Refugio provisional para los residentes más desfavorecidos de Badalona que han sido desplazados.

Pobreza

Entidades y Drets Socials han llegado a un acuerdo para su reubicación mañana en un espacio prestado por la iglesia.

Migrantes afectados por el desalojo del B9 viven debajo de la C-31.

Hoy, con lluvia, se disponían a pasar otra noche bajo el puente de la C-31 

Pol Cartié / Shooting

Las intensas precipitaciones de hoy en Badalona forzaron a una considerable cantidad de personas que habían sido reubicadas del antiguo instituto B9 a encontrar cobijo bajo la autopista C-31. Alrededor de 50 inmigrantes, sin otro lugar adonde ir, se refugiaron allí como pudieron, después de haber intentado sin éxito montar varias tiendas de campaña la noche anterior frente al edificio donde habían estado viviendo precariamente durante los últimos meses. A mitad de la tarde, el Departament de Drets Socials comunicó que había llegado a un acuerdo con organizaciones que operan en el municipio, como Cáritas, Creu Roja, Sant Joan de Déu Serveis Socials y la Fundació Llegat Roca i Pi, para iniciar “un dispositivo provisional para atender a algunas de las personas especialmente vulnerables”. Estos individuos serán trasladados mañana a un espacio en Badalona facilitado por la iglesia, donde podrán pernoctar temporalmente, desde las 8 de la mañana hasta las 8 de la noche.

“Se trata de un dispositivo de emergencia debido a las condiciones climáticas adversas”, que funcionará con el apoyo del centro diurno Folre, de la fundación Roca i Pi, concretó Drets Socials.

Cerca de cincuenta personas migrantes aguantaron las intensas precipitaciones mientras permanecían refugiadas bajo un puente en la carretera C-31.

Debajo de la estructura que sostiene la autopista, cerca de la salida 210, fue donde pasaron la noche durante un día de fuertes precipitaciones. Un grupo de los evacuados se dirigió a ese sitio, mientras que los demás se han dispersado y buscado su sustento de forma independiente.

El primer edil de Badalona, Xavier García Albiol, afirmó que permanecería en su cargo “mano izquierda” mientras persistiera la lluvia, pero enfatizó, en comentarios a RAC1, que “no se permite la acampada en la ciudad” y no desea una prolongación del conflicto. Albiol criticó duramente a los ponentes de la ONU, quienes describieron como “grave violación de los derechos humanos” el desmantelamiento del antiguo centro educativo donde residían precariamente 400 migrantes. “Debe ser una broma”, replicó Albiol.

La medida comunicada hoy por la Generalitat está destinada a los individuos más desfavorecidos. Fuentes de Drets Socials señalaron que las organizaciones habían comenzado ayer y concluirán hoy la elección de los inmigrantes en situación más precaria que podrán ser alojados en dicho establecimiento. Se trata de una medida provisional hasta que se definan otras alternativas. Adicionalmente, indicaron que las organizaciones “han puesto en marcha otros recursos que complementan este dispositivo de emergencia y están buscando de nuevos”.

Previamente a esta comunicación, la representante del Govern, Sílvia Paneque, solicitó al primer edil de Badalona que reabriera el albergue de Can Bofí Vell, una posibilidad que el Ayuntamiento desestimó el jueves debido a “graves problemas estructurales” del edificio.

Numerosos voluntarios, tanto de organizaciones como particulares, se desplegaron desde el amanecer para proveer a los individuos que pernoctaban bajo el viaducto de la C-31 con alimentos, brebajes calientes y abrigos. “El movimiento de solidaridad ha superado las previsiones”, según expresó el representante de la plataforma, Carles Sagués, para inmediatamente después solicitar “soluciones más estables que las que se están viviendo ahora”.

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