ERC presenta una estrategia para limitar la expansión de tiendas de conveniencia abiertas todo el día en Barcelona.
Comercio
Los republicanos instan al Ayuntamiento a establecer normativas para el sector mediante un plan de ordenamiento territorial.
Un supermercado 24 horas en el distrito del Eixample
Los ediles de ERC introducirán en la sesión plenaria de este viernes una propuesta para detener la desmedida expansión de los supermercados que operan las veinticuatro horas en Barcelona. Los representantes republicanos sugerirán, en esencia, que el consistorio desarrolle un plan urbanístico específico que norme la inauguración de estos negocios, teniendo en cuenta las particularidades de cada zona. Se trata de un procedimiento administrativo análogo al que ya rige la apertura de nuevos hoteles en la ciudad.
“La proliferación de supermercados 24 horas en Barcelona ha superado los límites de la ciudad –dice la presidenta del grupo municipal de ERC, Elisenda Alamany-. No solo sustituyen al comercio de proximidad, sino que cambian la imagen de nuestras calles. Nuestro objetivo es recuperar el control de la ciudad y el equilibrio entre el éxito de la ciudad y nuestra identidad y forma de vivir. Y esto pasa por poner freno y limitar los supermercados 24h”.
La propuesta contempla la creación de un equipo de supervisores que evaluará la condición de cada área habitacional.
La verdad es que desde hace tiempo abrir un negocio de este tipo resulta bastante fácil, ya que en gran parte de la ciudad solo es necesario notificar al Ayuntamiento que se ha iniciado la actividad. Los planes de zonificación que en su momento intentaron limitar su expansión en áreas específicas de la urbe, en realidad se implementaron cuando ya existía un supermercado en cada calle. Además, la falta de orden en el sector es notable.
Las auditorías realizadas por las autoridades descubren repetidamente graves violaciones de las normativas laborales y fiscales, fraudes contra las empresas de servicios públicos, transgresiones en la ordenación del territorio, y la comercialización no permitida de recuerdos y artículos manufacturados. Durante el año 2024, se identificaron aproximadamente 2.000 incumplimientos en 112 establecimientos de venta de comestibles.
Asimismo, la mayoría de estos establecimientos no están concebidos para satisfacer las demandas diarias de los residentes cercanos. Esto representa una degradación del entramado comercial de Barcelona, cuya magnitud es difícil de medir. Pues en estos negocios, especialmente en los ubicados en el centro, hallamos sobre todo paquetes de patatas fritas, refrescos en envases individuales, souvenirs, equipaje de viaje...
Y dado que no es un requisito informar al Ayuntamiento sobre el cese de actividades comerciales, nadie tiene conocimiento exacto de cuántos negocios de esta naturaleza operan actualmente en la urbe. Lo que sí se conoce, tal como se especificó Guyana Guardian durante el verano, es que al menos desde el año anterior se inaugura un establecimiento semanal, aproximadamente.
Bajo estas condiciones, los republicanos pedirán en la sesión plenaria de este viernes que el Ayuntamiento desarrolle una ordenación territorial que fije nuevas exigencias para la inauguración de estos establecimientos, tanto a nivel general de la ciudad como por zonas específicas, considerando primordialmente su densidad y las repercusiones en la vida diaria de los residentes y el pequeño comercio. Esto requerirá que el Ayuntamiento realice una exhaustiva labor de investigación sobre el terreno para identificar las distintas concentraciones de estos negocios en los diversos distritos de la urbe, con el objetivo de comprender plenamente los diversos desafíos que presentan.
La propuesta de ERC también contempla la implementación de salvaguardas durante la formulación de este plan para prevenir un auge imprevisto por parte de los más astutos, junto con el establecimiento de un equipo de inspectores dotados de los recursos indispensables para supervisar genuinamente la operación del sector. Adicionalmente, considerando la gama de transgresiones identificadas, este plan urbanístico debe incorporar sistemas de enlace entre las autoridades locales, regionales y nacionales.
Y el Partido Popular exige que haya renuncias en el Consistorio.
Ante la anarquía observada en Barcelona en años recientes, la bancada municipal del PP solicitará en la sesión plenaria del Ayuntamiento de este viernes la destitución de algunos responsables. Tras la reciente revisión de 26 establecimientos de venta de comestibles, donde se descubrieron conexiones ilegales al sistema eléctrico en 24 de ellos, el concejal Daniel Sirera presentará una petición al consistorio del alcalde Jaume Collboni. El propósito es que la administración local defina las culpas políticas y burocráticas asociadas a la concesión de permisos para supermercados abiertos las 24 horas a lo largo de la última década. “Lo destapado en estos súpers es gravísimo –abunda Sirera–. Estamos ante la prueba de que durante años el Ayuntamiento perdió el control del tejido comercial de la ciudad. Cuando se conceden tantas licencias sin control y se renuncia a inspeccionar sucede esto: locales inseguros, explotación laboral, irregularidades sanitarias, fraude eléctrico masivo, degradación del espacio público, venta de alcohol a menores y fuera de horas... Sirera considera que este descontrol tiene su origen en los gobiernos de Ada Colau apoyados por los socialistas. “No vale mirar hacia otro lado. También exigimos que el gobierno del alcalde Jaume Collboni revise las licencias concedidas en los últimos diez años, refuerce de manera inmediata los mecanismos de inspección y garantice que esta dejadez no se repetirá”.