Los teléfonos inteligentes o smartphones han experimentado un crecimiento muy rápido, hasta convertirse en casi indispensables en nuestra vida. Se calcula que cada año se compran unos 5.000 millones en todo el mundo. No obstante, producirlos, utilizarlos y eliminarlos supone una carga ambiental importante. Se necesitan más de 50 elementos químicos y cerca de 40 kilos de materias primas para producir un solo aparato. Los teléfonos móviles contienen materiales críticos y valiosos —como oro, cobre, cobalto o litio— cuya extracción comporta un fuerte impacto ambiental y social.
Punto verde
Reparar o reutilizar un móvil alarga su vida útil, reduce la generación de residuos electrónicos (RAEE) y evita la extracción de nuevos recursos naturales.
La finalidad de Dispositivos Positivos, iniciativa en colaboración con la Agencia de Residuos de Cataluña, es facilitar que la ciudadanía pueda gestionar correctamente los teléfonos móviles que ya no utiliza gracias a la instalación de minicontenedores en los puntos verdes. Con la financiación de la Fundación Ecoasimelec, la empresa de inserción laboral Andròmines hace la recogida de los contenedores y los traslada a su centro de preparación para valorar si se pueden reutilizar.
Punto verde
Allí se borran de forma segura los datos que puedan contener y se valida si los móviles son reutilizables. Si se pueden reutilizar, pasan por un proceso de reacondicionamiento en el cual se revisan y reparan. Los móviles no aptos para reutilizar se envían a reciclar para recuperar el máximo de materiales.
Por cada teléfono móvil reutilizado:
- Se ahorran 400 litros de agua.
- Se evita la emisión de 30 kg de CO₂.
- Se evita la extracción y consumo de 40 quilos de materias primas.
Esta iniciativa, enmarcada en el Pla Clima, refuerza el compromiso de Barcelona con el plan Residuo Cero.
