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Una virulenta tormenta colapsa Badalona y deja el metro sin servicio

Lluvias torrenciales

El episodio acumula 120 litros en pocas horas y el alcalde pide limitar la movilidad

La avenida Marquès de Mont-roig de Badalona, en el Gorg, con la calzada anegada anoche

Cedida por Adrià Gilabert / ACN

El temporal mostró anoche su cara más caótica e imprevisible, descargando con virulencia sobre el área metropolitana de Barcelona. Badalona se convirtió en el epicentro de un episodio de lluvias torrenciales que dejaron acumulaciones de hasta 120 litros por metro cuadrado en el barrio de Llefià y 111 litros en el del Progrés, lo que provocó inundaciones, cortes de luz, interrupciones en el servicio de metro y el de­salojo preventivo de vecinos.

Ante la magnitud de las precipitaciones, Protecció Civil activó la fase de alerta del plan Inuncat a última hora de la tarde. Badalona registró la peor parte de la borrasca, concentrando el grueso de las emergencias. Durante la jornada, el teléfono 112 recibió 1.026 llamadas relacionadas con las lluvias (80% en el Barcelonès), mientras que los Bombers atendieron 297 avisos, la mayoría (151) procedían de Badalona. El Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) atendió a tres personas heridas de carácter menos grave: una mujer trasladada al CUAP de Badalona, otra derivada al hospital de Reus tras sufrir una caída en Montbrió del Camp y un varón de Òrrius, evacuado al de Mataró.

“Se trata de tormentas más propias del mes de septiembre que de diciembre”

El alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, calificó la situación de “colapso en muchos puntos de la ciudad”, pidió a través de un comunicado en vídeo en X extremar la prudencia y evitar desplazamientos innecesarios y aseguró que trabajaban para “recuperar la normalidad” en la ciudad.

La intensidad del agua obligó a cerrar el servicio de metro en la ciudad, limitando la circulación de la línea 2 hasta Artigues-Sant Adrià de Besòs debido a la inundación de la estación de Gorg. Además, se produjeron cortes en el suministro eléctrico en varios barrios, donde los técnicos trabajaron contra reloj para restablecer el servicio. El incidente más destacado se produjo en Llefià por el desprendimiento de un falso techo que obligó a desalojar una vivienda. Según confirmó el Ayuntamiento, no se lamentaron daños personales y los afectados fueron atendidos por los servicios sociales y realojados en un hotel.

La preocupación se trasladó a última hora de la tarde a los cauces fluviales. Ante el riesgo inminente de desbordamiento del canal central, se decretó el cierre del Parc Fluvial del Besòs y se activó su plan de emergencia. La situación en la vía pública se vio agravada por la gran cantidad de hojas secas caídas que bloquearon los embornales y el drenaje del alcantarillado, dificultando la evacuación del agua en zonas urbanas y carreteras del Barcelonès, Vallès Occidental y Maresme. Uno de los puntos críticos fue la B-20, en el nudo de la Trinitat, que sufrió cortes en sentido norte con 16 kilómetros de retenciones.

Desde el Govern, el subdirector de programas de Protecció Civil, Sergio Delgado, reconoció la dificultad de prever este episodio. En declaraciones a los medios, Delgado describió el temporal como un fenómeno “muy errático” y cargado de incertidumbre, subrayando que las lluvias registradas no se correspondían con los modelos meteorológicos iniciales. “Se trata de tormentas más propias del mes de septiembre que de diciembre”, señaló Delgado, quien pidió mantener la “máxima precaución” en el litoral de Barcelona y de Tarragona, zona hacia donde se desplazó la inestabilidad.