El Grupo de Rehabilitación de Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA) ha logrado salvar un huevo de buitre negro, una especie amenazada, que se hallaba en un nido en la Sierra de la Demanda, en Castilla y León. Tras un exitoso operativo de rescate, los huevos se encuentran a salvo. Así se desprende de la información publicada por la SER.
El huevo rescatado pertenece a una pareja de buitres negros. El macho, conocido con el nombre Aramol, falleció el pasado 4 de marzo. Las hipótesis apuntan a que probablemente murió al chocar contra los cables de un tendido eléctrico cercano al punto donde se halló su cadáver, en el término municipal de Huerta de Arriba (Burgos). Tras su muerte, se ha procedido al rescate del único huevo que cuidaba por el momento para la conservación de esta especie.
El buitre negro realiza una puesta de un único huevo al año. Las parejas de esta especie comparten tanto la incubación del huevo como el cuidado del recién nacido. Se relevan para no abandonar nunca el nido y poder alimentar a sus descendientes, aunque es la hembra quien más tiempo permanece al principio. Según narran desde la citada ONG, ante la improbable posibilidad de que Bioco, la hembra de la pareja, pueda sacar adelante el huevo que incubaba ya sin la ayuda del macho, GREFA ha decidido intervenir en el nido.
Especie amenazada
El buitre negro solo realiza una puesta de un único huevo al año
Tal y como asegura el citado medio, los profesionales se llevaron el huevo para y lo trasladaron de inmediato a una incubadora móvil hasta las instalaciones del centro de cría de buitre negro y otras especies amenazadas que GREFA tiene en Majadahonda (Madrid). El presidente de GREFA, Ernesto Álvarez, ha explicado al citado medio que, “una vez en las instalaciones de cría en cautividad de GREFA, se comprobó la fertilidad del huevo y su buen estado e inmediatamente se depositó en las incubadores destinadas a tal efecto, donde a fecha de hoy continúa su desarrollo embrionario con normalidad”.
Para llevar a cabo el rescate, GREFA ha contado con la colaboración de Agentes Medioambientales de la Junta de Castilla y León especializados en trabajos de altura. Su intervención ha sido imprescindible, ya que el nido se encontraba en la copa de un pino silvestre de gran tamaño. Con esta operación, pretenden garantizar el nacimiento de este bebé perteneciente a una especie amenazada.
Tanto el macho, Aramol, como la hembra, Bioco, pertenecen al grupo de buitres negros que están siendo reintroducidos en la Sierra de la Demanda desde hace 8 años. El objetivo es crear una colonia reproductora de esta especie en el norte del Sistema Ibérico. El macho fue liberado en 2017 en Huerta de Arriba y la hembra fue puesta en libertad al año siguiente. Ambos eran una pareja desde 2023. “Uno de los motivos por lo que se actuó con tanta celeridad, además de salvar el huevo, es la de intentar que la hembra se pueda emparejar otra vez con algún macho flotante no emparejado de buitre negro y mantener el territorio”, ha explicado Álvarez.
El tendido eléctrico junto al que se encontró el cadáver del macho de buitre negro está rectificado para evitar electrocuciones de aves, sin embargo, carece de dispositivos anti colisión. “Solicitamos la corrección de todos los tendidos eléctricos en las zonas de reintroducción de los buitres negros y su entorno con sistemas que eviten tanto la electrocución como la colisión de aves”, pide el presidente de GREFA.
En la actualidad hay en curso varios programas de reintroducción y reforzamiento poblacional de buitre negro promovidos por GREFA similares al que desarrolla en la Sierra de la Demanda. Allí, la ONG ha logrado en un tiempo récord la consolidación de una colonia de cría compuesta por unas 30 parejas. En los últimos años han nacido unos 40 nuevos buitres de esta especie.