El Institut Català del Sòl (Incasòl) ha concluido el concurso del Proyecto de Vivienda Asequible que albergará a los vecinos desalojados del bloque Venus en el barrio de la Mina de Sant Adrià de Besòs. La propuesta ganadora, DosTr3Quatre, del arquitecto Josep Ferrando Bramona, consiste en dos bloques de edificios para 66 familias en el solar que ahora se utiliza como aparcamiento, junto a la biblioteca de La Mina, entre las calles Cristòfol de Moura, Venus y Rambla de la Mina.
El encargo era proyectar la construcción de 66 pisos de alquiler asequible, locales comerciales, estacionamiento y la urbanización de los espacios libres, una vez concluyan todos los acuerdos para desalojar a los inquilinos del bloque Venus, que será demolido en su totalidad. El presupuesto de licitación para la redacción del proyecto supera los 354 mil euros e incluye el anteproyecto, el proyecto básico y el ejecutivo.
La expropiación del bloque Venus es la actuación más compleja del Plan de Reordenación y Mejora del barrio de la Mina
Raúl Moreno, Secretari General del Departament de Drets Socials de la Generalitat, asegura que el proyecto es la constatación del compromiso del Govern para impulsar la transformación del barrio de la Mina, lo que se llevará a cabo, dijo, “sin prisas, pero sin pausas”. Un proyecto cuyo detalle conoció la consellera Mònica Martínez Bravo en la última reunión del consejo de administración del Consorci de la Mina.
Desde el Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs, el concejal de Urbanismo, Jose A. Gras, considera que “la expropiación del bloque venus es, sin duda, la actuación urbanística más compleja de todas las previstas en el Plan de Reordenación y Mejora del barrio de la Mina” que se aprobó definitivamente en 2002 y destaca por un diseño que evita situaciones de inseguridad que minimiza los ángulos muertos, los rincones, los accesos a plantas bajas, etc.

Edificio Venus, en La Mina, Sant Adrià
El edificio está destinado a ser un elemento singular en el barrio de la Mina, que destacará por su dimensión y altura, con respecto al resto de edificios de la zona.
El diseño describe tres torres compactas unidas por un zócalo en planta baja con locales comerciales. Cada torre, con cuatro viviendas por planta, aportan una tipología de piso esquinero, con vistas al exterior, doble orientación y ventilación cruzada a dos fachadas. En un entorno con exceso de espacio libre edificado y de complejidad social, se propone la máxima ocupación de la planta baja, generando, según la memoria del proyecto “un perímetro construido en todo el límite de la parcela que hace ciudad y fomenta la actividad y la vitalidad en la calle”. La planta baja se configura de forma que se evitan los espacios cerrados que puedan generar situaciones de inseguridad.
En la plaza resultante se propone un aparcamiento con 132 plazas de bicicletas, que se integran entre los parterres y la vegetación. Según describe el arquitecto, la agrupación de cuatro pisos por planta con torres de planta baja y tres, seis y ocho niveles, más la planta de estacionamiento, “permite solucionar todo el programa de vivienda de una sola tipología” y evita las comunidades vecinales con un nombre excesivo de viviendas.

Detalle de las distintas torres que conformarán el edificio .
Se trata de viviendas HPO (habitatge de protecció oficial) planteadas para cuatro personas, con dos habitaciones dobles, cocina, baño completo y dos zonas de lavado y tendedero. Un 4% de los pisos deben ser adaptados.
La sostenibilidad es otro elemento destacado de la edificación. La calefacción se genera a través de un sistema de radiadores de bajo consumo gracias, detalla la descripción del arquitecto “a la producción con aerotermia de alta eficiencia apoyada por producción fotovoltaica”.
Preferencia para las emergencias sociales
Las estancias de los pisos dispondrán de ventiladores en el techo que en invierno podrán ser programados en posición inversa para “desestratificar el aire caliente” y repartirlo por la habitación”. Todas las viviendas dispondrán de aparatos de alta tecnología que contribuirán el ahorro de energía.
La construcción del edificio será el primer paso para demoler el bloque Venus, que debía haberse materializado en 2010, pero que aún está inmerso en varios procesos judiciales y de resolución de expedientes. A finales del verano sólo siete vecinos de Venus habían abandonado sus pisos.
En paralelo, el Consorci de la Mina, que centraliza todas las acciones técnicas y administrativas, ha adquirido otros 23 pisos. La preferencia, según el Departament de Drets Socials, serán las familias con el derecho de realojo de acuerdo con el proyecto de expropiación y dependiendo de su situación social, se priorizarán los núcleos familiares que demuestren un mayor riesgo social y una especial urgencia.