lleva más de una década clamando en el desierto para conseguir un registro que permita saber de quien es cada bici igual que se sabe de quien es cada coche y sin necesidad de poner una matrícula como tal. El BiciRegistro permite dar de alta cada bici en una base de datos con el número de bastidor y los datos básicos e incluso marcar la bici en cuestión con diversas pegatinas y un código QR de difícil eliminación.
Aún así tan solo hay 20.639 en la base de datos, una cifra insignificante si se tiene en cuenta que hay millones de bicis en España. Pese al apoyo a la iniciativa de más de 150 ayuntamientos, diputaciones y administraciones locales, nunca ha acabado de conocerse ni entre los ciclistas más implicados. Y lo que es peor, muchas policías no saben qué hacer con ese número identificativo en caso de detectarlo en una bici.
Todo esto puede cambiar con la implicación directa de la dirección general de Tráfico (DGT), que está dispuesta a impulsar una plataforma de ámbito nacional que consiga disparar el número de bicis registradas, convirtiéndose así en una herramienta útil. El objetivo, al fin y al cabo, es que “cuando alguien denuncia un robo, tenga garantías de que puede ser devuelta”, resume el presidente de la RedBici, Antoni Poveda, que también destaca el efecto disuasorio que representa el hecho de saber que todas las bicis están fichadas.
El director de la DGT, Pere Navarro, durante su participación en las jornadas de la RedBici
El director de la DGT, Pere Navarro, recogió el guante ayer en unas jornadas organizadas por la RedBici en Madrid y se comprometió a crear un registro nacional de bicicletas a lo largo del 2026. Para Navarro, “el trabajo complicado ya está hecho, solo falta rematarlo con la creación de una plataforma” que lleve el sello de la DGT y a la que tengan acceso todos los cuerpos policiales.
Registro obligatorio en Francia y Japón al comprar una bici
No es ningún invento revolucionario, en otros países funciona desde hace tiempo. Los referentes en este sentido son Francia y Japón. “En ambos países el registro es obligatorio y está claro que esa fórmula es la que mejor funciona”, según Ramón Ledesma, consultor en Impulso y con una larga trayectoria también en la DGT.
Esa obligación se formaliza cada vez que alguien compra una bici, en el mismo punto de venta, facilitando el procedimiento y asegurando que se lleva a cabo. Con siete millones de bicis registradas en el país vecino, la tasa de recuperación en caso de robo oscila entre el 7 y el 12%, unos porcentajes mucho más elevados de los que se dan en España.
De hecho, aquí es tal la sensación de impotencia en caso de robo que la mayoría de casos ni se denuncian, según el investigador de ICTA-UAB Jordi Honey. En Barcelona solo se reportaron 870 robos en el 2021, una cifra que según Honey se encuentra muy por debajo de la realidad. Y alerta de los efectos que tiene sobre las rutinas de movilidad ya que el 17% de las personas a las que les han robado una bici en Barcelona, luego ya no se ha vuelto a comprar otra y se ha pasado a otro medio de transporte.
