Las obras volverán pronto al Portal de l’Àngel. Tras ocho meses de trabajos para renovar el pavimento de una de las calles comerciales por excelencia de Barcelona, esta vez la actuación no afecta directamente a la vía pública, aunque será bien visible. Tras catorce meses de tramitación, el Ayuntamiento ha aprobado la licencia para reformar el edificio que en su día alojó Can Jorba y que en los últimos años albergó El Corte Inglés. Los propietarios del imponente inmueble tienen previsto comenzar las obras durante las próximas semanas con la intención de reabrir el edificio durante 2027.
Las reuniones entre los técnicos municipales y los de la empresa propietaria han sido frecuentes durante los últimos meses. Fuentes de Redevco –la inmobiliaria holandesa que junto a JV Ares adquirió el edificio en 2022– reconocen que dada la singularidad del edificio “el escrutinio ha sido muy exhaustivo”. A principios de este mismo mes se celebró una reunión de seguimiento en la que los técnicos municipales realizaron unas últimas enmiendas. El proyecto definitivo se entregó hace unos días, tras lo cual llegó la luz verde y acaba de aprobarse la licencia de obras.
El proyecto contempla tres plantas comerciales y grandes oficinas en los pisos superiores
El proyecto arquitectónico preserva la fachada exterior del edificio, en las calles Portal de l’Àngel y Santa Anna, pero propone una ambiciosa reforma interior y de la azotea del inmueble, donde está previsto instalar paneles solares. También cambiarán sustancialmente las fachadas interiores, donde se han dibujado grandes terrazas con amplios espacios con verde y paredes acristaladas para propiciar la iluminación natural en el interior del bloque, que en plantas altas acogerá oficinas y en las bajas, tres grandes locales comerciales. Dos de ellos ya están comercializados aunque no han trascendido las marcas. La propiedad anunció una inversión de 200 millones de euros en la compra y reforma.
En busca de otra solución para el teatro Capitol
El gobierno municipal se encontró la semana pasada con un muro cuando intentó sacar adelante la jugada urbanística que debería permitir que el teatro Capitol de la Rambla vuelva a funcionar como equipamiento cultural. La propuesta incluía la cesión del edificio a la ciudad por parte de la propiedad, la empresa Torcalena, a cambio de una modificación de la calificación del edificio de Telefónica, en la esquina de la plaza Catalunya con Portal de l’Àngel, de manera que pueda albergar usos comerciales y oficinas. BComú, Esquerra y Vox votaron en contra al intuir “un pelotazo”, mientras que Junts se abstuvo y el PSC y el PP dieron su plácet al plan. Resultado: proyecto caído. El gobierno tendrá que modificar la propuesta para recuperar el Capitol, cerrado desde el 2020, y volver a llevarla a la comisión para, como mínimo, convencer a Junts, cuyo favor decantaría la balanza.
Una vez puedan empezar las obras, la propiedad espera completarlas en un plazo de entre 12 y 18 meses, por lo que la apertura del edificio no se producirá antes de 2027. El calendario se ha retrasado respecto a lo anunciado inicialmente –las obras de remodelación se anunciaron para este año para entregar los locales comerciales a lo largo del próximo– porque la tramitación de la licencia ha sido más larga de lo previsto. Aunque la compra del inmueble se produjo en 2022, no fue hasta agosto de 2024 cuando El Corte Inglés –que tenía en este edificio su oferta de grandes marcas deportivas– cerró el establecimiento. Desde entonces, 16 meses, Can Jorba permanece vacío y sin actividad. Las pintadas cubren las persianas de los escaparates donde a menudo se refugian y duermen personas.
El edificio tiene 18.000 metros cuadrados. La planta sótano, la de ras de calle y el primer piso son las que se destinarán a uso comercial (7.500 m2) y se distribuirán en tres grandes locales. Las plantas superiores, que suman 10.500 m2más, acogerán los despachos.
Los comerciantes de la zona han lamentado reiteradamente que el edificio lleve tanto tiempo cerrado, no solo por el potencial de actividad perdida sino también por la imagen de abandono que da en el corazón comercial de Ciutat Vella, con cinco gran escaparates en pleno Portal de l`Angel cerrados, más la elegante entrada por la esquina y otros tantos escaparates en la calle Santa Anna.

