Por una Rodalies descentralizada

Staff Writer

Dos artículos, firmados por Joaquim Coello y Miquel Puig, han aparecido en las últimas semanas en las páginas de este diario, en los que los autores analizan la actual crisis de Rodalies y el anunciado traspaso de parte de la red a la Generalitat. Ambos coinciden en destacar, como contraste, la eficiencia de la red de Ferrocarrils, calificada de pulcra y exitosa. Quisiera aportar algunos comentarios.

Primero, en esta comparativa, me hubiera gustado que también se hubiera añadido la buena gestión por parte de TMB de la red de metro, que está batiendo todos los récords de viajeros y de fiabilidad, reconocido con notable alto por los usuarios, incluida la línea 9/10, aún incompleta, pero de conducción automática, con una total seguridad y antecedente de gran relevancia en el futuro de la explotación.

Un tren de Rodalies.

Un tren de Rodalies.

GOBIERNO / Europa Press

La empresa mixta permitirá una mayor responsabilidad y control de incidencias

Es cierta la eficiencia de la gestión de los Ferrocarrils de la Generalitat, pero es necesario analizar el porqué. Se trata de un conjunto de líneas con un trazado prácticamente lineal y sin intersecciones ni interferencias de otros trenes en la mayoría de túneles que facilita la inexistencia de intrusiones externas, así como una mayor capacidad, dada la uniformidad de la mayor parte de los trenes.

Ferrocarrils goza de mejor eficiencia y coordinación al disponer, juntas, las competencias de tren e infraestructura. En el caso de Rodalies, regionales, media y larga distancia, alta velocidad y mercancías (públicas y privadas), la red ferroviaria de interés general (REFIG) está al servicio de la interoperatividad europea y gestionada por delegación a la empresa pública Adif, bajo tutela del Ministerio de Transportes y con competencias en el mantenimiento, gestión, seguridad y homologación de infraestructuras y construcción de nuevas.

La separación de la gestión de la infraestructura de la circulación de los trenes viene dada por las directivas europeas destinadas a garantizar la liberalización del servicio ferroviario, como es el caso de la alta velocidad. Como todo modelo de gestión novedoso, ha tenido y tiene sus ventajas en especialización, gestión y control, pero también inconvenientes, como la necesidad de avanzar en una cultura de mejor coordinación y responsabilidad compartida del servicio.

La creación de una empresa mixta de Rodalies permitirá una descentralización de la gestión y una mayor responsabilidad y control de las incidencias. También mejorará los servicios de información, lo que definiríamos como el saber hacer y hacer saber.

Un activo será la transferencia del coste económico: quien paga, manda. En el caso de Adif, la solución, además del traspaso de parte de la infraestructura –hoy sin calendario–, sería la encomienda de los servicios más esenciales a los departamentos de la Generalitat.

Recordar, no obstante, que, durante la presidencia de Mercè Sala, con una Renfe integral, la fiabilidad y frecuencias fueron notables en la red catalana.

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