El voto en contra de los regidores del gobierno del Partido Popular propició que en el último pleno del Ayuntamiento de Badalona (Barcelonès Nord) no prosperase la moción presentada por el grupo municipal de Badalona En Comú Podem (BeCP) para la implementación efectiva del método CER que complementa la Ley 7/2023 de Bienestar Animal. El PP justificó su negativa aduciendo que ya está trabajando en la reivindicaciones animalistas, aunque entidades como Més K Animals alertaron durante la sesión de la falta de apoyo hacia las colonias de gatos.
La concejala Rosa Trenado (BeCP), presentó una moción en la que denuncia que “en poco más de un año nos hemos visto obligadas a presentar la segunda propuesta” después que la primera también fuera rechazada por el gobierno municipal “pese al estado crítico de las colonias felinas”, por lo que acusó la “absoluta dejadez del Ayuntamiento”. El gobierno, advirtió, “continua sin licitar el contrato de esterilizaciones, pese a que los pliegos están redactados desde el 2023” y lamentó que “tampoco haya solicitado subvenciones estatales” propiciando que las entidades animalistas deban asumir por su cuenta los gastos veterinarios “insostenibles” ya que aún no se han abonado las subvenciones del 2025. Todo ello, aseguró, és un flagrante incumplimiento de la Ley de Bienestar Animal.
El Ayuntamiento comete una negligencia continuada con los animales
Durante el pleno, la portavoz de Més K Animals, Marta Payà, alertó que “Badalona aún no tiene una gatera municipal” y que las entidades animalistas “no pueden asumir la gestión de los gatos ferales, como tampoco puede el Centre d'Acollida (CAAD)”. Badalona carece de “protocolos para las curas y atención para animales procedentes de casos judiciales o de personas vulnerables, para tramitar acogidas temporales”. Se trata, en resumen “de una negligencia continuada” por parte del Ayuntamiento, que está incumpliendo contínuamente la ley.
Las animalistas exigen la licitación del contrato de esterilizaciones, la creación de una gatera, recursos para las colonias de gatos, un protocolo institucional, percibir las subvenciones a principio de año, un programa para gestionar las colonias y promover campañas de esterilización y sensibilización.
Detalle de una colonia de gatos en Badalona.
Trenado, por su parte, lamentó que el gobierno no haya optado a las subvenciones estatales para aplicar el programa CER (Captura, Esterilización y Retorno) para el control de las colonias de gatos ferales. “Mientras el Ayuntamiento mira hacia otro lado, las personas voluntarias son las que sostienen las colonias felinas”.
Por su parte, la concejala del Área de Bienestar Animal, Sònia Egea, recordó que al acceder al Ayuntamiento, el nuevo gobierno “encontramos el área sin contenido, con sólo una persona” y que desde entonces se ha trabajado para impulsar el contrato para las esterilizaciones y se ha incrementado en un 35% el presupuesto de la concejalía. Admite, no obstante, que el contrato para esterilizar a los gatos aún no se ha licitado “porqué debemos priorizar” otros temas. También recordó que se están construyendo gateras en Torre Codina para trasladar los gatos de la Serralada de Marina.
La portavoz animalista rechazó los argumentos del gobierno y deploró que las prioridades de Albiol “para las que sí hay licitaciones” sean para los árboles gigantes y luces navideñas, lo que demuestra que para el gobierno badalonés “la estética sea lo prioritario” dijo.
El resto de partidos en la oposició se sumaron a la moción y afearon al gobierno del PP la falta de compromiso con los animales. Así, Dolors Sabater (GBeC) les acusó de “falta de respeto al voluntariado” que trabaja en las colonias de gatos. Desde ERC, Àlex Montornès, insistió en la falta de interés del gobierno popular para con los animales y recordó que se creó la primer concejalía de Bienestar Animal durante el mandato del cuatripartito. Teresa González, del PSC, comparó la gestión animalista de Badalona con la de otras capitales “que tienen los contratos en vigor, renovados y que aplican el método CER” y sentenció que “somos la tercera ciudad de Catalunya, pero estamos a la cola en bienestar animal”.
